Ignacio Acosta, coordinador en Baja California del Movimiento Antorcha Campesina, recalcó que jamás han invadido predios, ni exigido nada que no les corresponda.
Lo anterior en relación a la nota publicada en la edición 2347 de Semana ZETA, en la que Ana Luisa Ontiveros -una de las dueñas del rancho Ontiveros en actual disputa con el Gobierno del Estado-, relató que en 2009 sufrieron una invasión de integrantes del movimiento Antorchista, y que hasta el momento el Estado aún les debe los predios que cedieron.
Publicidad
El activista expresó “Queremos ser muy claros y decir que nosotros jamás hemos invadido un terreno, y en ese texto se dice que nosotros invadimos un terreno en el 2009”.
Y añadió “tal parece que la pugna es entre esta familia (Ontiveros) y Gobierno del Estado, pero aquí nosotros salimos perjudicados de manera indirecta, al señalarnos como invasores”.
El pasado 1 de marzo, personal de Gobierno del Estado, entre ellos Enrique Méndez Juárez, subsecretario de Gobierno; Manuel González Reyes, oficial mayor; y Aarón Rodríguez Félix, director de Bienes Inmuebles, llegaron al predio de 1.6 hectáreas con el fin de entregarlo a miembros del movimiento, para la construcción la escuela primaria Margarita Morán, así como un nuevo plantel Cecyte, ambas escuelas beneficiarían a esta comunidad.
Publicidad
En ese mismo momento, los integrantes de la familia Ontiveros acudieron al lugar y evitaron que se tomara el terreno, el cual acreditan de su propiedad con documentos que posteriormente presentaron ante este Semanario.
Ignacio Acosta, líder del movimiento, no sólo aseguró que ellos no invaden predios, sino que ese terreno fue gestionado entre el Estado y otra familia, la cual comprobó en su momento que eran dueños de esas tierras, esa fue la razón por la que acompañaron a los representantes estatales, y también para ver la zona en la que se construirían las escuelas.
Destacó que la construcción de la primaria Margarita Morán no se puede retrasar más, ya que actualmente son más de 200 alumnos los que están estudiando en un terreno insuficiente, y cada vez hay más niños que necesitan un lugar para el siguiente ciclo escolar.
