“Finding Neverland” es una obra simplemente mágica. Con cuatro estupendos niños actores, un perro que cada vez que participa por supuesto se roba la escena y un elenco de primera, esta historia de cómo JM Barrie escribió “Peter Pan” se convierte en un gran musical que hasta el domingo 9 de abril se presentará en el Teatro Civic, como parte de la temporada 2016-2017 de Broadway San Diego.
“Michael” (Jordan Cole), “George” (Finn Faulconer), “Jack” (Mitchell Wray) y “Peter” (Ben Krieger) son los cuatro jovencitos que interpretan el rol de los hermanos Llewelyn Davies, quienes, junto con su madre, inspiraron a Barrie para que encontrara la Tierra de Nunca Jamás a través de una obra de teatro.
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Atormentado por una tragedia personal -la pérdida de su hermano siendo un preadolescente-, Barrie un día se topó con esta familia en el parque y de ahí surge una amistad en la que el escritor se da permiso para volver a la infancia y echar a andar esa imaginación vital para la creatividad que el exitoso autor para entonces había perdido.
La complejidad de esta puesta en escena es tan grande como debió ser en su momento el estreno de “Peter Pan” en Londres. Aquí agreguémosle el hecho de que se tiene un musical escrito por Gary Barlow y Eliot Kennedy, además de la espléndida coreografía de Mia Michaels.
El resultado es una intensa experiencia donde hay oportunidad para todo: explorar las habilidades histriónicas del reparto a través del humor, romance, el ingenio, el canto y el baile. Además de los chicos, Tom Hewitt y Karen Murphy se llevan toda la atención con sus impecables interpretaciones tanto de solos como de duetos.
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Luego tenemos el vestuario, la escenografía, la iluminación, el diseño de producción y, aunque está el referente de la película que Johnny Depp y Kate Winslet protagonizaron en 2005, este musical es otra aventura donde, por cierto, Cameron Bond merece una mención muy especial como ese inolvidable Capitán Garfio.
A la hora de unir todos estos elementos, estamos ante un suceso teatral difícil de comparar con otro, donde el lujo de detalle desde la dirección de Diane Paulus y el compromiso con el trabajo de Barrie se transfieren desde el foro hacia las butacas, y de pronto, todos los ahí presentes en el Teatro Civic nos acercamos aunque sea un poco a la Tierra del Nunca Jamás.
