Durante el bienio de Jaime Bonilla Valdez, el trámite para obtener una licencia de automovilista, fuera por primera vez, renovación o reimpresión por extravío, se convirtió en todo un viacrucis. Los bajacalifornianos tenían que armarse de valor y de paciencia para a veces perder todo un día en realizar un trámite que, en el sexenio anterior al de Morena, era cosa de media hora. A cambio del lastre, Bonilla ordenó y le fue aprobado por sus diputados, la emisión de licencias de conducir sin vencimiento. Por supuesto, incrementó el costo de la misma, pero aseguraba tramitarla sólo una vez en la vida (si no la pierden). Total, eso está a punto de terminar. El gobierno de Marina del Pilar Ávila Olmeda ha enviado una iniciativa al Congreso del Estado, para que las licencias de conducir tengan una vigencia de tres y de cinco años, según lo que esté dispuesto a pagar el ciudadano. Iniciativa que seguramente le aprobarán los diputados de Morena y aliados. Así que, si el Lector desea una licencia sin fecha de vencimiento (las que ya se emitieron se respetarán en la nueva legislación), vaya y tramítela ya, porque están a punto de ya no existir. Claro, si tiene tiempo y paciencia, porque las filas y la lentitud en el servicio persisten.
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