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sábado, abril 6, 2024
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Cayéndose a pedazos

El operativo donde elementos de la Policía Municipal de Mexicali capturaron a Felipe Eduardo Barajas Lozano “El Omega” (Se presume inocente mientras no se declare su responsabilidad por la autoridad judicial, Art. 13, CNPP) tuvo una serie de imágenes trascendentes, pero sin duda la más pintoresca la ofreció la unidad 4261 de la Policía Municipal de Mexicali, corporación dirigida desde hace menos de dos semanas por el conocido abogado Pedro Ariel Mendívil García.

Ese 27 de diciembre, fecha del tremendo operativo para capturar a “El Omega” junto con otras cuatro personas que realizaron detonaciones de arma de fuego por varias vialidades de la zona dorada de Mexicali, tuvo una respuesta destacada de la corporación municipal, quienes lograron cerrarles el paso y aprehenderlos frente al residencial Segovia.


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Tras la intervención, un grupo de agentes trasladó a los implicados a la Comandancia de la Policía Municipal y, horas después, otro convoy llevó a las mismas instalaciones el vehículo de los detenidos: un Jeep Rubicon de color blanco y de reciente modelo.

Momentos antes de llegar al edificio, sobre la Calzada Héctor Terán Terán, la última unidad del convoy que escoltaba el auto, comenzó a fallar, hasta que finalmente se apagó en medio de la vía pública, provocando que los uniformados de la unidad 4261 se vieran obligados a descender de la misma y empujarla por varios metros hasta la Comandancia.

Con el apoyo de sus compañeros que detuvieron el tránsito, lograron cruzar la calle, exhalando de forma desesperada mientras mantenían su empuje hasta los patios de “01”, como se conoce al edificio.


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Más allá de lo irónico -e incluso chusco- que resulta la imagen, la realidad es que exhibe las terribles carencias de una corporación que hace más de diez años llegó a ser considerada la mejor Policía Municipal de México, y ahora las malas administraciones municipales la ha encallado. En tanto, los integrantes de la delincuencia organizada hacen cada vez mayor presencia.

La corporación que Joel Hidalgo Dueñes le dejó a Pedro Ariel Mendívil, actual jefe policíaco de Mexicali, se encuentra en una situación precaria, pues no cuentan con chalecos antibalas, ni con un equipo de comunicación funcional, a lo que se suman patrullas viejas y en mal estado.

En esas condiciones, la corporación se esfuerza por sacar los resultados adelante, por lo que se confirma que el problema no es la tropa, sino las malas administraciones municipales y federales, pues mientras las primeras no destinan los recursos suficientes, los segundos les restringen los apoyos para impulsar su mejora.

Los dos últimos años han sido los más violentos en la historia de Mexicali, pues en este periodo casi se alcanzan los 500 asesinatos, una cifra impensable antes de 2019.

 

BONILLA, NI INGENIERO NI ADMINISTRADOR

Con la novedad que el ex gobernador Jaime Bonilla Valdez no se preocupa en ser preciso respecto a su trayectoria académica en ningún documento, incluso en los que presenta ante instancias federales.

Según una revisión del currículum que presentó ante el Senado de la República, cuando asumió el cargo en 2019, se dijo licenciado en Administración de Empresas egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), carrera que cursó -según dice- del año 1979 a 1983; además, aseguró contar con maestría en Administración Pública por la National University de San Diego, California.

Luego, cuando en marzo de 2019 entregó su declaración patrimonial como súper delegado del Gobierno de México en Baja California, lo hizo como ingeniero industrial, de la propia UNAM, con maestría en la misma institución educativa californiana.

Cierto es que el ex mandatario bajacaliforniano nunca presentó documentación que lo acredite como profesionista. Lo curioso es que, mientras afirma contar con título profesional, en el Registro Nacional de Profesionistas (RNP), de acceso público, no existe una sola cédula registrada a nombre de Jaime Bonilla Valdez.

 

Autor(a)

Eduardo Villa
Eduardo Villa
Periodista desde 2011 y corresponsal en Mexicali del Semanario Zeta. Participante del Border Hub del International Center for Journalists y coautor del libro “Periodismo de Investigación en el ámbito local: transparencia, Acceso a la Información y Libertad de Expresión”
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