“Mi oración es para pedir que Dios Todopoderoso conceda su luz a los pueblos y gobernantes, a fin de que descubran constantemente nuevas vías de colaboración para construir una sociedad fraterna y justa”.
-Juan Pablo II, en Estados Unidos. Totus Tuus, No. 1256.
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El estimado Arzobispo Emérito de Hermosillo, José Ulises Macías Salcedo, compartió un video en inglés de entrevista al candidato demócrata 2020 a la Presidencia de Estados Unidos de Norteamérica (USA), Joe Biden, quien fuera vicepresidente en el mandato del demócrata Barack Obama, premiado con el Nobel de La Paz en su segundo mandato.
Joe Biden, no manipuló desde la tribuna, ni mintió, ni es un estafador, ni su camello es demasiado grande, ni el ojo de su aguja tan pequeño. Perdió a su primer esposa e hija en un accidente de carro. Y enseguida perdió a su hijo de cáncer, de quien tomó el rosario en forma de brazalete (de diez Ave Marías) y lo trae el Sr. Biden en su muñeca izquierda para orar diario el Rosario a la Santísima Virgen María; antes de participar el 3 de noviembre de 2020 en el proceso electoral, Joe Biden asistió a misa, comulgó, fue al cementerio a rezar a su primer esposa e hijos, y de ahí fortalecido al final de la jornada en donde el Presidente Donald Trump no reconoce los resultados y acusa un fraude.
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Biden (ya reconocido por las autoridades como ganador del voto electoral y popular por más de cuatro millones de votos), simplemente ante el embravecido e irracional Trump, recomendaba a sus seguidores ser pacientes y que cuenten todos los votos.
En 2018, cuando falleció el católico gobernador republicano de Arizona, John McCain, dejó escrito -y así fue- que en sus honras fúnebres ¡no asistiera el presidente Donald Trump! Sí la familia Bush y el expresidente Barack Obama (demócrata cristiano evangélico). Ni a la misa ni al sepelio fue invitado, sino rechazado, el presidente Trump.
Les recomiendo un canto que, por su recta intención, interpreta José Luis Perales, que nos ayuda a ser sinceros y que parece que lleva dedicatoria para los manipuladores políticos populistas. Escuche usted ese canto y ya me dará la razón o le servirá de algo. Me han contado que existe un paraíso a donde va la gente, no importa lo malvado que haya sido si un día se arrepiente. Olvidé preguntar si había un sitio para escribir canciones. Lo que parece cierto es que no van los especuladores, los dueños de la tierra, que su camello es demasiado grande y el ojo de su aguja tan pequeño. Ni los banqueros, ni terroristas, ni los tratantes de blancas ni de negros. Ni los que mientes desde su tribuna…
Jamás escuché a Joe Biden mencionar el tema católico de su vida personal en el discurso público político preelectoral. Eso se difundió tras su victoria holgada ante un Donal Trump que desgració la credibilidad de un artista católico llamado Eduardo Verástegui, entre otros manipulados por el supuesto discurso provida, de un político mentiroso como Trump que odia a Cristo en la persona de los migrantes.
De Joe Biden deberemos aprender mucho; quiera Dios que se aparte de otorgar financiamiento a los criminales de Planned Parenthood (Planificación Familiar), asesinos de más de cuatro mil niños abortados diariamente en USA. Un medio millón en la Ciudad de México, desde que se adoptó esa criminal práctica, gracias a la ministra Olga Sánchez Cordero y a un grupo de magistrados: maiceados (corrompidos por dinero, por avaricia), a través de esa organización criminal que es Planned Parenthood, como sostiene el Cardenal Juan Sandoval Iñiguez.
Doctrina Social de la Iglesia se le llama desde finales del siglo XIX con el Papa León XIII, para que los católicos transformen este mundo a través de las casas de migrantes, bancos de alimentos, orfanatorios, asilos, hospitales, casas de cuna, bibliotecas católicas, comedores populares, clínicas para enfermos necesitados, infinidad de obras de caridad; entre éstas, un periodismo de investigación que dé a los ciudadanos elementos verdaderos para formarse un juicio justo sobre la realidad, no persiguiendo las autoridades “legales”, enfrentar y destruir los elementos de las democracias de las que ellos mismos se sirven manipuladoramente.
Ryszard Kapuściński, uno de los grandes periodistas europeos (bielorruso), y don Jesús Blancornelas en América, entendieron muy bien la importancia social y política del periodismo como una obra de caridad enraizada en la vida de los profetas del Antiguo Testamento y del Nuevo Testamento; uno judío y el otro cristiano.
Netanyahu, el actual presidente de Israel, ha reconocido en tiempo como escribe Riva Palacio sobre la hipóxica actitud del Presidente de México, de pausar para reconocer a Biden como legítimo presidente electo de USA.
Se descubre así el populismo antidemocrático de los populistas. Como le demandan Bernardo Barranco y Roberto Blancarte en su libro AMLO y la Religión, cómo registra su partido Morena el 12 de diciembre, y luego afirma que es católico, pero cristianos por los votos.
Si eso hubiera hecho Joe Biden, no tendríamos al segundo presidente católico de Estados Unidos, sino a un populista manipulador. La mayoría de los cristianos evangélicos de USA, que conocen de verdaderas intenciones, apoyaron esta vez la recta intención de Biden. Que se porte bien y le vaya bien a todo el mundo.
Germán Orozco Mora reside en Mexicali.
Correo: saeta87@gmail.com
