Jim Cummings interpreta a Jordan Hines a la perfección, y siendo que es el protagonista, ya supondrán qué nivel de película se tiene en la pantalla.
El papel no es nada fácil debido a las contradicciones de este personaje: un joven y ambicioso agente en Hollywood que parece más convencido de sus mentiras que de su realidad.
Se cree muy exitoso, y no lo es; le jura amor eterno y fidelidad a su prometida (Virginia Newcomb), pero en un momento dado, como dicen, la curiosidad mató al gato y lo demás fue historia.
El principio del fin se da con la llegada de un misterioso sobre morado que contiene los datos de una cita a ciegas. Por supuesto no hay firma.
Hines muerde el anzuelo y termina viviendo una aventura sensual que después confiesa a un amigo y colega (PJ McCabe). El misterio lo agobia y se obsesiona con resolverlo, no sin antes exhibir la falsedad del ambiente angelino de oropel sobre el cual Cummings pretende fincar una vida en apariencia, y sólo en apariencia, exitosa.
El desenlace es divertidamente inesperado, la sátira funciona y Cummings junto con Hines son geniales tanto como actores como desde la silla compartida del director. Qué refrescante y novedoso es este filme, de verdad. Vale la pena buscarlo vía streaming. Y mucho. ****
Punto final. – Vienen meses de series y, por fortuna, de las mejores películas también.