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jueves, febrero 15, 2024
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“Los lobos”, ilusión e inocencia 

Un filme semi-biográfico que explora la búsqueda de oportunidades del “sueño americano”, el anhelo, pureza y optimismo, es el retrato de “Los Lobos”, la multipremiada carta de amor del tapatío Samuel Kishi a su madre, abordando la migración infantil, el poder de la empatía y la solidaridad como un intento y lucha por relatar historias dignas

 


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Basada en anécdotas y vivencias personales, “Los Lobos”, segundo largometraje de Samuel Kishi, llegará a salas de cine y plataformas digitales como una de las principales promesas cinematográficas mexicanas de 2021 y el aval de más de 25 premios en festivales internacionales de cine, entre estos Mejor Película en la Berlinale (Berlín, Alemania); Mejor Película Mexicana en el GIFF (Guanajuato); Premio HBO a Mejor Largometraje Iberoamericano (Miami); y reconocimientos en Cuba, Suiza, Canadá, Suecia, Japón, Brasil, Australia, Bulgaria, Grecia, Corea del Sur, Alemania y Lituania.

Abordando el tema de la migración infantil, el poder de la empatía y la solidaridad, el filme retrata la historia de Lucía (Martha Reyes) una madre soltera resignada, y sus dos hijos (Maximiliano y Leonardo Nájar Márquez), quienes viajan de México a Albuquerque, Nuevo México, donde la mujer se somete a dobles empleos, mientras sus pequeños pasan los días resguardados en la soledad de un deteriorado departamento (ante el anhelo de visitar Disneylandia), donde juegan lucha libre, graban sus voces en una vieja casetera, reciben lecciones de inglés o escuchan cuentos, reglas o la guitarra del abuelo; a la par de secuencias animadas que sumergen al espectador a la imaginación infantil y reflejo de inocentes fantasías.

Inocentes fantasías

“Quería contar la historia de cuando mi mamá nos llevó a vivir a California, y cuando se iba a trabajar nos encerraba a mí y a mi hermano (Kenji), pero nos dejaba una grabadora Fisher Price con canciones y reglas de la casa. Es una historia sumamente personal, pero así debe ser el cine, te tienes que comprometer para que no quede solo en lo anecdótico, pasarlo de tu filtro personal y volverla universal, y compartir la historia. Fue una aventura de dos años que me marcó tanto, que hicimos una película”, subrayó a ZETA Samuel Kishi, quien hizo casting a 900 niños y plasmó el contexto de la historia en un inseguro barrio habitado por latinos y asiáticos.


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“La película habla de la migración desde el punto de vista de los niños, de arraigo y desarraigo, de crecer, en realidad del momento en que un niño descubre las razones de su madre y quién era su padre para poder crecer, nace en un contexto migrante, pero habla de cosas universales como la empatía humana; es oscura, luminosa, melancólica y tierna. Filmamos en Ciudad Juárez, El Paso, pero la mayoría en Albuquerque, una ciudad con una personalidad atrapada en el tiempo, una especie de limbo que pude manejar con la historia, con esa sensación en honor a la anécdota que fuimos robusteciendo hasta que dejó de ser mi historia, pero se concibe como una carta de amor a mi madre: una guerrera, mi ídola, que siempre nos sacó adelante. A pesar de la oscuridad, siempre hay algo de luz”, describió Kishi.

Samuel Kishi

“Los Lobos”, una coproducción de Animal de Luz, Alebrije y Cebolla Films, continuará su recorrido por festivales de cine, y aunque ya se estrenó en Estados Unidos por la cadena HBO Max, arribará en el primer cuatrimestre del año a salas comerciales mexicanas de la mano de Mantícora Distribución y a más de 20 países, para luego debutar por streaming.

Cabe señalar que el aullido de Kishi llega como un intento y lucha por relatar historias dignas: “Me interesa hablar de la solidaridad de los migrantes que, sin importar raza, lengua, tienen actos de empatía y son la luz que nos queda en medio del futuro incierto, tenebroso y violento que vivimos. Como realizador me siento comprometido a contar historias que también tengan que ver con esta luz, tomando la ternura en lugar de la muerte, destrucción y arquetipos”.

Creador de “Somos Mari Pepa”, actualmente Samuel prepara la producción de sus próximos rodajes: “Alondra dejó el nido”, que coescribe con Carlos Espinoza; “Inercia”, en la que volverá a trabajar con Martha Reyes, y una adaptación literaria.

Es importante enfatizar que la música original de “Los Lobos” fue realizada por Kenji Kishi, hermano del cineasta y coprotagonista de la historia real, quien también musicalizó su ópera prima. Para este filme, el músico brindó un instrumento a cada personaje, entre guitarras, pianos desafinados, ukuleles y armónicas que guían la metáfora del viaje y el diseño sonoro de la película ganadora del Premio Especial del Jurado Iberoamericano, Premio Mezcal del PúblicoPremio Mezcal a la Mejor Actriz (Martha Reyes), Premio FIPRESCI y Premio Hecho en Jalisco, en el marco de la edición 35.2 del Festival Internacional de Cine en Guadalajara.

Se hizo casting a 900 niños

Autor(a)

Roberto A. Partida Sandoval
Roberto A. Partida Sandoval
Licenciado en comunicación por la UABC. Periodista de entretenimiento. Editor de Espectáculos. 22 años en ZETA. Apasionado por el cine, música, viajes, gastronomía, ciclismo, senderismo y aventura.
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