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viernes, febrero 16, 2024
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Policías en la mira de sicarios

Ante la llegada de federales

integrantes de la célula de


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“El Colores” están “robando

para poder subsistir, se les

acabaron los recursos”,


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confirmó una fuente a ZETA.

Sin embargo, el homicidio de

Juan Salvador Díaz Moreno,

comandante del Grupo

Especial Operativo (GEO), el 5

de abril, ha puesto en alerta a

las fuerzas de seguridad ante

posibles agresiones de células

de Los Dámaso

“Apenas llegaron las fuerzas federales y esto se paró, pero no por la presencia, bueno, sí, hasta cierta medida”, comentó un miembro del Grupo de Coordinación de Seguridad Pública en Baja California Sur.

Y es que Los Dámaso, Los Acosta o Los Colores carecían ya de estructura para mantener el ritmo de la lucha por el control de la plaza en Los Cabos. Tras una declaración de guerra directa contra Ramón Guerrero de la Rosa, alias “El Güero Plaza” y “La Barredora” para Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), los alcances de la célula se vieron comprometidos.

Tanto así que “tenemos datos de que El Colores y su gente fueron a secuestrar al pescador de San Carlos, por él obtuvieron la cantidad de 180 mil pesos, a los datos que tenemos, y de ahí les sirvió para moverse a Tijuana (Baja California), con ello se trajeron autos robados, ya ves, la Tahoe”, indicó el agente de investigación.

La primera referencia habla de Luis García, alias “El Jaibo”, de 62 años de edad, originario de Ciudad Constitución, municipio de Comondú.

“El Jaibo” fue privado de su libertad el 19 marzo del 2017 por un comando armado en las calles de Puerto Mejía y Chametla, “llegaron en un vehículo de color gris, todos iban empistolados y se lo llevaron”, se supo de él cuando sus captores se comunicaron, según menciona el agente, y pudieron constatar que se trataba de dinero.

Agentes Federales llegaron a presionar a las corporaciones locales para que rompan todo trato con criminales, para que la tranquilidad pueda llegar a BCS

“Al parecer uno de sus hijos tenía una deuda”, dijo el agente investigador.

El evento de la Tahoe color negro, fue el incidente registrado el lunes 24 de marzo en los alrededores de la Unidad Deportiva San José 78, cuando detuvieron a dos sicarios tras herirlos a balazos; esto llevado a cabo por agentes del Mando Mixto, entonces a cargo de, Juan Salvador Díaz Moreno, comandante del Grupo Especial Operativo (GEO), apodado “Cuervo 23”.

Según las fuerzas de investigación, los integrantes de la célula de “El Colores” se encuentran “robando para poder subsistir, se les acabaron los recursos, ellos más que nadie agradecen que las fuerzas federales hayan llegado para en cierta medida recuperarse de las fuertes pérdidas, sicarios muertos y por supuesto detenidos, así también aseguramiento de autos, armas y droga, le dieron fuerte”, explicó el miembro del grupo interinstitucional.

Debilitado en su estrategia, la llegada de “más de mil 500 elementos extraordinarios, más aparte el estado de fuerza que ya había aquí en Baja California Sur, todos ellos vienen sumados a este esfuerzo conjunto, a la instrucción del Presidente, Enrique Peña Nieto, de que en Baja California Sur se restablezca la tranquilidad. Digamos fuerzas de reacción fuertes que vienen a complementar las acciones que ya se estaban desarrollando por tierra, se van a seguir desarrollando por mar y también por aire”, señaló Ricardo Millán Bueno, delegado de la Secretaría de Gobernación.

Hasta cierta medida se le podría atribuir a las Fuerzas Federales la “tranquilidad” sospechosa que se siente en las últimas dos semanas en Los Cabos, y en parte a La Paz, ya que en este último sitio la violencia se hizo presente, aun con el despliegue de fuerzas por tierra, mar, y ahora por aire con apoyo de tres helicópteros de la Marina y uno más de la Policía Federal.

Uno en Comondú (Marina), utilizado recientemente para desmantelar la banda de secuestradores denominada Los Chupones, de la cual se sabe de la detención de cinco de sus integrantes.

Otro en La Paz (Marina), el cual sobrevoló la ciudad, luego de la ejecución de Carlos A. Flores Durán, alias “El Buda”, presunto miembro de la célula de “Los Dámaso”, ejecutado el 7 de abril en el estacionamiento de la Plaza Comercial Chedraui Santa Fe.

Dos más en Los Cabos (Marina y Policía Federal), los cuales han sido vistos recorriendo San José del Cabo y Cabo San Lucas principalmente.

Pero a pesar de ello ejecutaron al Comandante de la Estatal el miércoles 5 de abril, apenas días de haber llegado las fuerzas federales. Dos días después, “El Buda” fue acribillado a las afueras de un centro comercial, ambos hechos en la capital de Baja California Sur.

 

Estatal Preventiva en decadencia

“La ejecución del comandante de la Estatal fue un duro golpe anímico a la corporación, pese a los diversos señalamientos que el crimen les hizo a las autoridades, pues las detenciones dieron en el último clavo, lo que provocó el enojo de ciertos grupos y se desquitaron”, es el principal móvil el cual persigue agentes de investigación de la Policía Ministerial en el asesinato de Juan Salvador Díaz Moreno, agredido a balazos a las afueras del Centro de Reinserción Social (CERESO) de La Paz el miércoles 5 de abril del 2017.

La violencia se hizo presente a 5 días de la llegada de Fuerzas Especiales de la SEDENA, SEMAR y Policia Federal

Según información obtenida, los sicarios dispararon a 10 metros de distancia, desde un vehículo Golf de color blanco con rifles AK-47 o Cuerno de Chivo. Una vez cometido el ataque huyeron del sitio por la calle Luis Donaldo Colosio Murrieta hacia el cruce con Agustín Olachea o Bulevar Las Garzas, justo en el punto donde se encuentra una cámara de vigilancia de la Subsecretaría de Seguridad Pública.

De los atacantes no se tuvo más información. Tras la caída de Díaz Moreno, el agente fue despedido con honores por elementos de la institución, donde Francisco Javier Moreno Montaño, Comisario de la Estatal hizo el último pase de lista.

“El Cuervo era gente cercana al Comisario, incluso se sabe que éste pidió su renuncia, pero parece que no fue aceptada, no creo que lo permitan además, porque sería bajar el ánimo a los elementos”, aseguró el miembro del Grupo de Coordinación.

Sin embargo esto ya estaba definido, desde que “fuerzas extrañas a los acuerdos locales, vendrían a presionar con detenciones a los Policías locales, de todas las corporaciones te aclaro, porque cada quien tiene su grupo, entonces con la presión que estamos ejerciendo, esto los empujó a romper todo trato y eso se desencadenó en la muerte del oficial”, aseguró la fuente de inteligencia militar.

“De alguna u otra manera existía una colaboración”, sin embargo tendría que terminar “si es que quieren de regreso la tranquilidad, eso lo sabían los mandos superiores, hoy tenemos esa tarea, detener o forman un frente común entre todas las corporaciones”, reiteró la fuente militar.

Lo que se avecina tras la caída del comandante de la Estatal es una pugna entre delincuentes y policías “Si hubo o no protección hacia Los Dámaso en su momento, ese tema ya quedó atrás, el descontento ya se vio reflejado, incluso desde el atentado que sufrió del 13 de mayo hacia el Comandante Osorio, de la misma corporación, desde ese entonces vimos vínculos, hoy queda atender nuestra labor”, expuso el efectivo.

El 13 de mayo del 2016, Luis Osorio, Comandante General de la Policía Estatal Preventiva sufrió un atentado en las calles de Himno Nacional y Unión, de la colonia Diana Laura, en ese evento sicarios dispararon desde dos unidades en contra del agente, logrando herir a tres elementos, incluido el Comandante.

Dos de las armas aseguradas a sicarios en Santa Rosa en SJC, salieron positivo en pruebas de balística en el homicidio de los 2 agentes de homicidios fallecidos el 21 de febrero

El mismo móvil fue el principal, la tarea de desarticular narcotienditas “llevó a que los acuerdos terminaran y pusieran en riesgo el trato, lo que trajo consigo agresiones y amenazas”, explicó el investigador.

Con acuerdos rotos, obligados por la presencia militar y con la amenaza de que las Fuerzas Federales puedan arrasar con detención de sicarios, narcomenudistas, líderes de célula y hasta policías, los elementos de seguridad se encuentran en incertidumbre de atacar a sus “aliados” y enfrentarse a una pugna entre policías y miembros del crimen organizado.

“Nuestras investigaciones llegaron hasta uniformados, había carros que según los datos estaban moviendo droga y armas, por fin los identificamos, y tal fue nuestra sorpresa de ver que quien lo mueve es un uniformado, de la municipal”, lamentó la fuente.

Ya pasó en Los Cabos, donde Agentes Ministeriales señalados con nombre y apellidos, señalados por grupos antagónicos entre Los Dámaso, Los Acosta o Los Javieres y de Cártel Jalisco Nueva Generación, se vieron en la necesidad de detener a narcomenudistas, incluso limitar la “protección” y llevar a la muerte a compañeros que investigaban homicidios recientes en la colonia San Bernabé en San José del Cabo, donde dos Policías Ministeriales adscritos al área de Homicidios fueron acribillados.

 

Policías y ex policías mantenían tratos con crimen

En Los Cabos las cosas han sido demasiado evidentes, Policías en funciones protegiendo por años a miembros del crimen organizado, no solo se dice a través del medio, las propias autoridades de los tres niveles de gobierno han reconocido el vínculo estrecho, incluso en el despido reciente de 65 Policías Municipales por no acreditar los exámenes de control y confianza, pero no solo por no pasarlos, sino por encontrarse vinculados en cierta medida al crimen, declaraciones vertidas por el propio Vocero del Grupo de Coordinación de Seguridad Pública en el estado y Secretario General, Álvaro de la Peña Angulo.

Sin embargo no solo Policías, también ex agentes, tal es el caso de los ex ministeriales Édgar Arce Molina “El Zopilote” o “El Mocho”, ex policía ministerial y brazo armado para la célula de Los Dámaso; y Manuel Vera “El Vera” y/o “El Apolo”, los cuales han sido cruciales en la logística de operación en la zona sur.

Del mismo modo, se ha señalado a ciertos elementos, como:

Javier Valenzuela Cruz. Ex comandante general de la Policía Municipal de Comondú.

Norberto Richie Ceseña. Coordinador de la Policía Municipal de Los Cabos, señalado en narcomanta a principios de enero de 2017.

La caída de El Buda, evidenció pactos rotos entre corporaciones de seguridad y criminales, la protección y la tregua ha terminado

Moisés, quien se presume es comandante de la Policía Municipal en Guerrero Negro.

Jesús Adolfo Meza Dimas, agente de la Policía Ministerial, adscrito en San José del Cabo.

Jesús Leyva Valenzuela. Juan Carlos Quiroz Gómez, ambos comandantes de la Policía Municipal de Los Cabos.

Paúl Fiol Contreras, comandante de la Policía Municipal de Los Cabos.

Moisés Fernández Larriñaga, comandante de la Policía Municipal de Mulegé.

A ellos se les mantienen procedimientos en su contra por su presunta responsabilidad en la colusión con la delincuencia organizada.

La protección cesó por ciertos grupos de Ministeriales, ya que la violencia se descarriló en la joya de la corona, cuando la presión de los mandos de la corporación, exigieron resultados, tras los diversos señalamientos hacia la figura principal de la Procuraduría General de Justicia del Estado, Erasmo Palemón Alamilla Villeda.

Con el jefe encima, la Policía Ministerial inició con detenciones pequeñas, pero que fueron cerrando el paso a la célula, lo que generó descontento, enojo evidenciado la tarde del 21 de febrero de 2017, cuando los agentes de la Policía Ministerial adscritos al Departamento de Homicidios, de nombres Luis Alberto Corrales González y Miguel Ángel Castro Romo fueron ejecutados con el uso de rifles de alto poder.

Se encontraban estacionados en la calle Vinoramas de la colonia San Bernabé, ahí “llegaron jovencitos empoderados con un Cuerno de Chivo y dispararon a diestra y siniestra, no sabemos si los sicarios realmente estaban enojados por lo que ocurría en esos momentos, o se trataban de inexpertos con juguete nuevo y lo usaron desgarrando su coraje”, comentó el Agente consultado.

Los Agentes de la Policía Ministerial adscritos al Departamento de Homicidios fueron acribillados en el cumplimiento de su deber, “con carreras en las que nadie puede decir malas, provocó un grave descontento de las fuerzas ministeriales”, agregó.

Lo que llevó a diversas movilizaciones y detenciones, la más relevante fue la realizada el 28 de marzo en la colonia Santa Rosa en San José del Cabo, “ese día iba saliendo el Hermano de El Colores, cuando jóvenes sicarios al ver el convoy de unidades se desesperaron y dispararon en contra de los oficiales, lo cual delató su ubicación y nos dio el resultado que tienes”, indicó la fuente.

En el lugar fueron detenidos por Militares en auxilio de Ministeriales, a:

Ángel Pablo de 16 años.

Saúl Ariel, de 20.

José Manuel, de 21.

Emilio Alberto, de 22.

Jesús, de 23.

Andrés, de 24.

Además de uno más que quedó sin vida, identificado como Julio César de 40 años, a quien estiman como el líder de los jovencitos inexpertos.

A decir de esta detención, fuentes extraoficiales confirmaron a ZETA que los rifles de alto poder asegurados que fueron cinco, 3 rifles AK-47 o cuerno de chivo; dos AR-15, de los cuales dos de ellos en pruebas de balística confirmaron la presencia en la doble ejecución de los agentes de la Policía Ministerial.

Por ello la Procuraduría General de la República (PGR), a través del Juzgado Especializado en el Sistema Penal Acusatorio, obtuvo “auto de vinculación a proceso contra cinco adultos y un menor de edad”. Los seis detenidos y el armamento que consistió en armas largas, calibre 7.62 x 39 mm y .223 mm, así como 343 cartuchos útiles y siete cargadores más.

Los detenidos fueron asegurados por la Policía Ministerial en la vivienda ubicada en Callejón sin nombre entre Hacienda de Corralejo y Guadalupe Victoria, de la colonia antes mencionada.

“El Juez de Control, calificó de legal la detención de los imputados y dictó auto de vinculación a proceso por el delito de Portación de Arma de Fuego, Posesión de Cargadores y Cartuchos de Uso Exclusivo del Ejército, Armada y Fuerza Aérea”, por lo que los detenidos fueron recluidos CERESO y al Centro de Internamiento y Tratamiento para Adolescentes (CITA) en La Paz.

Además sentenciaron en sus declaraciones a Ricardo Andrés “N”, detenido en el lobby del Hotel Hyatt Ziva de San José del Cabo el pasado 12 de marzo, mismo que se hospedaba en el Hyatt Place, a sólo unas cuadras del hotel donde fuera detenido.

Con estos hechos lamentables para muchos, queda al descubierto que Policías podrían encontrarse ahora en la mira de sicarios, ya que de pasar de la protección con que gozaban antes de la llegada de Fuerzas Federales, hoy los agentes están siendo obligados a romper todo trato, lo que podría desencadenar ahora sí, la “lucha frontal” que mucho ha mencionado Álvaro de la Peña Angulo, vocero del Grupo de Coordinación de Seguridad Pública en Baja California Sur.

 

Tratos rotos en La Paz

Como ha ocurrido desde la llegada de las fuerzas de la federación, Marinos, Militares y Policías Federales han estado envueltos en operativos y persecuciones, sin embargo Agentes de la PGR locales, también han sido obligados a hacer uso de los datos de inteligencia contenidos desde el inicio de la guerra por el control de la plaza, “antes que les saquen los trapitos empezaron a meter chamba, también fueron obligados a trabajar contra todo trato”, expresó el agente de investigación consultado por ZETA.

Algunos de los detenidos vivían con toda tranquilidad hasta antes de la llegada de las fuerzas especiales de la SEDENA y de la SEMAR, así como de la División de la Gendarmería de la Federal, “era todo un secreto a voces”, dijo la fuente; pues todos los ciudadanos y vecinos sabían dónde y cómo hacían sus movimientos los maleantes, casualmente las autoridades desconocían las actividades desarrolladas por éstos.

Con vigilancia por aire, considerada como una medida fuerte para cerradicar conductos delictivas, prevalece inseguridad

La mañana de este martes 11 de abril, desde las 8 de la mañana fuerzas federales irrumpieron en un domicilio ubicado en Concejales casi esquina con Melchor Ocampo, de la colonia 20 de Noviembre en el municipio de La Paz, allí fueron aseguradas:

4 mil 150 dosis de cristal.

50 pastillas controladas Clonazepam.

3 armas cortas, una calibre 45, otra 380 y una más 9mm.

1 arma larga calibre .243 abastecidas.

358 cartuchos útiles de diversos calibres.

940 pesos.

En el sitio fue detenido “El Pelón”, de 35 años y originario del municipio de La Paz, que según las investigaciones este hombre ha sido denunciado constantemente por delitos contra la salud, movimiento extraño en su domicilio y acceso constante de maleantes a la vivienda; la persona detenida cuenta con antecedentes penales por delitos contra la salud. En dicho operativo participaron agentes de Procuraduría General de la República, marinos, Policía Federal, todos custodiando a elementos de investigación adscritos a la Unidad Especializada en Investigación del Delito de Comercio de Narcóticos Destinados al Consumo Final y su Judicialización de la Procuraduría General de Justicia en el Estado (PGJE).

“Este personaje constantemente había sido denunciado, no se hizo la labor de detención porque se tendría investigación, pero casualmente ahora vienen a detenerlos con la presión de las fuerzas federales”, lamentó.

Policías Federales han obligado a las corporaciones locales a romper acuerdos y es notorio, los elementos se han visto en persecución de narcomenudistas que normalmente circulaban con toda tranquilidad en la ciudad; en una persecución llevada a cabo en las calles de Nayarit y Melitón Albañez, de la colonia Pueblo Nuevo culminó con un choque, allí policías detuvieron a un joven el cual viajaba con un acompañante en un Honda verde, solo fue detenido el conductor, el otro se dio a la fuga.

Hechos registrados la tarde del 29 de marzo, allí quedó lesionada una familia, la cual viajaban en un automóvil en donde se estrellaron; la mañana del 5 de abril, de nuevo federales persiguieron a un presunto narcomenudista a bordo de un Jetta de color rojo, la persecución terminó en las calles de Ocampo y Margarita Maza de Juárez, de nuevo se estrellaron contra civiles.

Lo que deja en claro, que las fuerzas federales “sin compromiso” con células locales, vinieron más que a hacer detenciones masivas, llegaron a presionar a los diferentes cuerpos policiacos a actuar y romper todo tipo de compromisos con delincuentes, lo que podría llevar a una pugna entre miembros del crimen organizado y agentes corruptos.

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