Mientras en la Secretaría del Trabajo y Previsión Social niegan que haya denuncias sobre empresas con empleados contagiados de COVID-19 laborando, la Secretaría de Salud admite que reciben hasta once denuncias contra empresas a la semana, aunque no todas llegan a clausurarse. En Tijuana, trabajadores de Constructora ICA denunciaron desatención por parte de la compañía; se contagiaron de SARS-CoV-2
Trabajadores de la empresa Constructora ICA denuncian que alrededor de 30 compañeros, provenientes de otros estados, sufrieron contagios de COVID-19 y fueron hacinados por la empresa, sin tratamiento y sin dejarlos salir a solicitar ayuda.
Varios trabajadores, sobre todo de un nivel más alto en la jerarquía laboral, interpusieron una denuncia ante la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) federal, por ser una empresa con presencia en todo el país, pero hasta el momento no han obtenido respuesta.
Luis (quien decidió cambiar su nombre por temor a represalias) comentó a ZETA que él llegó a trabajar a Constructora ICA como chofer, proveniente de Chihuahua. Fue contratado, al igual que otros trabajadores, para participar en el proyecto de reencarpetado y mantenimiento de la pista de aterrizaje del Aeropuerto Internacional de Tijuana.
Muchos de los contratados provienen de entidades federativas y comunidades de escasos recursos, como Chiapas, Oaxaca y Guerrero, a quienes ofrecen transporte, hospedaje y comidas en lo que dura el proyecto. Sin embargo, no vienen vacunados o tienen el esquema incompleto, haciéndolos más vulnerables a contraer COVID-19 en una entidad federativa que ocupa los primeros lugares en contagios y casos activos.
“Me contrataron como chofer de camioneta, dimos positivo y la empresa no nos permitió una atención médica. En lo personal, nunca me brindó una atención médica o un médico, como soy paramédico, conseguí medicamento por mi propia cuenta y pagué mis estudios, porque nos tenían como secuestrados”, dijo uno de los afectados.
Ante las constantes violaciones a los protocolos de salud y derechos laborales, Luis decidió interponer una queja ante la STPS federal, de la cual no ha obtenido respuesta.
“Para poder salir y recibir atención médica por cuenta mía, me exigieron que firmara mi renuncia y firmarles un documento en el que decía que me habían dado atención médica oportuna, en base a la Ley Federal del Trabajo, cosa que nunca fue así”, denunció.
A todas las personas las tenían en hacinamiento en una especie de campamento, donde había más de 200, mientras que los contagiados de COVID-19 fueron aislados en cuartos donde metían a grupos de cuatro a cinco por habitación, “no nos dejaban salir en absoluto, ni siquiera asomarnos a la puerta porque querían tener todo muy hermético”, reveló.
NUNCA HUBO PROTOCOLO DE SALUD
Tanto Luis como sus compañeros, se contagiaron a mediados de septiembre y principios de octubre; una de las razones es que nunca hubo un protocolo de seguridad e higiene a cumplir al pie de la letra.
“Como operador de transporte de personal, les pedí cubre bocas, que mantuviéramos una sana distancia; les pedí gel, desinfectantes, pero lejos de eso, me tacharon como ‘grillero’ y se empezaron a dar los contagios”, mencionó.
“A los ingenieros los trataban muy bien, pero en el caso del personal de toda la operación: albañiles, asfalteros, carpinteros, toda la gente que hacía la obra, que era la población mayor, prácticamente estábamos en unas galeras, en una bodega”, continuó.
Tanto el testimonio como las fotografías que pudo tomar del hacinamiento, fueron enviados a la STPS federal, donde le comentaron que ICA era muy fuerte, “por lo que básicamente me dieron el avión”.
En cuanto a las condiciones de hospedaje, llegaron con la promesa de una vivienda digna y alimentación estable, “pero nunca se nos dijo que nos lo iban a cobrar, al último nos están cobrando todo, tampoco están respondiendo en cuestiones de salarios, quedan en una cosa y no se cumple, son muchas las anomalías que se tienen en ese proyecto en específico”, detalló Luis.
Algunos empleados solicitaron ser vacunados, en su caso, la aplicación de la segunda dosis de Pfizer/BioNTech, pero la empresa se negó.
NO RESPONDIERON
ZETA realizó recorrido en las dos sucursales de Constructora ICA, en el poblado de La Gloria, otra en el Centro y en la oficina corporativa, ubicada en una casa de Avenida Las Ferias, pero en ninguna se obtuvo respuesta por parte de los encargados de la empresa.
Incluso, al contactar a uno de los empleados de nombre Roberto, pretendió cobrar por dar información, pues “si la empresa para la que trabajo no nos puede dar lo que buscamos, por algún otro lado se puede obtener”.
Al acudir a las instalaciones en Zona Centro, se constató que estaban vacías, mientras que en la ubicada en Avenida Adolfo López Mateos del fraccionamiento La Gloria, sí había gente en su interior, algunos lavando ropa y otros tantos afuera de una especie de regaderas, pocos de ellos con cubre bocas.
Este Semanario intentó contactar a las autoridades de Constructora ICA vía telefónica en Tijuana y Ciudad de México, aunque sin éxito.
NO HAY DENUNCIA
Luis Javier Algorri, secretario del Trabajo y Previsión Social en Baja California, asegura no haber recibido denuncia contra Constructora ICA, sin embargo, si fue puesta ante la dependencia federal, ellos deben darles la indicación para inspeccionar a nivel local.
“No tengo quejas que se hayan presentado contra esta compañía”, y precisó que la dependencia federal se encarga de verificar el cumplimiento de las normas de trabajo, mientras que la oficina a su cargo revisa las condiciones generales de trabajo, como la falta de Seguro Social o el pago de aguinaldo y vacaciones.
Algorri destacó que no han tenido situaciones similares, sin embargo, Alonso Pérez Rico, titular de la Secretaría de Salud en el Estado, afirmó que en los últimos dos meses cerraron dos por situaciones similares.
CIERRE ES INTERINSTITUCIONAL
En entrevista con ZETA, Alonso Pérez Rico comentó que no es la primera vez, en lo que va de la pandemia, que se reportan este tipo de escenarios en empresas, por lo que de inmediato se notifica a la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Coepris).
“En cuanto recibimos un reporte, hacemos visitas a donde precisamente tienen a los trabajadores durmiendo o estando después de sus jornadas laborales, hemos cerrado empresas por eso, llevamos dos empresas cerradas. Absolutamente todas las denuncias de esta índole, se procesan a través de Protección a la Salud, de Extensión de Cobertura y de Coepris, todas. Estoy hablando que no es una denuncia que tenemos en una semana, son varias denuncias a la semana, que vamos y hacemos las visitas”, refirió.
En promedio reciben alrededor de once denuncias relacionadas con este tipo de trato de empresas hacia sus empleados, pero no en todas se procede a una clausura, “porque la verdad de las cosas, lo que están denunciando simple y sencillamente no pasa, pero en algunos otros sí, al grado de que hemos tenido que cerrar empresas”, mencionó el funcionario estatal.
Parte de las quejas que reciben, son por falta de espacio suficiente entre cada empleado, espacios cerrados mal ventilados, transporte de riesgo, entre otros.
“En el caso que se comenta, se identifica fácil, son empresas que traen a sus trabajadores del Centro o Sur del país, los tienen en jornadas laborales, terminan su jornada y se los llevan a estancias o casas donde hay demasiadas personas ahí, no hay suficiente espacio, hay mala ventilación, en algunos casos extremos hay mala alimentación y ahí entramos nosotros. Coepris en relación a la vivienda, a la empresa; y Secretaría del Trabajo en relación a las condiciones laborales”, detalló.
Cuando una empresa cierra por este tipo de situaciones, los pacientes se tienen que atender. En caso de ser moderados o severos, son trasladados a hospitales, mientras que los asintomáticos o casos leves, deben ser aislados en hoteles, con cargo a la empresa.
Información obtenida por ZETA revela que una de las empresas clausuradas por este tipo de irregularidades es Unitech Foam Tijuana, ubicada en el Parque Industrial El Águila.
Sin embargo, para lograr que una compañía cierre, debe haber una coordinación por parte de todas las dependencias encargadas de verificar el desempeño de esta, ya que la mayoría sólo alcanzan multas por faltas administrativas, permisos o corrección de protocolos.
ESPERA FINIQUITO
Luis ha demandado a Constructora ICA para exigir el pago de su finiquito y prestaciones de Ley correspondientes, para ello, ha tenido que presentar recibos de nómina que también tardó en conseguir, pues se retrasaron un mes con el pago de su salario.
Regresó a Chihuahua y rompió toda relación con la compañía, por lo que sólo espera que las situaciones de salud y laborales de sus compañeros mejoren con la denuncia.