Carlos Alberto Flores, ex comisionado de la Guardia Estatal de Seguridad e Investigación (GESI), quien percibía el sueldo más alto de la administración estatal -casi 170 mil pesos mensuales-, se aventó otra mentirilla, pues a pesar que previo a su salida de la fiscalía estatal, comentó a reporteros que el 15 de noviembre había solicitado vacaciones y se presentó el 7 de diciembre a las instalaciones de la FGE en Tijuana a encabezar una conferencia de prensa junto con el ex fiscal Guillermo Ruiz Hernández, cuando este anunció su renuncia al cargo para el que fue designado por cinco años, al inicio de la administración de Jaime Bonilla. Total, que, para esas alturas, Flores ya no tenía ni cargo, ni encomienda, ni nada qué hacer en una conferencia oficial, pues presentó su renuncia formal para hacerse efectiva desde el 15 de noviembre de 2021. Lo cual puede observarse en el oficio FGE/OM-DCH/2958/2021, donde la misma Fiscalía general del Estado informa de la renuncia voluntaria que presentó el hoy ex funcionario estatal. Lo que llama la atención es que tanto el encargado de despacho de la FGE, Hiram Sánchez Zamora, como Ruiz Hernández, intentaron aparentar hasta el 7 de diciembre que Flores seguía laborando, al grado que no ha entregado la totalidad de informes y bienes de su administración, lo que ha ocasionado molestias de los nuevos ocupantes, quienes saben que ya renunció y busca colocarse en otro gobierno, pero que en BC lo están protegiendo. ¿Por qué?
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