Con una gloriosa celebración que lo ha llevado a pisar escenarios que le resultan mágicos y acogedores, Enrique Bunbury se pasea por el mundo con su gira “Mutaciones”, con la que festeja 30 años de trayectoria, primero como líder de la agrupación Héroes del Silencio y posteriormente en solitario.
Así fusionó su pasado y presente en Tijuana el viernes 21 de octubre, con temas icónicos con los que se siente cómodo y que sus fans le vitorean cada que el ibérico inicia a interpretar una canción.
“¡Enrique! ¡Enrique! ¡Enrique!” sonó en la Plaza Monumental, así lo saludaron más de 8 mil fanáticos que eufóricos le acompañaron en su transitar musical.
Con “Iberia Sumergida”, Bunbury emprendió el recorrido que lo llevaría a recordar grandes momentos, de esas vivencias que se adhieren a la piel al ser coreadas por los asistentes que lo seguirían en un acompañamiento de ritual; así sonarían “El Club de los Imposibles” y “Dos Clavos a mis Alas”, antes de ofrecer su peculiar su saludo: “¡Muchas gracias, Tijuanaaa! Muchas gracias de verdad, es un placer estar con todos ustedes esta noche, venimos a celebrar 30 años de mutaciones y queremos hacer un recorrido por tres décadas de canciones, queremos mostrarles lo último que hicimos, el ‘Unplugged’ que grabamos aquí en México y les presentaré canciones de todas las épocas, hasta el principio de todo. Esperamos que el repertorio que hemos seleccionado para ustedes esta noche sea de su agrado”, expresó.
Acompañado de Los Santos Inocentes, dejaron fluir sentimientos, emociones y recuerdos con temas como “Sirena Varada”, “Porque las Cosas Cambian”, “El Camino del Exceso”, “Avalancha” y “Que Tengas Suertecita”.
Fascinado por la respuesta del público, Bunbury les posaba, acariciaba su guitarra y se dejaba querer. Con el sentimiento a su máxima capacidad, se movía de un lado a otro en el escenario, se acercaba a uno que otro de sus músicos y le acompañaba con su instrumento; luego, volvía a sus poses, cantaba, se entregaba con pasión, viviendo cada tema, mientras que ocasionalmente pedía a los fanáticos cantar fuerte con él.
Después echó la vista muy atrás y regaló canciones del primer disco que grabó cuando pertenecía a Héroes del Silencio; el momento se volvió un recordatorio sublime, fascinante, provocando la algarabía de las 8 mil almas cuando se escucharon “Mar Adentro”, “Maldito Duende” y “Lady Blue”.
La promesa que el español había hecho al inicio de su show se estaba cumpliendo, el recorrido musical fue del pasado y presente, de un Bunbury en solitario o cuando fue parte fundamental de Héroes del silencio. La celebración no pudo ser mejor, pues ahí estuvieron los éxitos que han marcado su carrera, los tocó uno por uno, les dio vida y los ofreció, como un artista que sabe cuándo es momento de mutarse, para no perder su esencia y seguir saboreando el éxito.
“Más Alto que Nosotros el Cielo”, “Si”, “La Chispa Adecuada” y “Los Habitantes de Todo el Mundo” también sonaron en el recinto, mientras Enrique se dejaba acariciar por su público no solo a nivel auditivo, también cayó sobre ellos, quienes gustosos lo tacaban y saludaban de mano. Así era el pacto entre él sus fans, un cariño recíproco por apoyarlo en 30 años de caminar por el mundo de la música.