Nunca en la historia reciente de México y el mundo, se habían enlutado tantos hogares y personas como en la última década.
En nuestro país ya veníamos lamentando miles de vidas perdidas por la violencia y las enfermedades, pero las muertes a consecuencia de COVID-19 vinieron a hacer más triste el panorama.
Lamentablemente se siguen teniendo motivos de dolor por la ausencia de seres queridos. Y en la mayoría de casos los dolientes no saben cómo enfrentar el proceso psicológico, conocido comúnmente como duelo.
Como si no fuera suficiente con el sufrimiento por la ausencia de personas amadas, hay muchos casos en los que, además, hay que enfrentar problemas legales y económicos, así como el traumatizante proceso de contratación de servicios funerarios.
Pero el camino hacia la resignación y adaptación debe de ser ineludiblemente recorrido, puesto que de lo contrario, las consecuencias dolorosas continuarán por mucho más tiempo que en los casos en que se enfrenta adecuadamente el dolor.
De acuerdo a los expertos, el duelo comprende en general cinco etapas, recorridas secuencialmente; sin embargo, con lo compleja que es la mente humana, cada persona transita el proceso en forma distinta.
La primera fase es conocida como la de “negación”, en la cual quien sufrió una pérdida puede presentar diversas reacciones; especialmente cuando se presenta abruptamente, como cuando se produce un accidente mortal o una muerte súbita por un infarto. Ha habido también fallecimientos por coronavirus en donde la víctima perdió la vida en pocos días.
En esos casos, quien se encuentra en negación se resiste a aceptar que su ser querido ha muerto, aunque pudiera dar la apariencia de tener fortaleza, o incluso haber superado el trance (pero difícilmente puede suceder una aceptación tan rápidamente).
La segunda etapa es la de “la furia”, en donde, habiendo superado o no la negación, el dolor se manifiesta evidenciando ira o frustración ante lo irreparable; pudiéndose traducir en buscar culpables a quienes reclamar la pérdida, aumentando el dolor por la rotura o daño de la relación con alguien más.
En la tercera fase, la de la “negociación”, se asume una actitud adecuada a la situación, lo que permitirá atender circunstancias propias del caso y encaminarse a las próximas etapas del duelo.
En cualquier momento, ya sea concomitante o aislada, puede presentarse la cuarta etapa, la “depresión”, que es cuando la tristeza puede provocar aislamiento social, desinterés por todo, incluso por alimentarse; pero a pesar del dolor causado, es una parte del proceso que debe vivirse, para que se pueda lograr la sanación o equilibrio emocional.
Finalmente aparece la quinta fase, que es la de la llamada “aceptación”; aquí se espera que haya llegado la paz emocional y racional que proporcionen calma, producto de la resignación y preparación para seguir adelante. Supone la llegada de un estado de calma asociado a la comprensión, no solo racional, sino también emocional; entendiendo que, si bien la muerte es un momento ineludible en el ser humano, la vida tiene que continuar, a pesar de la ausencia de los seres queridos.
Pero, independientemente de la manera en que cada doliente procese el duelo, algo muy importante es que quien lo esté sufriendo -o alguien a su alrededor- logre percatarse de la necesidad de apoyarse en profesionales, o al menos en alguien con la capacidad de ayudar, con la finalidad de que el dolor no trascienda a un grado patológico.
Según una experta consultada personalmente, un tiempo estimado para recorrer las cinco fases del duelo serían aproximadamente tres meses; aunque cada caso puede ser diferente, pudiéndose recorrer en mayor o menor tiempo.
Nunca estará de más consultar a un psicólogo, tanatólogo o terapeuta.
Todo es cuestión de promover la cultura del duelo.
Alberto Sandoval ha sido educador de adultos, profesor de bachillerato, catedrático universitario, servidor público, conferencista, deportista y activista ciudadano.
Correo: AlbertoSandoval@AlianzaCivil.Org Internet: http://albsandoval.blogspot.com/
Facebook: Alberto Sandoval. Twitter: @AlSandoval
