De todas las nominadas en el rubro de Mejor Película para el Óscar, esta es la más débil., y todo porque curiosamente en 1996, Caroline Link dirigió una cinta con el mismo tema: una familia de sordomudos con una hija que no tiene esta discapacidad, pasa su infancia fungiendo como la intérprete en casa con el mundo exterior y, llegada la adolescencia, busca su propio camino en la música.
A diferencia de “CODA”, la cinta alemana a la que hago referencia acentúa muchísimo mejor la lucha interna de Lara, la protagonista, por hacer valer su voz y de la familia que se niega a dejarla seguir su camino.
En la cinta de 2021, Ruby Rossi (Emilia Jones) es quien lleva a cuestas la responsabilidad de vincular a sus padres y a su hermano con el resto de la sociedad, incluso trabajando en el negocio familiar antes de ir a la escuela, hasta que llega el momento en que descubre su pasión por el canto al participar en el coro del bachillerato.
Basada más bien en un largometraje que en 2014 produjo Francia, también con el título de “CODA”, Sian Heder reescribió una historia ya hecha y la dirigió con más humor, ternura, sí, sin sacrificar el conflicto que todos los personajes comparten.
La realización es buena y la actuación estelar de Emilia Jones ofrece todos los matices que el rol exige para encabezarlo a la perfección. El problema es que los antecedentes merman un filme repetido, que no va más allá de lo ya hecho por otros cineastas casi al pie de la letra.
Si se trata de ver “CODA” como una opción para pasar un buen rato, ver un elenco sólido -en el que andan por ahí Eugenio Derbez y la veterana Marlee Matlin-, no se diga más. Pero hasta ahí. ***
Punto final.- A ver qué tanto se ha recuperado la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood tras la desastrosa ceremonia del Óscar de 2021. Lo sabremos este domingo 27 de marzo.