Entallada en un vestido blanco, con flores estampadas que engalanaron el despertar de un guiño resplandeciente, Natalia Lafourcade se adueñó del palpitar de unas 2 mil 900 personas a quienes maniató a su gusto, traspasando el alma y los sentidos con una instrumentación armónica, de poesía introspectiva, y de digna interpretación azucarada con la miel de un espíritu que alcanzó la totalidad.
Continuamente sonriendo, la protagonista de la noche del domingo 8 de octubre en Tijuana, se encargó de sacudir los sentimientos arraigados en un público reunido en El Foro, el antiguo pelotari Jai Alai, adonde la intérprete de “Tú Sí Sabes Quererme” trajo consigo un recorrido por su historial discográfico, pasando por “Hu Hu Hu”, “Mujer Divina”, “Hasta la raíz”, “Musas” y “Natalia Lafourcade”.
La talentosa cantautora veracruzana, de 33 años de edad, tomó la ciudad con sus cánticos amorosos, tejiendo historias de afecto y aversión a través de ensambles con certeros tintes de pop, folk, bossa nova y hip-hop, con los que la admiradora de Agustín Lara y Violeta Parra contagió de inicio a fin al paso de más de 130 minutos que completaron su recital.
Coqueteando con la calidez humana que la caracteriza, Natalia realzó la mexicanidad con su canto y personalidad en una velada memorable en la que enlistó temas como “Para Qué Sufrir”, “Hasta la Raíz”, “Lo que Construimos”, “Amor, Amor de mis Amores”, “Nunca es Suficiente”, “Soledad y el Mar”, “Mexicana Hermosa” y “En el 2000”, entre otras con las que coloreó la Luna de octubre y la euforia de tres generaciones.
Seduciendo bajo el embrujo orgánico de cinco músicos con los que se hizo escoltar, Lafourcade enalteció su dulzura, belleza, poesía y madurez espiritual trazando un cuento infinito detrás del piano, el ukulele o las guitarras empalmadas con el regocijo de un vibrante conglomerado que cubrió por completo el viejo inmueble de la pelota vasca, lugar en el que se volvió a escribir un capítulo maravilloso en la música mexicana.
Luces programadas y una pantalla gigante de leds reviviendo a detalle las expresiones de la cantautora, lograron acariciar el aliento de casi 3 mil personas que lo ovacionaron todo, los mensajes a favor de la unidad de los mexicanos, las anécdotas previas a cada canción, los gritos de amor desde las gradas, las reacciones al centro del escenario y el cúmulo de momentos que destacaron su plenitud.
