Los periodistas alemanes de investigación, Bastian Obermayer y Frederik Obermaier, del diario Süddeutsche Zeitung, en Múnich, recibieron hace poco más de un año, de una fuente confidencial, la mayor filtración de documentos de la historia, que terminó en una investigación global con 370 reporteros en 78 países, los llamados Panama Papers.
Ahora, el informante anónimo que filtró los archivos del bufete panameño Mossack Fonseca decidió explicar sus motivos por los cuales decidió entregar los millones de documentos confidenciales que han evidenciado a decenas de líderes mundiales y figuras públicas en todo el mundo por su conexión con estructuras financieras en paraísos fiscales.
El filtrador, que aún no ha revelado su identidad, aseguró que entregó la información del bufete porque cree que “los fundadores [de Mossack Fonseca], sus empleados y clientes deben responder por su papel en los crímenes” expuestos por la investigación global que lideró el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigacion (ICIJ por sus siglas en inglés).
El comunicado también afirma que varios medios de comunicación importantes tuvieron acceso a los documentos y fueron alertados de su existencia, antes que el IJCJ publicase su investigación global, pero ninguno quiso investigar o reportar sobre el tema.
“La triste verdad es que entre los medios más prominentes y capaces del mundo no hubo uno solo interesado en reportar sobre la historia. Ni siquiera WikiLeaks respondió a las repetidas pistas”, escribió el filtrador anóninmo, sin detallar el nombre de esos grandes medios.
El proyecto Panama Papers es una investigación periodística masiva publicada el pasado 3 de abril desde 109 redacciones del planeta, que involucró a 370 periodistas de 76 países, laborando en 25 idiomas durante casi un año. Fue liderada por ICIJ y el diario alemán Süddeutsche Zeitung.
Entre las organizaciones informativas más importantes que se quedaron fuera de la investigación está el diario estadounidense The New York Times, uno de los pocos que se ha referido públicamente a los motivos de su ausencia.
Días atrás, su editor, Matt Purdy, aseguró que el periódico nunca supo que la investigación se estaba realizando ni tuvo acceso a los documentos. Marina Walker, directora adjunta de ICIJ también declaró que el Times no fue convocado a raíz de algunas diferencias en proyectos anteriores.
Sin embargo, se desconoce la información que indique que el NYT fuese uno de esos medios prominentes a los que se refiere el informante anónimo en su comunicado, enviado días atrás a la redacción del diario alemán Süddeutsche Zeitung.
Jhon Doe, como se hace llamar el informante en referencia al término legal utilizado en Estados Unidos para identificar a personas anónimas, asegura que los Panama Papers revelan la verdadera causa de la inequidad en el mundo: corrupción masiva y perversa.
En su comunicado, el informante no brinda detalles personales o de ubicación o identidad, pero aclara que no trabaja para ningún gobierno.
“Para los registros. Yo no trabajo para ningún gobierno o agencia de inteligencia, directamente o como contratista, y nunca lo he hecho. Mis puntos de vista son enteramente míos y fue mi decisión compartir los documentos con Süddeutsche Zeitung y el Consorcio Internacional de Periodistas. Sin ningún motivo político especifico, simplemente porque entendí su contenido suficiente como para saber la magnitud de las injusticias que ahí se describen”, expresó el informante.
EL próximo lunes, ICIJ dijo que hará pública una base de datos que contiene los nombres de personas y empresas de todo el mundo, que los periodistas involucrados han identificado hasta ahora en los archivos filtrados.
Sin embargo, en una carta enviada hace apenas dos días, Mossack Fonseca solicitó al la organización periodística que desista de hacer públicos dichos archivos, pues pondrían en peligro a muchos de sus clientes.