El presidente ruso Vladimir Vladímirovich Putin se reunió, este 16 de junio, durante casi dos horas, con su homólogo estadounidense, Joseph Biden, en la biblioteca de la villa La Grange, una mansión construida en el siglo XVIII, ubicada en Ginebra, Suiza.
A ambos mandatarios los acompañaron sus responsables de la diplomacia, el secretario de Estado estadounidense Antony Blinken y el canciller ruso Serguéi Lavrov. “Les deseo un diálogo fructífero que sea bueno para sus países y para el mundo”, dijo Guy Parmelin, presidente de Suiza, previo al encuentro.
Biden comentó que “siempre es mejor reunirse cara a cara”. Por su parte, Putin, agradeció a su homólogo estadounidense por “la iniciativa de reunirse”, porque “sé que ha estado en un largo viaje y tiene mucho trabajo”, dijo.
“Aun así, las relaciones entre Estados Unidos y Rusia tienen muchos problemas acumulados que requieren una reunión del más alto nivel y espero que nuestra reunión sea productiva”, agregó el presidente ruso.
Este encuentro sucede luego de que Biden realizó su primera gira internacional como presidente de EE.UU., en la cual visitó Reino Unido para participar en la cumbre del G7. El mandatario estadounidense también viajó a Bruselas, Bélgica, con motivo de la reunión entre los países integrantes de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Al comenzar su gira internacional el pasado 9 de junio, Biden prometió que le diría a Putin cuáles son “las líneas rojas” que no debe franquear. “No busco un conflicto con Rusia, pero responderemos si Rusia continúa sus actividades dañinas”, indicó el presidente estadounidense.
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— Insider Paper (@TheInsiderPaper) June 16, 2021
“Los líderes discutirán toda la gama de asuntos urgentes, en tanto buscamos restaurar la previsibilidad y la estabilidad de la relación entre Estados Unidos y Rusia”, dijo Jen Psaki, secretaria de prensa de la Casa Blanca, el pasado 25 de mayo.
A través de un comunicado, el Kremlin confirmó la cumbre entre ambos mandatarios, al afirmar que discutirán “cuestiones de estabilidad estratégica”, así como “la resolución de conflictos regionales” y la pandemia del coronavirus SARS-CoV-2 (que causa la enfermedad COVID-19).
Días antes, fuentes de la Presidencia de EE.UU. revelaron a diversas agencias, que estaban organizando la reunión. Asimismo, el asesor de seguridad nacional estadounidenses, Jake Sullivan, se comunicó con su contraparte ruso, Nikolay Patrushev, para fijar los pormenores del encuentro.
Una semana antes, los titulares de Exteriores de ambas naciones, Antony Blinken y Serguéi Lavrov, se reunieron en Reikiavik, Islandia, para acercar posturas y preparar la cumbre entre ambos mandatarios.
La reunión de Ginebra es la primera reunión de alto nivel entre los líderes de ambos países, desde que Putin y el expresidente estadounidense Donald Trump se entrevistaran en Helsinki, Finlandia, en julio del 2018.
Biden -quien realizó su primer viaje internacional como presidente-, fue a Ginebra inmediatamente después de sostener cumbres con sus aliados occidentales en el Grupo de los Siete (G7), la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y la Unión Europea.
EE.UU. impuso nuevas sanciones contra Moscú, por el ciberataque masivo de SolarWinds -que afectó a 9 agencias públicas- y la intromisión en las elecciones presidenciales estadounidenses del 2020. Asimismo ha criticado a Moscú por el envenenamiento y el posterior encarcelamiento del líder opositor Alexéi Navalni.
PUTIN DESEA “BUENA SALUD” A BIDEN, QUIEN AL LLAMARLO “ASESINO”, “SE VEÍA EN UN ESPEJO”, DICE
El pasado 18 de marzo, el presidente ruso Vladimir Putin, le deseó “buena salud” a su homólogo estadounidense Joe Biden, en respuesta a las declaraciones en que el mandatario de EE.UU. lo calificó de “asesino” y que Rusia pagaría por una supuesta interferencia en las elecciones de Estados Unidos.
En videoconferencia con representantes de Crimea, transmitida por la televisión estatal, en el aniversario de la anexión del territorio, Putin indicó, además, citado por diversas agencias, que los señalamientos de Biden reflejan el pasado y los problemas actuales de EE.UU., pero aclaró que Rusia seguiría cooperando con Washington.
“En cuanto a las declaraciones de mi colega estadounidense, nosotros, como él dijo, nos conocemos personalmente. ¿Qué le contestaría? Yo le diría: ‘tenga buena salud’. Le deseo buena salud”, dijo Putin, quien afirmó que decía esto “sin ironía y no en broma”. Asimismo, sugirió, sin mencionarlo directamente, que cuando Biden le llamó asesino se estaba viendo en un espejo.
“En la historia de cada pueblo, de cada Estado, hay muchos acontecimientos duros, dramáticos y sangrientos. Pero cuando valoramos a otras personas o a otros Estados o a otros pueblos, es como si nos mirásemos en un espejo. Siempre nos vemos a nosotros mismos”, apuntó Putin.
“Recuerdo que cuando era niño y discutíamos en el patio, solíamos decir: ‘el que lo dice, lo es’ […]. Siempre vemos en la otra persona nuestra propias cualidades y pensamos que son iguales que nosotros. Y partir de ello valoramos sus acciones”, agregó el presidente ruso.
Putin agregó que la clase gobernante estadounidense lanza graves acusaciones a otros países para resolver sus problemas internos de política exterior, ante lo que recordó que EE.UU. es “el único país del mundo que ha empleado armas nucleares, además contra un país que no las tenía, contra Japón en la Segunda Guerra Mundial […] No tenía ningún sentido militar. Fue la exterminación directa de la población civil”.
En cuanto a la relaciones con Estados Unidos, Putin insistió en que Washington tendrá que tener en cuenta los intereses de Rusia le guste o no. “Nosotros, aunque ellos crean que somos como ellos, somos distintos. Tenemos otro código genético y otro código ético-cultural. Pero sabemos defender nuestros intereses”, enfatizó.
Putin añadió que Rusia trabajará con Estados Unidos, pero en los campos que le interesen y sean provechosos para Moscú. “Y tendrán que tenerlo en cuenta. Tendrán que tenerlo en cuenta pese a todos los intentos de frenar nuestro desarrollo, pese a las sanciones y la ofensas”, puntualizó.
Biden señaló el pasado 16 marzo, durante una entrevista con la cadena ABC News, que el mandatario ruso, Vladimir Putin, es un “asesino” y que Rusia pagaría por una supuesta interferencia en las elecciones estadounidenses.
Putin “pagará un precio” por la interferencia, dijo Biden. En una “larga conversación” con el líder ruso, Biden afirmó que le dijo: “Te conozco y tú me conoces. Si demuestro que esto ocurrió, entonces prepárate”.
Después de que George Stephanopoulos, presentador principal de ABC News, le preguntó a Biden si creía que Putin era “un asesino”, Biden asintió y murmuró estar de acuerdo.
Ese mismo día, un informe de 15 páginas publicado por la Oficina del Director de Inteligencia Nacional, informó que Putin ordenó operaciones de influencia para perjudicar la candidatura de Biden a favor del ex presidente Donald Trump.
El informe agregó que los aliados de Trump siguieron el juego al amplificar las afirmaciones contra Biden, hechas por figuras ucranianas vinculadas a Rusia, en el período previo a las elecciones del 3 de noviembre.
Las agencias de inteligencia estadounidenses descubrieron otros intentos de influir en los votantes, incluida una “campaña encubierta de varios frentes” por parte de Irán, con la intención de socavar el apoyo a Trump.
El informe también acusó una narrativa impulsada por los aliados de Trump, de que China estaba interfiriendo en nombre de Biden, concluyendo que Beijing “no desplegó esfuerzos de injerencia”.
Funcionarios de inteligencia de EE.UU. dijeron que también vieron esfuerzos de Cuba, Venezuela y el grupo militante libanés Hezbolá para influir en las elecciones, aunque “en general, evaluamos que fueron de menor escala que los realizados por Rusia e Irán”.
Las agencias de inteligencia estadounidenses y el ex consejero especial Robert Mueller concluyeron tiempo atrás que Rusia también interfirió en las elecciones de 2016 para impulsar la candidatura de Trump con una campaña de propaganda destinada a perjudicar a la demócrata Hillary Clinton.
Sin embargo, un día antes, el 17 de marzo, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, denunció el informe de inteligencia de Estados Unidos como “absolutamente infundado”, porque es “lamentable que el comienzo de cada mandato presidencial en EU parezca estar relacionado con la imposición de sanciones a Rusia”, dijo.
-Con información de agencias.