El clásico de Broadway con el cual la Roundabout Theatre Company celebra su 50 Aniversario es una joya de baile, canto y actuación que se estará presentando hasta el domingo 28 de agosto en el Civic Theatre de San Diego
Nada lo prepara a uno para la última escena. Aunque ya conozca la historia al revés y al derecho desde el estreno en Broadway en 1966 y recuerde esos temas inmortalizados en cine por Joel Grey y Liza Minelli en 1972, este musical hecho posible en esta versión por Sam Mendes y Rob Marshall, es una joya que estará hasta el domingo 28 de agosto en el Civic Theatre como parte de la oferta de Broadway San Diego.
Por supuesto que así se le da un grandioso “Willkommen” a “Cabaret”, la obra con la cual la Roundabout Theatre Company celebra su 50 Aniversario es un acierto desde Randy Harrison, el maestro de ceremonias del famoso Kit Kat Club de Berlín.
Los personajes que habitan este enrarecido espacio no pueden ser juzgados desde ningún ángulo, pues la sensación de que se está al borde de un abismo social se fortalece conforme conocemos las verdaderas motivaciones de Ernst Ludwig (Ned Noyes).
En el centro del caos que se avecina está Clifford Bradshaw (Lee Aaron Rosen), un novelista americano que le renta una habitación a Fräulein Schneider (Alison Ewing) con la esperanza de encontrar su voz y sin imaginar que en su camino se cruzará Sally Bowles (Andrea Goss), una joven que aspira con el estrellato.
Mientras se tejen estas complicadas relaciones en escena hay una labor titánica del elenco, que pasa de cantar y bailar a tomar un instrumento y sumarse a la magnética orquesta del Kit Kat, responsables de canciones como “Willkommen”, “Money”, “Maybe This Time” y por supuesto el clásico “Cabaret”.
Solo así nos envuelve un ambiente decadente donde la alegría es consecuencia del placer físico, en un tiempo en el que se vive el instante y donde se tiene siempre el presentimiento de que algo terrible está a punto de suceder.
“Yo pienso que la escritura de la obra te permite que todo esto sea relevante para el mundo de hoy, no solo por lo que políticamente sucede en la obra y lo que está ocurriendo en nuestro mundo ahorita, sino porque la escritura tiene una base tan humana, no puedes prejuzgar a estos personajes”, dice a ZETA Andrea Goss, tras una larga experiencia con “Cabaret”.
“Sally sabe que algo malo está sucediendo, pero decide ser ignorante porque no quiere pensar en lo malo. Todos conocemos a alguien que trata de protegerse de lo que realmente está sucediendo, por eso creo que podemos encontrar partes de nosotros en Sally”.
— ¿Cómo describirías entonces la psicología de Sally Bowles?
“Sally es una cantante de cabaret británica de 19 años de edad. Está viviendo en Berlín en un momento muy duro, para mí ella es una sobreviviente, está haciendo lo que puede para sobrevivir en un mundo tan avariento, ella parece ser esta encantadora chica fiestera, pero detrás de todo eso es una niña, entonces tiene muchas capas y es muy compleja, definitivamente toma decisiones que son muy difíciles y no todos están de acuerdo con ella, pero las hace porque está tratando de sobrevivir en ese mundo sola. Es un personaje muy divertido para interpretar, por la travesía que emprende”.
— ¿Cómo la hiciste tuya, con tantas referencias teatrales, además el clásico rol de Minelli en la gran pantalla?
“Al principio tuve miedo, estoy muy familiarizada con las mujeres increíbles e icónicas que la han hecho antes, pero mi objetivo es contar una historia lo mejor que puedo y para mí eso es no repetir la interpretación de otra persona, porque creo que eso de ninguna manera ayuda. La escritura en sí misma es brillante y hay tantas maneras de acercarse a ella, y con este equipo creativo que tenemos y que estuvo muy abierto a permitirme encontrar a mi propia Sally, eso implicó volver a la novela original de Christopher Isherwood, de la cual se basa, y hurgar en su personaje y en lo que él pensó que era Sally, yo pude conectarme con esa versión de Sally y en eso traté de enfocarme”.
— ¿Cuál fue el proceso para que te dieran este papel?
“Tuve mucha suerte. Estuve en la producción en Nueva York, fui una de las chicas del Kit Kat y fui suplente de Michelle Williams en el rol de Sally, y luego de Sienna Miller, y tuve la oportunidad de presentarme bastante y como suplente me permitieron encontrar desde entonces a mi propia Sally, que creo que es muy poco frecuente que te den tanta libertad siendo una suplente; y creo que me confiaron el rol y no tuve que hacer otra audición para la gira, me lo dieron el año pasado cuando concluyó el espectáculo en Broadway y me sentí honrada. Es una gran responsabilidad asumir este rol en una obra tan increíble, sobre todo en la época de hoy, y sigue siendo tan relevante”.
— ¿Cómo llegaste a Broadway?
“Empecé a tocar piano a los 3 años de edad, creo es el mejor regalo que mis padres me dieron, siempre he amado la música, de chica bailé, y no fui expuesta a mucho teatro pero cuando comprendí que podía hacer una carrera con tres cosas que amaba, actuación, canto y baile, terminé yendo a la universidad para hacer eso, de la Universidad de Syracuse tuve mi primer trabajo que fue una obra de Broadway, hice ‘Rent’, estuve en el elenco con el que finalizó su temporada durante un año. Así es que he sido muy afortunada, siempre sueñas con estar en Broadway y yo he podido hacer eso, pero es un aprendizaje y Sally ha sido el personaje más desafiante del cual todavía estoy aprendiendo después de siete meses de gira”.
— ¿Qué disfrutas más de la gira?
“La gente, y no solo es la gente del elenco y del equipo, ahora son mi familia, vives y trabajas con ellos las 24 horas y es gente increíble, pero también lo es la gente que he podido conocer. Esta es mi primera gira y poder ir a la ciudades y ver a esta gente, es una de las mejores experiencias que he tenido”.