Un desolado Carnaval

Este 2016 la gran fiesta que llevó como tema “Celebremos las Culturas” registró baja asistencia en comparación con otros años. Elencos locales tuvieron pobres audiencias: “No teníamos mucho dinero para traer artistas famosos, lo importante era hacer una fiesta bonita, familiar”: Ramiro Zúñiga, director del comité organizador

A falta de grupos y cantantes de fama nacional o internacional, el Carnaval de Ensenada 2016  abundó en comparsas, carros alegóricos y desfiles, y un elenco conformado totalmente por artistas locales, principalmente del género norteño y sierreño.

En la sede principal de la fiesta carnavalesca, a lo largo de Playa Hermosa, se instalaron diez escenarios muy bien “armados”, la mayoría con apenas un puñado de espectadores. Y muchos policías alrededor.

Fuera de la presentación de El Coyote y su Banda Tierra Santa, que aglomeró a cerca de 3 mil asistentes en el Templete Principal del Carnaval, el resto de las presentaciones tuvieron respuesta tibia y algunos de los templetes solo tuvieron a una decena de policías como espectadores, incluso uno de los oficiales publicó en sus redes sociales: “Aquí en el Carnaval, con el grupo tocando para nosotros solitos”.

Favorecido como nunca con un clima cálido, y sin las acostumbradas lluvias que se registran carnaval tras carnaval, este año la gran fiesta que llevó como tema “Celebremos las Culturas” registró baja asistencia en comparación con otros años, sea por el clima de inseguridad o por la crisis económica, según aprecian organizadores y locatarios.

El jueves 4 de apertura y el martes 9 de clausura fueron los días en que mayor afluencia de público hubo, sin embargo, sin mucha presencia de visitantes de otros municipios del Estado o de las familias tradicionales de Ensenada, y más bien muchas familias de las colonias de la ciudad y seguidores de los grupos locales que con su público cautivo tocaron horas y horas en el Carnaval y de un escenario se pasaban a otro a lo largo de Playa Hermosa.

Presentaciones con muy poco público

El primer día de fiesta y más nutrida asistencia fue la del intérprete conocido como “El Coyote”, que aunque cantó poco y no complació con las principales peticiones de canciones que le hacían, dejó contenta a la gente, junto con el evento “La Quema del Mal Humor”, en el que tradicionalmente se le prende fuego al monigote de algún político de la entidad y que en esta ocasión correspondió al director de la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Ensenada (CESPE), el panista Arturo Alvarado, linchamiento que la gente festejó grandemente.

Entre payasos, sets de música electrónica, concursos de canto y baile, y muchos grupos del género alterado y sierreño, lo que resultó más atractivo, principalmente para el público masculino, fue el espectáculo teibolero de “Las Chicas Tecate”. Entre los artistas locales que repitieron a lo largo de toda la semana, y en una misma noche de un escenario a otro, estuvieron: Banda La Perrona, Estruendo Norteño, El Combo de Isla de Cedros, Ramón Vega y su Grupo Baraja, Los Sentenciados, Mala Banda, Guerra Norteña, Virtud Norteña, Aferración Norteña, Grupo Bandido, Nueva Sicilianos, Banda La Auténtica de Ensenada, Triunfo Norteño, Takon Machine, Grupo Chocolate, Kid Noise, Capuchino Exprés, Víctor García y Aracely Moreno.

En cuanto a la oferta artística que este año ofreció el Carnaval hubo opiniones desfavorables por parte del público en las mismas páginas oficiales del Comité Municipal del Festejo, organizador del evento: “Unos pinches grupos de pueblo, no ma… el único más o menos es Takón Machín, ¡qué poquiteros!”,  “Vine a Ensenada nomás por El Coyote y nomás para que cante cinco canciones”, “Qué cochinero de artistas, ya no traen como antes”, “El carnaval ya no es lo mismo, aparte grupos buenos ya  ni traen, hasta la playa está muy lejos”, “Pero comparado con el de La Paz creo que el de Ensenada lo supera con mucho, ¿no?…”.

Ex participantes en la organización del Carnaval  consideraron que la falta de unas buenas relaciones públicas y el poco poder de convocatoria de las actuales autoridades a cargo del evento se reflejó en la pobreza del programa y ejemplicaron con la ausencia de dos staffs, el de las radiodifusoras EXA y Los 40 Principales,  que se habían vuelto costumbre y tenían a su cargo la presentación de cantantes del catálogo nacional. Ausencia que se notó, remarcaron.

“Estamos contentísimos”, expresó por su parte a ZETA el director del comité organizador del Carnaval, Ramiro Zúñiga. Ponderó que este año se agregó a la Corte Real la categoría juvenil, que nunca se había contemplado, y que llegaron de visita las reinas del Carnaval de Mazatlán y Veracruz, así como la inclusión de un área infantil que consideró como algo “innovador”. Resaltó el saldo blanco en cuanto a incidentes y “los ríos de gente” que circularon por la zona de festejos.

En cuanto al programa artístico reconoció las limitaciones: “No teníamos mucho dinero para traer artistas famosos, lo importante era hacer una fiesta bonita, familiar”. Aclaró que con el presupuesto municipal y del Estado no alcanza para contratar grupos de famosos y que El Coyote fue contratado por parte de la cervecería Tecate. “Lo importante era sacar la fiesta”, reiteró.

Por último, el funcionario lamentó la campaña en contra del Carnaval 2016 por parte de detractores, que sembrando el temor trataron de inhibir la presencia de la gente a la fiesta más tradicional y esperada en el puerto de Ensenada, por lo que la principal preocupación era darle a los porteños la fiesta por la fiesta: “Y la gente quedó contenta, les gustó.  La gente es pachanguera”.

Carnaval súper blindado, y desolado

Como nunca el Carnaval de Ensenada fue favorecido con un excelente clima, con tardes templadas y noches frescas y, por primera vez en muchos años, sin lluvias que les “aguara” la fiesta. Pero también como nunca,  la tradicional  fiesta más esperada para los ensenadenses lució desolada la mayor parte de los 6 días de celebración.

Del 4 al 9 de febrero el Carnaval Ensenada 2016 con el tema “Celebrando las culturas”,  se vivió con la algarabía acostumbrada de las familias en los eventos celebrados durante el día en la calle, el desfile, baile y comparsas, pero en el escenario principal, sobre el bulevar costero de Playa Hermosa, la historia fue otra.

La asistencia fue pobre, de los diez escenarios instalados para funcionar simultáneamente apenas se abrían cinco o seis, y los artistas locales que se presentaban se pasaban de uno a otro para completar la jornada. Los vendedores de botanas y artículos diversos refunfuñaban por la escasa venta, y hasta los vendedores de cerveza lamentaron la baja en las ventas. Los juegos mecánicos permanecían las horas apagados o girando en solitario.

En contraste con la aglomeración y tumulto con la que se dificulta caminar regularmente, esta vez se podía transitar plácidamente a todo lo largo del recinto ferial y en cambio lo que abundaban  en el paisaje eran policías en grupos de diez, 20 o hasta 50 elementos.

A raíz de la balacera registrada el pasado 23 de enero en el palenque “Póker” de Ensenada, que dejó cuatro muertos y una veintena de lesionados, el ambiente en el puerto no acostumbrado a crímenes de alto impacto se enrareció. Días previos al arranque del carnaval en las redes  sociales circuló una fotografía donde  aparecen veinte hombres armados con equipo de alto poder y hasta con bazookas autonombrándose “Tropa Élite” de René Arzate García  “La Rana” con una manta  lanzando una amenaza directa: “Ensenadenses no asistan al Carnaval 2016 estaremos cazando”.

El gobierno municipal anunció que para garantizar la seguridad de los asistentes el carnaval este año estaría fuertemente blindado con más de 400 policías, lo que para muchos fue un error pues asustó a la gente quien decidió no asistir.

Ya el primer día del carnaval, la noche del jueves 6 de febrero, el director de Seguridad Pública Municipal,  Enrique Villarreal Sotomayor, presumía los buenos resultados del operativo implementado, solamente 37 detenidos de casi 14 mil que asistieron esa noche, y todos por faltas mayores.

El funcionario mencionó que en la primera noche de carnaval, es decir, el pasado jueves 4 de febrero, hubo una asistencia de 13 mil 580 personas, de las cuales 37 fueron presentadas ante el juez calificador por cometer faltas menores.

Solamente en el transcurso del pasado 6 de febrero, un asistente de las fiestas carnestolendas reportó que le habían robado su vehículo, mismo que estaba estacionado en los alrededores de la Playa Hermosa, por lo que se realizaron patrullajes para recuperarlo, sin éxito alguno. Y así los demás días, incluyendo el sábado 6 de febrero, el día de mayor afluencia, con 37 mil 550 asistentes, y 158 detenido por infringir el bando de policía y buen gobierno, “y sólo ha habido un vehículo robado”, resaltaron.

En un pequeño escenario de la feria el Payaso “Tallarín” divertía a unos cuanto niños, y la cantidad de público de doblaba con 8 policías más de espectadores.  En otro escenario, de los más concurridos, donde “Las Chicas Tecate” bailaban y se contoneaban sensualmente, había alrededor de 150 personas entre el público, pero 40 policías frente al escenario, a los lados, y detrás del público.   El templete de música electrónica a cargo del “Papas & Beer” no tenía a un solo espectador, pero en cambio 10 policías lo vigilaban.

Más tarde en el mismo escenario había 20 asistentes, pero hasta 50 policías atentamente vigilando cada movimiento. Por todo el recinto del carnaval circulaban contingentes policíacos, en grupos de 10, 20, o hasta 40 elementos que iban y venían, y otros que estaban arrinconados, a la orilla de la playa, atrás del escenarios, como espectadores en los templetes, o simplemente dejando pasar el tiempo aburridos.

“Está muerto… ¡muerto!”, expresó  a ZETA “Angélica”, una policía municipal asignada al operativo. “Ni parece carnaval,  fuera de”El Coyote” ningún artista bueno, hay menos puestos instalados”, ilustró. De los resultados del operativo y los detenidos precisó: “Sí, ha habido detenidos, pero morritos, y por meones. Así es más trabajo para uno, estamos aburridos”. “Un saludo para los policías, los veo desvelados”, saludaba un músico desde al escenario a todo su público, los gendarmes, que hasta postearon en las redes: “El grupo tocando para nosotros solitos”.

La queja constante de los vendedores instalados consultados era la de las pocas ventas,  y la expresión recurrente: “Hay más policías que gente”. La oficial “Angélica” desde su perspectiva atribuiría que la ausencia del público no era tanto por el  temor a que sucediera un acto violento sino simplemente a la crisis económica: “No es la inseguridad, es el dinero. No hay dinero, y todo aquí está muy caro”.

En pleno domingo, el escenario principal a las 10 de la noche ya estaba solo, cuando regularmente la fiesta se prolongaba hasta las 5 de la mañana. “Ha habido menos pleitos, de volada se los llevan”,  celebraba un vendedor de hamburguesas sobre la vigilancia, en cambio un cervecero lamentaba: “La regaron con decir que carnaval iba a estar blindado”.

A los tres días de actividad las autoridades municipales hicieron un comparativo. En la primera noche del carnaval del 2015 hubo 101 detenidos a diferencia de la misma noche del 2016 con 37 asegurados, en la segunda noche 102 del 2015 y 57 del 2016. El sábado de carnaval el año pasado arrojó 274 detenidos, y en esta ocasión solamente 158.

“La gente quedó muy contenta, y la Policía más”, manifestó Ramiro Zúñiga, director del Comité de Festejos de Ensenada a propósito del saldo blanco. Apreció que los incidentes fueron sólo faltas menores, como hombres orinando en la vía pública o parejitas fajando en los rincones.

Dijo que lo importante es la fiesta y como tal se vieron circular “ríos de gente”, pese a los que trataron de asustar a la gente: “Los actos de terrorismo siempre serán reprobables por ese afán de inhibir la presencia de la gente. Esos son detractores de sí mismos y contra la vida”.

Consideró que tales acciones sólo demeritan el trabajo de tanta gente que, por ejemplo, trabaja en la elaboración de 40 carros alegóricos o le apuestan a la economía local instalando sus puestos.

Por su parte en el recuento final hecho por la Secretaría de Seguridad Pública  fue de 488 personas detenidas por faltas menores, de un total de 141 mil asistentes que la misma dependencia contabilizó por los 6 días de carnaval.

Dijo el director de la Policía que el buen resultado fue gracias al alcalde Gilberto Hirata Chico “que este año hizo una encomienda especial para que se garantizara la seguridad de los asistentes del carnaval”.

Resaltó la presencia de 450 policías en la zona de festejos, así como de diferentes filtros instalados en las entradas de la ciudad, así como vigilancia coordinada con autoridades estatales y federales, así como militar. Resaltó que incluso el día de mayor afluencia, la del sábado, con 37 mil 559 personas, las incidencias fueron menores: “El Operativo Carnaval 2016 obtuvo los mejores resultados”, celebró.

RECUADRO

OPERATIVO CARNAVAL 2016

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