El 11 de noviembre se realizó en Tijuana la séptima edición de pláticas TEDx, plataforma internacional a través de la cual, conferencistas de diferentes disciplinas exponen ideas por un espacio de entre 15 a 18 minutos, contando en esta edición con la exposición “Sobrevivir en México como periodista”, a cargo de Adela Navarro Bello, codirectora de Semanario ZETA.
Navarro rememoró el día lunes 18 de enero de 2010, fecha en que autoridades de Estados Unidos la alertaron que, tanto ella como sus compañeros, estaban amenazados de muerte, según información obtenida tras la intervención de teléfonos celulares de integrantes del Cártel Arellano Félix.
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“Mi primer pensamiento fue de molestia, ¡que afán de esta gente de no dejarnos hacer nuestro trabajo! El segundo fue de frustración, ¿cómo se puede vivir en un país con tanta impunidad, en un país en el que no hay las mínimas condiciones para el ejercicio de la libertad de prensa? ¿De expresión, de pensamiento?”, señaló.
Atentar contra periodistas es atentar contra la sociedad en su conjunto, sostuvo Navarro, ya que de esta manera se le priva de la información que requiere, como ocurrió en anteriores ocasiones, cuando se intentó acallar a ZETA con los homicidios del codirector fundador, Héctor Félix Miranda, en 1988, y del editor, Francisco Javier Ortiz Franco, en 2004, lo mismo con el atentado fallido en contra del director fundador, Jesús Blancornelas, en 1997.
El equipo editorial y los reporteros de ZETA continuaron trabajando tras dicha amenaza, custodiados constantemente por 21 elementos del Ejército. La periodista señaló que esa fue la primer amenaza recibida tras asumir la dirección del Semanario, mas no la última.
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Comentó que no fue aquella la primera ocasión en que, quienes conforman ZETA, se preguntaron si valía la pena continuar ejerciendo el mismo periodismo de investigación. La misma pregunta se hizo Blancornelas cuando asesinaron a Ortiz Franco, refirió, llegando a la conclusión de que debía continuarse con el trabajo para honrar a quienes precedieron al actual consejo editorial.
“¿Por qué nos amenazan? Por la impunidad y por la corrupción. Porque nosotros investigamos lo que el gobierno no quiere que ustedes sepan, y nosotros publicamos lo que los criminales no quieren que ustedes sepan”, aseveró.
Si bien, anotó, la conformación de redes de protección a través de organismos internacionales de defensa de la libertad de expresión y prensa, han otorgado ciertas garantías de seguridad para el ejercicio periodístico en México, no han podido evitar el asesinato de 35 colegas en los últimos cinco años.
“Nuestra sociedad requiere de proyectos de independencia periodística para ser una sociedad madura, para ser una sociedad más participativa”, concluyó.
