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viernes, febrero 16, 2024
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Castro Ponce, después de la fractura, la “línea institucional”

El nuevo dirigente del partido oficial en Baja California admite que después de su elección en el cargo (13 de septiembre de 2020) hubo “muchas fracturas” en Morena. Dijo que no pretende meterse “en problemas de grilla” y que buscará “crear institucionalidad”. Respeta al ex gobernador Jaime Bonilla, quien impulsó su designación cuando ya había un líder partidista, sin embargo, pondera “la unidad” impulsada por el presidente nacional, Mario Delgado

César Castro Ponce, quien llegó a la dirigencia de Morena en Baja California a raíz de que un grupo de consejeros lo nombró en el cargo cuando Ismael Burgueño Ruiz estaba ejerciendo dichas funciones, admite que en el partido oficial “ha hecho falta” institucionalidad y trabajará en ello una vez que se formalizó su nombramiento el 8 de noviembre.


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En entrevista con ZETA, aseguró que en su calidad de presidente del Comité Ejecutivo Estatal de Morena no pretende incurrir en acciones que den lugar a conflictos partidistas: “Creo que la militancia ya nos conocemos, la mayoría tenemos ahora sí que tiempo en esto, creo que saben que venimos a trabajar, que no venimos a meternos en problemas de grilla ni esas cosas que no abonan; a mí me gusta mucho la institucionalidad, entonces, voy a buscar crear esa institucionalidad”.

Castro reconoce que después de la asamblea del 13 de septiembre de 2020, en la que el entonces gobernador Jaime Bonilla Valdez y otros consejeros estatales lo eligieron líder de Morena, hubo “muchas fracturas” en esa fuerza política. Sin embargo, actualmente el partido se encuentra “bien”.

Sobre ese hecho (haber sido designado dirigente partidista cuando ya había alguien desempeñándose como tal) recalcó que desde que Bonilla dejó el cargo en el ánimo de buscar una senaduría en 2018, las riendas del partido estuvieron únicamente en manos de delegados (Alejandro Álvarez, Leonel Godoy, Ismael Burgueño).


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César Castro Ponce.- dirigente estatal MORENA en Baja California

“Nosotros como Consejo ya habíamos hecho varias intentonas de cubrir esos espacios vacantes, no nada más de la presidencia, sino de algunas otras secretarías que estaban los espacios vacantes, pero no se había podido lograr por la falta de quórum. Fue hasta la asamblea de 2020 cuando logramos obtener el quórum y entonces ya se pudo validar estas sustituciones”, explicó en entrevista con este Semanario.

También sacó a colación el largo camino que implicó concretar su nombramiento: “Nos vimos envueltos en una serie de trabas legales, de impugnaciones donde se nos da ahora sí que la razón por allá de finales de diciembre, se le ordena en este caso a la Comisión Nacional de Honestidad de Justicia y al Comité Ejecutivo Estatal que se reconozca a la nueva dirigencia”.

Pese a ello, procedieron otros recursos: “Hubo más impugnaciones, el proceso se fue alargando, se fue de un tribunal local a la Sala Regional en Guadalajara, y a final de cuentas, por el 4 de mayo si no me equivoco, es cuando ya el tribunal dice ‘se tiene que reconocer a la nueva dirigencia’”.

Con todo y que desde entonces se resolvió a su favor, el Comité Ejecutivo Nacional, encabezado por Mario Delgado Carrillo, no había procedido con la designación. A propósito, Castro Ponce explicó que finalmente el nombramiento se formalizó en razón de que el CEN aprovechó que en otras entidades federativas tampoco había dirigencia estatal de Morena, de tal forma que en la sesión del lunes 8 de noviembre cubrió las vacantes de manera conjunta, con delegados en aquellos estados y con dirigente en Baja California.

En el tiempo que corrió a partir de la consabida resolución del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, Castro se mantuvo en contacto con integrantes del Comité. “Habíamos tenido acercamiento con ellos, los temas siempre fue unidad, trabajar de la mano, cosa que estuvimos haciendo con el delegado Ismael Burgueño, que venía fungiendo como presidente o con funciones de presidente, y ahora sí que nosotros siempre hemos buscado ser institucionales. Dentro de nuestro partido, seguimos la instrucción, estuvimos trabajando, coordinando el tema de la afiliación, de la conformación de comités”, expuso.

El miércoles 10, fecha en que se otorgó el nombramiento en Ciudad de México, tanto Burgueño Ruiz (designado delegado político) como él tuvieron “la oportunidad” de conversar con Delgado Carrillo, “y nos encargó muchísimo el tema de la unidad, que sigamos trabajando coordinados, y yo creo que por ahí tiene que ser el mensaje”.

En cuanto al trabajo en coordinación con Burgueño, reveló que el ex candidato a la alcaldía de Tijuana lo ayudará a desarrollar los temas de organización del instituto político. “Él va a ser un enlace con el Comité Ejecutivo Nacional, ya empezamos a plantear un poco las estrategias que vamos a seguir, pero, sí, la idea es que va a estar acompañándonos en todo momento”.

Sobre las desacreditaciones que hacia el final de su administración hizo Bonilla Valdez en alusión a Delgado Carrillo, a quien acusó de entrometerse en el ámbito de decisión del Congreso de Baja California, Castro se dijo respetuoso de “la figura del ex gobernador”.

Abundó: “Es un personaje importante de nuestro Estado, fue un pilar muy importante para lo que hoy es Morena en Baja California y no nada más en Baja California, sino en el país, porque a él le tocó construir en varios estados de la mano de nuestro Presidente (Andrés Manuel) López Obrador y definitivamente que su palabra siempre impacta; su opinión yo la respeto”.

No obstante, “Mario Delgado está haciendo buen trabajo, tiene muy buenos proyectos, muy buenas iniciativas, está buscando y trabajando mucho el tema de la unidad, es uno de los temas (partidistas) principales”, puso de manifiesto.

Sobre su permanencia en la dirigencia, César Castro aclaró que “no hay un tiempo marcado con una fecha”, con todo y que estatuariamente “los periodos son de tres años”, el último (2015-2018) “no se cumplió”, toda vez que “el padrón de Morena está impugnado”. Manifestó que prioritariamente se debe llevar a cabo una depuración de la membresía por disposición del Instituto Nacional Electoral para abrir un nuevo periodo formal.

De momento, “hay un plan por parte del Comité Ejecutivo Nacional, para que en agosto del próximo año se puedan emitir convocatorias a nivel nacional para en el mes de septiembre estar haciendo asambleas y en octubre del próximo año se puedan renovar las dirigencias ahora sí por un periodo de tres años, un periodo ordinario, como lo marca el Estatuto; sin embargo, es apenas un plan”.

Por lo que respecta a sus planes de trabajo como dirigente, reveló que consistirán en fortalecer la estructura del partido, “esa va a ser la clave, seguir trabajando, seguir trabajando en la estructura, fortaleciendo las bases del partido a base de comités seccionales y el tema de la unidad”.

En términos generales, dijo, se dará prioridad a las tareas de estructuración: “Nuestro Estatuto nos dice que la parte toral de nuestro partido es las bases, los comités, la gente, los militantes, y queremos organizarnos a través de ellos”.

Con miras a fortalecer las bases, el padrón de nueva cuenta se cerraría. “A partir del 1 de octubre, estuvimos afiliando durante todo el mes de octubre, y ahora, bueno, vamos a tener un pequeño cierre otra vez, porque estamos reestructurando la estrategia”.

A decir del entrevistado, la decisión de suspender las afiliaciones obedeció al objetivo de “evitar la afiliación corporativa, la afiliación masiva o la afiliación para otros fines, para fines individuales”, toda vez que en su momento “hubo ciertos personajes que estuvieron buscando el afiliar por afiliar y no tanto armar una estructura”.

En referencia a los comités que Gibrán Ramírez Reyes integró en estados como Baja California, según dio cuenta el ex aspirante a la dirigencia nacional el 13 de agosto en Tijuana, Castro Ponce opinó que si bien, pueden obedecer a “una buena intención”, confunden a la militancia, “que al final del día se pregunta lo hacemos a través de acá, de allá…”.

De modo tal que “lo que le pido no sólo a él, sino en general a los militantes del partido, es que sigamos la línea institucional y a los personajes con los cuales se tiene que dirigir esos trabajos”, resolvió.

Castro también se refirió a la solicitud de expulsión de figuras como el ex presidente del Consejo Político estatal, Rafael Figueroa Sánchez, o la senadora Alejandra León Gastélum, emprendido a partir de un recurso interpuesto por Joel Jiménez Vega y Raúl Harari Soto, bajo el argumento de que apoyaron a Jorge Hank Rhon como candidato de Partido Encuentro Solidario al gobierno de Baja California.

“Yo no presenté denuncia ante nadie, sé que muchos compañeros del partido lo hicieron, a varios personajes, pero dependerá de las pruebas presentadas y será decisión de la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia si se les amonesta, si se les expulsa, si se les suspende algún periodo, habrá que esperar”, expresó el nuevo líder partidista.

 

RELACIÓN CON REPRESENTANTES POPULARES

César Castro Ponce dijo tener “muy buena relación” con la nueva gobernadora, Marina del Pilar Ávila Olmeda: “Hemos trabajado coordinados durante mucho tiempo, he estado en contacto vía telefónica con ella y todos en el mismo sentido de la unidad y de trabajar tanto partido como gobierno de la mano”.

Añadió que en lo particular, busca que Morena “sea una herramienta de apoyo” para la administración estatal, al igual que para los gobiernos municipales, donde el instituto político se erige como partido en el poder.

Sobre la presencia de figuras con ascendencia panista o priista en administraciones emanadas de Morena, como Saúl Osnaya y Raymundo Vega, o Alejandro Arregui y Roberto Haro, en el caso del gobierno encabezado por Ávila Olmeda, “hay muchos morenistas inclusive en los (cargos) de primer nivel, lo que pasa es que a veces nos llama más la atención el que viene del azul o el que viene del rojo, y nos enfocamos en esa otra parte”.

Y agregó:

“Hablando primero del Gobierno del Estado, confío mucho en que la gobernadora está buscando sumar a los mejores perfiles y le doy el voto de confianza, porque conozco el trabajo que viene realizando, lo que realizó en Mexicali como presidente municipal”.

En ese tenor, “de igual manera yo le daría el voto de confianza en este caso a la presidente municipal (de Tijuana) Montserrat Caballero, hay que darle ese voto de confianza y esperar que los resultados se empiecen, a final de cuentas, para que su gobierno funcione son ellos los responsables, los que tienen que decidir quién ocupará cada cargo”.

 

COMITÉ A MEDIAS

El presidente del Comité Ejecutivo Estatal afirmó que en la asamblea del 13 de septiembre de 2020, en la que se le designó para desempeñarse en el cargo, igualmente se eligió a distintas figuras para cubrir la cartera vacante del CEE.

Sin embargo, la dirigencia nacional no ha procedido en su totalidad con los nombramientos formales correspondientes, y, por lo que respecta a las áreas de Secretaría General, Organización, Comunicación, Jóvenes, Arte y Cultura, se encuentran acéfalas; al igual que las dirigencias municipales en todo Baja California.

Según concluyó Castro Ponce, cubrir esos espacios al interior del partido, algunos de los cuales pudieran reactivarse con la convocatoria que de manera tentativa se pretende emitir el próximo año, contribuirá a sacar adelante los trabajos de organización en Morena.

Autor(a)

Eduardo Andrade Uribe
Eduardo Andrade Uribe
Licenciado en Comunicación por la Universidad Iberoamericana Ciudad de México; con certificado de terminación de la maestría en Cultura Escrita otorgado por el Centro de Estudios Sor Juana. Activo en semanario ZETA dese 2005.
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