El 10 de octubre, la arquitecta Rosa López Ibarra fue nombrada como directora del Instituto Metropolitano de Planeación (Implan) de Tijuana. “En el tema de las nuevas construcciones, vamos a tener mucho cuidado para que las opiniones técnicas que emita el Implan proteja a los vecinos. Desde nuestra resoluciones vamos a sugerir a los desarrolladores que se acerquen a los vecinos o que pidan su autorización para hacer el uso de suelo”, se comprometió.
Lo anterior en referencia a que, durante la administración municipal de Juan Manuel Gastélum Buenrostro, surgieron distintas demandas por parte de vecinos que estaban inconformes la construcción de los nuevos desarrollos verticales en zonas residenciales.
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Cuando se otorga un uso de suelo y este es compatible con el proyecto, explicó López Ibarra, no se requiere avisar o pedir la autorización de los vecinos. En caso que se requiera hacer alguna modificación que pudiera interferir con la dinámica de la comunidad, se requiere avisar o hacer una anuencia vecinal.
Añadió que, cuando existan quejas por permisos ya otorgados en administraciones anteriores, los afectados deben acudir a la Dirección de Administración Urbana; sería esta dependencia la que solicite a Implan una revisión a detalles del permiso, el proyecto, las condiciones en que fueron autorizados y el efecto que tenga hacia los vecinos inmediatos.
“El objetivo de estas revisiones siempre será buscar la conciliación entre ambas partes -que lleguen a un acuerdo- y buscar también las coincidencias entre los involucrados del conflicto”, comentó la funcionaria.
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Como parte importante de su plan de trabajo, afirmó que van a explorar las zonas planas para dotarlas de las condiciones necesarias para que sean aptas para el uso peatonal. Indicó que Tijuana está sobre una cuenca hidrológica; esto es un espacio que naturalmente almacena agua, pero tiene zonas planas que se pueden aprovechar para mejorar la calidad de vida de los habitantes.
