Tijuana vive -una vez más- una de las épocas más violentas de su historia, considerada la ciudad más violenta de México y con 800 homicidios en lo que va de 2021. Hay días en que los muertos sobrepasan los quince casos, lo cual no sucedía desde aquellos aciagos años del segundo lustro de los dosmiles. Aun así, los ciudadanos reportan que continúan las extorsiones policiacas en la vía pública, el uso excesivo de la fuerza en detenciones persiste. Los pastores de iglesias evangélicas en la ciudad también denunciaron supuestos cobros de piso en sus templos; los “gaviotones” han vuelto a la Línea Internacional y hasta cristalean automóviles en la fila. Ante todo lo anterior, del secretario de Seguridad y Participación Ciudadana Municipal de Tijuana, Pedro Cruz Camarena, ni sus luces.
Apenas se le vio en un acto público el viernes 21 de mayo. Se conmemoraba el aniversario luctuoso de Venustiano Carranza. Estuvieron presentes la alcaldesa, el secretario de Gobierno, algunos regidores, otros secretarios del Ayuntamiento y en primera fila: Cruz Camarena. Después de más de una semana sin aparecer en público, era el momento para preguntarle sobre la escalada violenta en la ciudad y los constantes señalamientos de corrupción y violación de Derechos Humanos. Sin embargo, el secretario tenía otras intenciones. En cuanto notó la presencia de los medios de comunicación, inmediatamente concluido el acto solemne, al puro estilo del mago de Las Vegas, David Copperfield, Pedro Cruz desapareció. ¿Que no era el súper militar que venía a salvarnos? Es pregunta sin ilusionismo…
