El descalabro electoral que sufrió el Partido Acción Nacional en las pasadas elecciones ha desencadenado varias heridas sangrantes en el panismo bajacaliforniano. La más aguda y más reciente fue la votación en la Cámara de Diputados que aprobó una reforma constitucional con la que se pretende alargar a 5 años la gubernatura de Jaime Bonilla Valdez. Los legisladores panistas, excepto 3, palomearon la iniciativa de Morena y, gracias a ese pacto, la votación salió sin un voto en contra (únicamente un nulo). Ese acto les ganó a los legisladores panistas el encono de la mayoría de sus compañeros de partido. Desde los opinólogos en redes sociales hasta el dirigente nacional Marko Cortés, mismos que, hasta en ese momento, de manera sorpresiva y después de años de estar el Congreso en las manos del PAN, advirtieron que había “corrupción” y “traición” entre que sus compañeros panistas en la Cámara de diputados, compra de coincidencias, que no eran “congruentes” y que no les importa el destino del Estado. Clarividentes.
En los siguientes días serán echados del partido los diputados que votaron la modificación de la constitución.
Pero se aproxima la renovación de la dirigencia estatal y, con ello, un nuevo episodio de desencuentros. Hace unos días, Enrique “Kiki” Méndez renunció a la subsecretaría de gobierno estatal para perfilarse como el abanderado.
“El Kiki” –de Tijuana– prácticamente no tendrá competencia, tiene en su bolsa el próximo periodo de las riendas del partido. Es un hombre cercano al ex alcalde de Tijuana, Jesús González Reyes, se le sumarán los discípulos de Jorge Ramos Hernández, los huérfanos simpatizantes que quedan del gobierno del Estado y los “disidentes” de Tecate, el grupo más fuerte en el pueblo.
Quien hará el intento de competir es Oscar Vega Marín –de Mexicali– el fracasado candidato a la gubernatura.
La pretensión de Vega por la dirigencia estatal hará que a Méndez se le sume el grupo más apestado dentro del partido: “los patas” de Juan Manuel Gastélum y su operación desde el ayuntamiento de Tijuana. No hace falta recordar que para el alcalde de la ciudad y los suyos, fue Vega Marín quien orquestó el voto cruzado en las pasadas elecciones para favorecer a Julián Leyzaola del PRD a la presidencia municipal y a su candidatura al gobierno del Estado.
Aún sin convocatoria para la renovación de la dirigencia del partido, la idea es que para septiembre ya se estrene líder a la hora de que el nuevo gobierno de Morena tome protesta el 1 de noviembre. Mientras tanto, los panistas ya preparan su próximo altercado que dejará a más de un desconsolado.