Desde su llegada a la Dirección de Seguridad Pública Municipal, en sustitución de Luis Felipe Chan Baltazar, el Capitán Primero Adrián Ortiz Ortiz no ha hecho comunión con los elementos de la corporación. Ya sea con decisiones, órdenes o declaraciones, el militar ahora convertido en mando civil ha provocado varias veces el enojo de agentes activos, en retiro y representantes de las asociaciones de policía en la localidad. El más reciente capítulo en esta historia de desencuentros ocurrió a principios de semana, cuando declaró que el desarme de policías (al terminar su horario de servicio) había contribuido a bajar los índices delictivos en la entidad. Tal comentario causó, por decir lo menos, indignación entre las filas de Seguridad Pública, sobre todo porque durante el presente año han sido asesinados tres elementos, uno en retiro y dos de ellos en activo (uno no portaba arma de cargo, pese a estar en servicio). Lo cierto es que las armas de Seguridad Pública Municipal cuentan con registro ante la Secretaría de la Defensa Nacional, serie, dejan rayado en los proyectiles (balas) y además hay un inventario en la dependencia. Si el Capitán tiene elementos y pruebas contra agentes corruptos, ligados con la delincuencia, que las presente, de lo contrario es cómplice; si no, que se concentre en su trabajo porque en ocho meses y medio, ya se alcanzó el récord de homicidios de 2019.