En Ensenada, un infractor burla a jueces cívicos, y al parecer estos favorecen al mismo. Además de dos policías incumplidos en su encomienda. Pequeñas tareas no las hacen, qué será de las grandes, de las malas actuaciones y decisiones de jueces, desde cívicos a penales, y de policías, ya que de ambos depende la seguridad. Dejan malas consecuencias a corto o a largo plazo.
Al encontrarme enfermo, el día 21 de octubre de 2022, a solicitud mía acudió mi hijo ante Jueces Calificadores para que fuera citado el infractor del Reglamento de Tránsito Municipal en sus Artículos 73-1 y 73-16, por molestias, provocaciones e incitar a la violencia, el C. Francisco Nava Hernández, con domicilio para ser notificado en Calzada Cortez #1957, col. Madero de esta ciudad de Ensenada, con teléfono (646) 176-96-55.
El juez calificador Jonathan Donneth Anaya Sánchez le dijo al solicitante, al parecer tratando de que se desistiera en citarlo: “Cuando sea este problema, llámele a Tránsito Municipal; y si no actúan, proceda”. Se le dijo que varias veces se ha llamado a Tránsito Municipal, se le explicó del asunto con evidencias, fotografías, etc… Y le dijo que no se trata de vigilar al infractor.
En una audiencia ante la entonces juez calificador Johana Estela Chávez Jacinto, ex candidata a diputada federal, el mismo citado que nos ocupa el día de hoy, se comprometió a respetar el Reglamento de Tránsito y decirles a sus trabajadores que lo respetaran. Lo firmó dicha autoridad. No lo amonestó. No lo apercibió. No lo sancionó. Salió más empoderado, burlando leyes, autoridades y más; burlando a esa misma juez (que actuó como escribana, no como juez), a los Reglamentos de Tránsito, al suscrito y más. (Se le entregó al juez copia de dicha audiencia, de la cual anexo documento).
Fijada la fecha de cita para el 9 de diciembre a las 17:00 horas (47 días de distancia), acudimos en tiempo y forma el suscrito y mi hijo; nos presentamos en recepción a las 16:45 horas a la audiencia en la cual citaron al C. Francisco Nava Hernández. Nos dijo el juez mencionado que se le iban a dar 15 minutos de tolerancia. Permanecimos de pie (porque las sillas que antes había nos las quitaron) 45 minutos hasta las 17:30 horas, que nos llamó el juez. Al pasarnos a la audiencia, dice: “No se presentó el citado porque la policía encontró cerrado el taller”. Este fue el oficio que le dirigieron al director de la Policía los oficiales.
Mi hijo solicitó copia del expediente. Contestó el juez: “Mañana le resuelvo, ya que necesito consultarlo. Yo no puedo decidir”. Al teléfono de mi hijo, el 8 de diciembre le avisa que la nueva cita es el 9 de enero de 2023 a las 17:00 horas (a 33 días de distancia); y de las copias del expediente, que luego le avisaba. Nunca avisó.
Sr. Presidente, estos jueces al parecer no están capacitados; o tratan de evadir con su encomienda; o no tienen manera de atender al agraviado, al parecer favoreciendo a los infractores. No es trato digno para el agraviado, ya que no avisaron en tiempo y forma la “no” notificación. No hicieron uso de sus facultades para hacer efectivo el citatorio para que dicho individuo no siga burlándose de la anarquía que prevalece en la ciudad de Ensenada, refiriéndonos al caso que nos ocupa el día de hoy en sus Leyes y Reglamentos. Al obstruir la visibilidad ha causado accidentes.
No son minutos de obstruir, como dicen los mecánicos del taller “Nava” y el mismo multicitado. Se anexaron al expediente y presenté fotografías grabadas de cámaras de seguridad con fecha y hora, de una de tantas en que el citado dejó abandonada una pick up de su propiedad por seis días consecutivos en la vía pública, obstruyéndome parte de un cajón de estacionamiento en Calzada Cortez, entre #1960 y #1980; a los seis días yo llamé a Tránsito, acudiendo el oficial Matus. Esas fotografías mostré a la entonces juez Johana Estela Chávez Jacinto; el denunciado reconoció que sí dejó abandonado el pick up los seis días. (En E.U. sí son muy respetuosos de Reglamentos y Leyes).
Los infractores aprovechan la “tolerancia” de las autoridades para vivir como en la selva. Al parecer el juez Jonathan Donneth Anaya Sánchez trató de favorecer al infractor, ya que al mostrarle fotos, el juez me dijo: “Yo no veo que le estén bloqueando”. Le mostré de nuevo las fotografías, y dijo: “Ah, no, ésta no la había visto cuando pasé. Eso (bloquear parte de acceso a estacionamientos privados, provocación e invadir totalmente la franja roja) llámenle a Tránsito Municipal”.
Le expliqué que acudimos ante jueces porque son molestias reiteradas, provocación, incitar a la violencia, las cuales están tipificadas en el Reglamento del Bando de Policía y Gobierno. Preguntó el juez: “¿Después de que vino a citarlo Usted se siguen estacionando así?”. Al parecer el juez está esperanzado a que el citado, por unos días ya no se estacione bloqueándome el acceso, y tampoco en esa franja roja, y que pasado el tiempo -como está demostrado- vuelva a hacer lo mismo, convirtiendo leyes y reglamentos en juego de niños.
Como servidores públicos, se les paga para cumplir con su encomienda, están facultados. Habrá quien se quedó sin darle seguimiento al citatorio de una autoridad. El director de Policía, por oficio debió exigir que esos policías (desconozco sus nombres, al no tener acceso al expediente) cumplieran con su encomienda y no dar un pretexto infantil al decir que estaba cerrado el taller (lo cual es delicado, ya que es el área de Seguridad Pública), y darle contestación debida al juez, que no se notificó. Y si el juez recibió la información, debió hacerle llegar al solicitante dicha información, teniendo todos los datos, incluyendo el teléfono, y no esperar hasta el día de la audiencia (45 días), cuando se nos informó.
Una verdadera burla y desconsideración hacia una persona de 70 años que permaneció de pie 45 minutos.
Atentamente,
José de Jesús Marques Pérez.
Ensenada, B.C.
