Entre el equipo de campaña de la candidata al Gobierno del Estado por Morena, Marina del Pilar Ávila Olmeda, y el de la candidata a la alcaldía de Tijuana por el mismo partido, Montserrat Caballero, la comunicación y la coordinación es nula. Simplemente inexistente. Entre las dos mujeres de Morena que aspiran a gobernar Baja California y la ciudad más poblada del Estado, hay un notorio distanciamiento. Cada una hace campaña por su lado. Mientras Marina intenta conquistar a la Zona Costa con su nombre y figura exclusivamente, Montserrat libra una batalla electoral contra Jorge Ramos, candidato del PRD que es panista y que también apoya el PRI. El duelo es a muerte política, pero ni en las difíciles circunstancias por las que atraviesan las de Morena, se alían para hacer campaña juntas en Tijuana. Y luego por qué los electores hablan cada vez más del voto cruzado, si con las desavenencias entre las nominadas, no hay canal para que salgan juntas a desmentirlo con hechos. También en Morena se promueve el voto cruzado, pues.
