El nombramiento de Carlos Ibarra Aguiar como asesor ejecutivo de la Presidencia Municipal de Ensenada, es una señal de que la relación entre el gobierno municipal y las cámaras del Consejo Coordinador Empresarial de Ensenada, no vive sus mejores momentos. Al estilo de los gobiernos de la 4T, al alcalde Armando Ayala Robles no le han gustado mucho algunas posturas públicas del organismo y sus agremiados, al punto de reclamarles -también públicamente- que resalten solo lo negativo sobre lo positivo, generando mala imagen y ahuyentando la posible llegada de inversiones. El hecho es que, a inicios de diciembre, Ibarra dejó la presidencia del CCEE para irse a la campaña de Ayala. Él dice que renunció, y el organismo asegura que lo removieron. Habrá que ver si hay una especie de operación cicatriz o de plano se trata de una declaración bélica velada. Por lo pronto, Ibarra Aguiar tiene la encomienda de gestionar “más inversión pública, al igual que la promoción económica”, y para ello volteó a otras latitudes como Tijuana y Puebla. También ya puso los ojos en algunos empresarios locales, pero aquellos que no están afiliados a cámaras ni al CCEE, claro está.
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