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martes, abril 23, 2024
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Ladrones

Hay ladrones de la delincuencia y ladrones con charola. Como en Rosarito, el quinto municipio que encabeza Aracely Brown, y donde a cargo de la Dirección de Policía está Francisco Arellano. Le cuento: una joven pareja de bajacalifornianos residentes de Estados Unidos, salió a departir por la noche de un fin de semana a las playas de Rosarito. Llegaron cuatro amigos más, y aquello se volvió festejo. A las tres de la mañana, salieron del conocido Papas and Beer. El conductor designado se puso al volante de una camioneta en la que se trasladaban. La pareja en la parte frontal, los cuatro amigos en la parte trasera. De todo esto, fueron testigos dos oficiales de una patrulla tipo pick-up de la Policía Municipal que se encontraba fuera del local de entretenimiento. Ni revisaron a los muchachos, ni les alertaron de estar cometiendo alguna infracción, pero cuando arrancaron la marcha del vehículo, los policías la emprendieron tras de ellos. Avanzaron varios altos hasta salir de Rosarito. La unidad de la Municipal no los molestó ni les encendió los faros en señal para que se detuvieran. Tomaron el Bulevar Popotla, pasaron varios semáforos, todo en orden. Los policías seguían detrás de ellos, pero no les indicaban detenerse. Era como si los estuviesen escoltando. Fue hasta que llegaron a la oscuridad del poblado de Popotla, cuando los oficiales de la patrulla, entonces sí, les ordenaron detenerse. Así lo hicieron los jóvenes. Orillaron la camioneta y esperaron al municipal. Cuando llegó el protector de la Ley, fue directo: está manejando un vehículo con cuatro personas en la parte trasera y eso está prohibido en el reglamento. Lo que procede es asegurarles el vehículo y que pasen la noche detenidos, porque a esa hora ya no los atienden. Así que, mejor “móchense” con lo que traigan y se pueden ir. Ante la discusión de los jóvenes y la exigencia  -e insistencia- de los oficiales, estos terminaron retirándose con 140 dólares de “mochada”. Por supuesto, los policías municipales que suelen pedir mochada, lo hacen únicamente con aquellos conductores cuyos vehículos portan placas de Estados Unidos. Al acudir a presentar una queja, en el Ayuntamiento de Rosarito les dijeron que tendrían que ir los jóvenes extorsionados y proporcionar el número de patrulla de los oficiales que les solicitaron el efectivo, el cual no anotaron por el temor, la premura y la oscuridad de la noche. Pero pues, hay itinerarios, cámaras y guardias asignadas en la Municipal, no sería tan difícil dar con los ladrones… si quisieran.


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Autor(a)

Redacción Zeta
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