Mientras que a nivel nacional el Partido Acción Nacional (PAN) mantiene una postura opositora bastante clara, en Baja California ha sabido jugar a la simulación, e incluso -en algunas ocasiones- se prestan a hacer el trabajo sucio en beneficio del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena); o al menos de la futura gobernadora, Marina del Pilar Ávila Olmeda.
Salvo sus excepciones, como el regidor con licencia Héctor Ibarra Calvo, quien tomó una clara postura opositora -incluso crítico del propio panismo-, en los temas trascendentales del Ayuntamiento de Mexicali, el resto optó por asociarse o negociar con el partido en el poder, como si se sintieran cómodos administrando las derrotas o los pocos espacios que les quedan.
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Sí bien es cierto que Enrique Méndez Juárez, actual dirigente del partido y muy cercano amigo del esposo de la Gobernadora, Carlos Torres, termina su encargo este año, muy probablemente su grupo político logre mantener la dirigencia, por lo que observaremos las mismas conductas, puesto que se están negociando planillas de unidad dentro del blanquiazul.
Varios ejemplos hay para ello, como la regidora Cristina Mares Vejar, quien descaradamente se ha desvivido en halagos por la Gobernadora Electa, y de forma directamente proporcionada ha atacado pública y reiteradamente a la Alcaldesa Guadalupe Mora Quiñónez, uno de los principales personajes opositores del marinismo.
Con la intención de disimular el rompimiento de la bancada morenista y la Presidenta Municipal, lanzan como “kamikaze” a la edil panista para desacreditar a la enemiga política de Marina.
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Mares Vejar, al igual que su ex compañero de bancada y hoy diputado del Distrito VI, Diego Echeverría, trabajaron siempre de la mano con la entonces Alcaldesa Marina del Pilar Ávila, al grado que dentro de su equipo ya lo consideran “el diputado 18”, puesto que en cualquier eventualidad sufragará en favor de las causas de la Gobernadora, incluso de una forma más sencilla que otros morenistas.
Resulta preocupante que un partido como Morena tenga como única oposición a los propios militantes de su partido y que, por el contrario, encuentre tanta complacencia de otros actores políticos. Pero bueno, parece que el PAN se ha resignado a administrar derrotas.
AYUDANDO AMIGOS
Pues con la novedad de que el Fiscal Guillermo Ruiz Hernández tiene las prioridades un poco desviadas. El pasado miércoles 25 de agosto, el Congreso del Estado analizó la posibilidad de una ampliación presupuestal de poco más de 2.4 millones de pesos a la Fiscalía General del Estado (FGE) para la adquisición de 10 equipos de aire acondicionado para las lujosas oficinas del World Trade Center (WTC), donde actualmente despacha él y todo su equipo.
Las oficinas, que le cuestan al erario de los bajacalifornianos un monto de 4 millones de pesos al mes, pertenecen a su amigo y cliente Salomón Cohen, empresario radicado en el municipio de Tijuana.
Pues no conforme con pagarle una fuerte suma de dinero a su amigo, ahora además quiere equipar las instalaciones de un edificio que no le pertenece a la Fiscalía y que muy probablemente van a abandonar cuando llegue la próxima Gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda, porque realmente es un despilfarro que se contrapone a cualquier política de austeridad propuesta por el mandatario nacional, Andrés Manuel López Obrador.
Ahora resulta que no sólo les hace el favor a sus amigos para que hagan dinero con el recurso de los bajacalifornianos, sino que además los equipa. Mientras tanto, las unidades de la Guardia Estatal de Seguridad e Investigación (GESI) no cuentan con gasolina para patrullar las calles y llevar a cabo diligencias de investigación, al grado que han tenido que parar totalmente las unidades durante varios días.
No cabe duda que la frase “dignificar a la policía y a ministerios públicos”, tiene un significado muy diferente para el Fiscal Guillermo Ruiz, que para la ciudadanía.
