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viernes, febrero 16, 2024
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Los Osuna

A los dos se les mueve la patita por la elección de 2021. Uno aspira a ser candidato a Gobernador. El otro, de ser así, le acompañará en la búsqueda por la alcaldía de Tijuana.

Los dos ya fueron presidentes municipales: uno en 1992, el otro en 1995. Ambos por Tijuana. Los dos se apellidan Osuna, pero solo uno logró ser gobernado de Baja California entre 2007 y 2013.


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Efectivamente, se trata de Héctor Osuna Jaime y José Guadalupe Osuna Millán.

A Osuna Jaime lo han buscado reiteradamente por líderes panistas, quienes lo ven como candidato de una coalición de partidos al Gobierno de Baja California en 2021. Le ven dos buenas características. Primero, que en el fondo y aunque haya renunciado a la militancia, es panista y su nominación llevaría a muchos que se alejaron del partido a regresar a las filas albiazules. Segundo, ha sido candidato por otros partidos, en 2019 por el de Baja California, lo cual les abre la puerta a la negociación política con otros institutos políticos.

Incluso en el Partido Acción Nacional dicen que Héctor Osuna “ya se sentó a platicar” con Jesús González Reyes, a quien aun en la derrota, le confieren autoridad moral para designación de candidaturas. El otro es Jorge Ramos, pero de él nada se sabe todavía, mientras la dirigencia que encabeza Enrique Méndez se ve entusiasmada con la idea de regresar a Héctor Osuna Jaime al PAN como candidato de coalición con otros partidos.


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No es tan difícil la presunción. La realidad es que en la lona electoral, no tienen muchos hilos de donde jalar. Pensaban ir con Julián Leyzaola, pero la furia de la 4T mantiene al Teniente Coronel en el retiro, en fuga. Una orden de aprehensión en su contra fue librada luego que, milagrosamente, quien fura su director de la Policía cuando el Teniente fungía como secretario de Seguridad en Tijuana, Gustavo Huerta, lo delatara como torturador diez años después de los presumibles hechos. Sin amparo bajo el brazo, los panistas ven difícil que el nombre de Julián Leyzaola aparezca en la boleta electoral en 2021, aunque aseguran, no quitarán el dedo del renglón.

Los panistas ven probable una coalición que incluya al PAN, por supuesto, al PBC, al Partido de la Revolución Democrática e incluso a Movimiento Ciudadano, institución a la que le coquetean, aun cuando caigan en los tentáculos de Alcibíades García Lizardi, que con todo y que no es él quien decide las candidaturas, vende caro el amor de Dante Delgado, el mandamás de Movimiento Ciudadano y que en pequeños círculos ha dicho que podrían llevar de candidato a la gubernatura al ex rector de la UABC, Alejandro Mungaray, en caso de no acordar con otras personas y con otros partidos.

Considerando que Tijuana es una sede político-electoral de suma importancia para el triunfo de las elecciones en Baja California, tanto los panistas como Héctor Osuna hacen su labor de convencimiento para llevar de candidato a alcalde al ex mandatario José Guadalupe Osuna Millán.

“El Lupillo”, como le llaman, ya fue presidente municipal de Tijuana, pero estaría en su derecho político electoral de buscar la posición una vez más, después que la reelección en alcaldes y diputados fue aprobada en México y en Baja California.

Osuna Millán, uno de los gobernadores con menos reclamos al final de su periodo, hombre sin escándalos, más académico y emprendedor que grillo, había dicho que lo suyo no era la elección de 2021, incluso permaneció fiel al blanquiazul cuando su amiga Margarita Zavala fue candidata independiente a la Presidencia de la República en 2018, y años después cuando la ex primera dama y el ex Presidente Calderón iniciaron el procedimiento para crear su propio partido, México Libre, después de haber renunciado a su militancia panista.

El ex gobernador se mantuvo en el PAN, aunque los lazos de amistad con la pareja Calderón-Zavala continúan. Adentrado en sus negocios, una pequeña cadena de supermercados y en la academia, el maestro Osuna Millán no esperaba regresar a la política, pero quienes lo conocen, dicen que lo hará, siempre y cuando haya una coalición de partidos contra Movimiento Regeneración Nacional y, en caso que Héctor Osuna Jaime encabece la candidatura a gobernador, él estaría dispuesto a entrarle “para detener a estos bárbaros”.

El ex gobernador no ha sido tocado por la ira de la 4T, que en Baja California y al momento, ha enfocado sus baterías (sin carga evidentemente porque sigue libre) hacia Francisco Vega de Lamadrid, el último mandatario panista en la entidad, y precisamente el origen tras la salida de Héctor Osuna Jaime del PAN y el retiro de la política de Osuna Millán.

Con los Osuna abordo, solo falta que los partidos se pongan de acuerdo, que en las reuniones de negociación y acuerdos políticos, no terminen desunidos como sucedió en 2019 en las pláticas con el Teniente Coronel Julián Leyzaola, donde se perdieron alianzas y candidaturas por regidurías y diputaciones. La ventaja para evitar la lujuria política en los partidos, es que en BC ya no hay diputados de lista, por lo que quien quiera llegar al Congreso deberá ganar la elección constitucional.

Retiradas esas posiciones de la pelea por la repartición de candidaturas en una coalición, el acuerdo podría darse, aunque el principal objetivo y atractivo para los partidos de oposición es ganarle a Morena, que de la mano del gobernador Jaime Bonilla, se atribuyen triunfos ya sin la ayuda del Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, precisamente quien les hizo ganar.

A ver qué pasa con los Osuna, porque puestos, ya están.

Autor(a)

Adela Navarro Bello
Adela Navarro Bello
Directora general del semanario ZETA, Consejero de Artículo 19 y del CPJ para las Américas, entre otros reconocimientos, tiene el Maria Moors Cabot 2021 de la Universidad de Columbia.
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