Más de 10 patrullas custodian el campamento de El Chaparral en Tijuana en lo que las autoridades definen la estrategia para liberar el espacio de cruce fronterizo.
Aunque no se tiene ni estrategia ni plazos, lo único que se presume es que los migrantes que habitan en el campamento El Chaparral serán reubicados sin violencia, fue lo que expresó la gobernadora Marina Del Pilar Ávila Olmeda ante el problema social en el único puerto fronterizo entre México y Estados Unidos que no podrá abrir este 8 de noviembre cuando se retiren las restricciones de cruce aplicados por la contingencia sanitaria.
“Lo vamos a hacer en orden. No va a haber violencia. No hay fecha todavía”, contestó la gobernadora Marina del Pilar al Semanario ZETA.
Hasta ahora se tienen censados a los migrantes, se presume que hay más de mil 600 personas viviendo en las casas de campaña, que 600 son menores de edad y que 4 de cada 10 son extranjeros. Mientras las autoridades de Protección Fronteriza (CBP por sus siglas en inglés) confirmaron que El Chaparral seguirá en suspensión para cruces fronterizos, el Ayuntamiento sigue en búsqueda de un espacio y estrategias para reubicar a las familias de manera pacífica, dicen.
“Estamos revisando todas las opciones, estamos revisando para mejorar las condiciones en las que se encuentran los migrantes, la zona también protegerla y que sea lo más adecuado para todos”, comentó la gobernadora entrevistada en el evento “Tijuana la Frontera que Canta”, que se realizó esta mañana en el malecón de Playas de Tijuana.
Actualmente, el campamento está cercado con malla ciclónica de aluminio, hay diez patrullas que vigilan la zona para controlar el ambiente dentro del espacio migrante. Para salir y entrar al campamento, cada persona debe mostrar su identificación del censo hecho por el Ayuntamiento. Desde febrero hasta finales de octubre de 2021 fue un espacio que se mantuvo en desorden por el abandono de las anteriores autoridades municipales y estatales en Baja California.
