Con alrededor de 180 personas ejecutadas, la mayoría por múltiples heridas de bala, en el último año La Paz se ha tornado una ciudad violenta o de mayor incidencia delictiva, lo que ha generado que el estilo de vida cambie y, sobre todo, que los hospitales atiendan algo que se ha vuelto común: personas baleadas. Todavía hace algunos días, en las calles Tamarindo y J. Mújica de la colonia Indeco en la capital del Estado, una persona del sexo masculino de aproximadamente 30 años de edad, resultó seriamente lesionada, aunque desafortunadamente perdió la vida cuando se le atendía en el Hospital “Juan María Salvatierra”. Según el reporte médico, perdió mucha sangre por las múltiples heridas en abdomen, antebrazo izquierdo, espalda y clavícula derecha. Precisamente durante estos sucesos, se tiene un estimado de 80 personas lesionadas por disparos de arma de fuego, así lo afirman especialistas en medicina forense. De este número, poco más del 10 por ciento de los pacientes ha perdido la vida, pero han sido atendidos de manera urgente; por lo que se ha movido material humano y pre-hospitalario, además de proporcionar unidades sanguíneas para su atención. El director del hospital, Roberto Rodríguez Pulido, reconoció que brindar servicio a una persona con algún trauma por disparo de arma de fuego cuesta al hospital y consume recursos que estaban destinados a cirugía u otras áreas de atención. 
“Lo principal es la sangre, nos vemos precisados a usar sangre que nosotros ya tenemos en un momento dado asignada a otro tipo de pacientes o cirugías programadas, y esto sí nos viene a trastornar con frecuencia esta situación”, explicó. Actualmente se evalúa el costo que tiene para el hospital y así poder tomar determinaciones al respecto, ya que una de las medidas para no dejar la atención a los ciudadanos, es y podría ser, según paramédicos, “que los heridos de bala bien podrían ser trasladados a hospitales militares, donde los ciudadanos no se asusten con la presencia policial en camillas o entradas del hospital”. Sin embargo, toda persona que acude a recibir la atención, se le brinda, aun cuando estas situaciones provocan descontento a los ciudadanos. Y es que cuando una persona ha sido lesionada por disparo de arma de fuego, se le debe prestar atención inmediata por la prioridad en sus lesiones, por lo que en el área de urgencias se retarda el servicio a pacientes en espera, por asistir al recién ingresado. “Estamos haciendo un estudio de verificar cuánto nos cuesta cada uno de estos pacientes, porque sí asume mucha de esta responsabilidad el hospital y la Secretaría de Salud, estamos en ese estudio”, finalizó Roberto Rodríguez Pulido. Aunque no dio cifras, se puede entender que el capital humano se desvía para atender este tipo de urgencias, ambulancias, equipo pre-hospitalario, el gasto en camilla, la recuperación del paciente y otros utensilios necesarios para su atención. Además de los diversos operativos de seguridad que se realizan en el hospital, generando incertidumbre al resto de los pacientes.
Publicidad
