En Baja California no hace falta ser un crítico fino o un genio de la sociología, ni un especialista médico para saber que la administración estatal tiene al Estado en una enfermedad de dolencia y abandono.
Uno de los sectores con mayores rezagos es el de la Salud Pública. Cuya responsabilidad, luego del propio gobernador Francisco Vega de Lamadrid, recae en Guillermo Trejo Dozal, el Secretario de Salud nombrado hace más de dos años.
Publicidad
Su nombramiento se hizo un año después de ser liberado de prisión, luego que fue detenido en Estados Unidos y extraditado a México poco después de conocerse que existía una orden de aprehensión en su contra siendo Secretario General de Gobierno estatal. Dicha orden fue derivada de una investigación federal por el delito de fraude relacionado con seguros médicos.
La reincorporación de Trejo al gabinete de su amigo, el gobernador, fue en julio del 2016 y hasta la fecha pilotea una de las dependencias con mayor presupuesto en el Estado, pero con resultados vergonzosos.
Al médico oftalmólogo metido a la política no le han alcanzado los más de 2 mil 490 millones de pesos que gasta en un año (2018) para mejorar las condiciones de salud. Por ejemplo, Baja California tiene uno de los primeros lugares de los 32 estados con la peor “esperanza de vida”.
Publicidad
Baja California está muy por debajo del promedio nacional de número de camas de hospitales por cada mil habitantes, conservando sólo 0.6 camas del sector público. En países de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) el promedio es de 4.8 por cada mil habitantes.
El Estado también es el último lugar a nivel nacional en Unidades de Consulta Externa; pero el primer lugar en algunas enfermedades como Tuberculosis o Hepatitis C, de acuerdo al Anuario de Morbilidad de la Dirección General de Epidemiología 2017.
El abandono del Estado.
Los ejemplos del colapso de la salud en la entidad no caben en esta columna. Pero la tasa de mortalidad intrahospitalaria es de 3.2 defunciones por cada 100 egresos; eso nos sitúa entre las primeras cuatro peores entidades en todo el país.
Pero los datos arriba mencionados no dejan de ser numeralia y un curioso morbo estadístico. Los hechos sensibles y más reales son que médicos de los hospitales que dependen del Estado, y que padecen un brutal abandono, han denunciado públicamente pues hay desabasto de materiales, de personal, de medicamentos, de camas, de todo; los caudales de millones de pesos nunca llegan a los hospitales ni a los médicos que son quienes atienden a los miles de pacientes enfermos.
Desde hace un tiempo, aun con el estado de vicisitudes que tiene encima, el secretario le dedica tiempo a cabildear su candidatura en el PAN, ya sea a la alcaldía de Mexicali o, aunque sea de repechaje, a la gubernatura de 2 años.
Cada vez más seguido el doctor Trejo aparecerá en spots, en redes sociales, en reuniones políticas y empresariales, sobre todo las impulsadas por el otro amigazo del gobernador, Federico Díaz Gallegos, Presidente del Consejo Coordinador Empresarial y su grupito.
