“Para Epicuro hay que atenerse, para obtener la felicidad, a la ataraxia o apatía. Todas ellas constituyen la libertad. Ausencia de inquietud”. -José Ferrater Mora, Diccionario de Filosofía (Ariel).
“Abstencionismo, el vencedor en SL con el 68%”. Es la portada del Diario Noticias de San Luis Río Colorado, Sonora, correspondiente al 8 de junio. 158,164 electores; solo votaron 50,160 (no votaron 108,004).
Es la gran verdad de nuestro pueblo mexicano, en los 15 Estados en que el Instituto Nacional Electoral (INE), organizó el histórico proceso electoral 2021.
Ni fue un éxito, ni fue democrático. Porque no participó el pueblo, no votó ni la mitad de ellos. Si la palabra apatía se remite al griego ataraxia… desconozco si por eso se les dice a algunas personas atarantadas (o sea sin juicio); o más aun, como expresan los filósofos griegos, se trataría de una virtud o una fuerza en la que una persona no toma partido, no se apasiona, no le atrae. En este caso participar en un proceso electoral en el que participan más de un sinvergüenza que cambia de un partido a otro y que claramente su propósito es manipular la voluntad ciudadana con engaños, bienes materiales o demagogia o todo junto.
El abstencionismo, apatía, indiferencia, ataraxia, no participación ciudadana, es un fenómeno global. No debe ser motivo de desprecio para quienes no participan o no votan; ningún candidato les mueve o motiva a acudir o perder el tiempo votando.
Y entonces, ¿cómo reciben el voto ciudadano algunos candidatos?
Hay muchos motivos de toda índole: la pobreza, la desesperanza, la amistad, las convicciones políticas, el interés mezquino, la impunidad, la corrupción, la falta de autoridad en los mismos fraudes electorales; las amenazas contra simpatizantes de oposición… pero sobresale, hoy por hoy, la presencia soterrada del crimen organizado, financiando corruptamente las campañas electorales sin fiscalización estatal o federal; e incluso a través de dinero mal habido y “obsequiado” a los pobres electores acostumbrados a los aguinaldos electoreros, tan comunes a lo largo y ancho de México y el mundo.
Jacques Maritain, pensador francés, se inclina por la tesis de la Evolución de la historia humana, (filosofía de la historia), como el ejemplo de sociedades sufridas por la antidemocracia racista como la de Sudáfrica: el histórico Apartheid, tan reciente como la discriminación racial de los 1950 y 1960’s, aquí mismo en Norteamérica. Si Nelson Mandela pasó casi 35 años en infames prisiones como Rhode Island (Sudáfrica), la sangre de Luther King (Alabama) y J.F. Kennedy, en USA, hizo posible la participación de los hermanos negros como votantes, e incluso llegar a la casa Blanca como Barak Obama, cosa increíble aún hoy para algunos, por dos períodos consecutivos, incluyendo el Premio Nobel de la Paz.
Al Presidente Andrés Manuel López Obrador le quedan más de 3 años al frente del Ejecutivo. Si una virtud -entre muchas- habría que reconocer al tabasqueño de Macuspana, es mover a millones a votar por él, y otros millones en contra; pero participaron en 2018, millones de electores se motivaron a votar.
A la vuelta de 3 años, la gran Ciudad de México, con todo y apatía o abstencionismo, cambió de parecer en la mayoría de las alcaldías capitalinas. En CDMX, algo que no fue la tragedia del Metro (Tláhuac permaneció igual), hizo cambiar a millones de gentes. La Alianza si funcionó; no como en otros lugares.
Prácticamente en todo el país, con excepción de Nuevo León o Querétaro; el Vencedor electoral 2021 fue el abstencionismo. No necesariamente algo negativo o mezquino, ya que, según la visión de la ataraxia griega, se trata de una virtud en la que los ciudadanos pensantes no participan porque no hay de donde escoger. Dice la raza: tan malo el pinto como el colorado.
Aunque también es cierto, que mucha gente es como la mierda del gavilán, que ni huele ni hiede.
Ni participan en la política electoral ni en las sociedades de alumnos, de padres de familia, de algún club social; solo se consideran “aptos” de gozar de los beneficios sociales, económicos, obras públicas, y beneficios que genera la gente trabajadora.
Había 15 personas en misa, y el padre preguntó a los asistentes que cuántos habían votado este domingo 6 de junio de 2021; once personas enseñaron el pulgar aun con la tinta indeleble. Recordando aquello de Juan Pablo II, Un buen cristiano, es un buen ciudadano; el líder espiritual de Solidarnosc (Solidaridad) el movimiento obrero y civil que fracturó mortalmente al comunismo soviético, el Obispo Polaco que ayudaba con actas de bautismo católicas, a los perseguidos judíos de Wadowice o Cracovia, para no convertirlos en víctimas del nazismo.
Adelita, Gerardo y comunicadores todos, hay que dar gracias a Dios porque no llegará quien no debe llegar. Hay que seguir adelante. Los buenos periodistas son esenciales en la permanente y cotidiana vida democrática en todo el mundo, especialmente en México. La República sigue evolucionando, a pesar de todo.
Germán Orozco Mora reside en Mexicali.
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