9.6 C
Tijuana
lunes, abril 8, 2024
Publicidad

Una vida dibujando

En julio del año pasado, Dark Horse Comics lanzó el primer número de “Groo vs. Conan”, como una miniserie creada por Sergio Aragonés. Aunque, para lograrlo, la editorial tuvo que esperar por más de un año la respuesta del dibujante que, al no ser fanático de los crossovers, se negaba a realizar el proyecto de unir a su personaje con nada menos que Conan, pese a su relevancia en la industria. “El editor de Dark Horse también publica ‘Conan el Bárbaro’, entonces hay una cosa en los comics que se llama crossover, que es una mezcla para unir personajes que no son del mismo estilo, pero que funcionan. En el caso de Conan y Groot, los dos son unos bárbaros y me pidieron hacerlo. No estoy muy a favor de los crossover porque pienso que cada personaje tiene su propio universo. Cuando me dijeron no quise hacerlo, me tomó un año y lo primero (que pedí fue que) alguien debía dibujar a Conan porque yo no soy serio. En la vida podría dibujar una cosa bien proporcionada”. Con el dibujante Tom Yeates para cubrir esa parte, darle solución al conflicto de que ninguno de los personajes podía ganar ante el otro, se convirtió en la siguiente traba: “La solución de cómo hacer el comic estuvo en una película japonesa que vi hace años, dirigida por Akira Kurosawa, ‘Rashōmon’, que es una historia contada por tres gentes y cada (quien) lo cuenta diferente. Es sensacional, lo hice así”. Por 3.50 dólares, la gente pudo comprar cada uno de los cuatro ejemplares totales de la historia que, mensualmente, dio a conocer una versión de los hechos al enfrentamiento entre Groot y Conan, manteniendo al primero y la ambientación en el estilo tosco de Aragonés, para contrastar a la pulcritud en aspectos reales al guerrero que creó Robert E. Howard en 1932. Después de la renuencia inicial de Aragonés, el resultado de haber cedido a la iniciativa de Dark Horse para combinar ambas figuras, le permitirá competir en la edición de este año de los Premios Eisner, otorgados a lo más destacado de la industria de los comics. Será en el apartado a Mejor Publicación de Humor, que “Groot vs. Conan”, escrita por el guionista Mark Evanier, se enfrente a “Rocket Raccoon”, “Dog Butts and Love”, “Superior Foes of Spider-Man”  y “The Complete Cul de Sac”. Sin embargo, por su trabajo en el crossover y “Sergio Aragonés Funnies”, el español también se disputa el título a Mejor Escritor/Artista, donde además figuran Charles Burns (“Sugar Skull”), Raina Telgemeier (“Sisters”), Stephen Collins (“The Giant Beard that was Evil”), Richard McGuire (“Here”) y Stan Sakai (“Usagi Yojimbo”, justamente uno de los proyectos que Aragonés suele seguir). “‘Sergio Aragonés Funnies’ son historias personales, chistes, juegos, historias normales de humor. (Con Bongo) Salieron doce números, uno cada mes. Luego cambié de editor, con Dark Horse serán otros doce números. (Es un comic con el que) Me siento con libertad de contar cosas que me han pasado durante la vida y entretener con ellas”. Los ganadores de la premiación se darán a conocer en San Diego, California, con motivo de la Comic Con que se llevará a cabo del 9 al 12 de julio próximos.   Refugiarse en el dibujo Quizá la frase más usada para referirse a Sergio Aragonés es nombrarlo “el dibujante más rápido del mundo”, cuestión que dice “no es cierta” y le causa disgusto al grado de pedir que no lo hagan. Y justifica: “Empecé a dibujar rápido para entretener en público, cuando se hacen entrevistas de televisión. Algún periodista nunca había visto algo así y se le ocurrió decir que era el dibujante más rápido del mundo, y de ahí todos le siguieron, pero cuando estoy sentado en mi estudio me tomo mucho tiempo, porque toma mucho tiempo poner las cosas en perspectiva”. Proceso que sigue y respeta desde hace 52 años que comenzó su carrera en la revista MAD, trabajo que consiguió en una época en la que en Estados Unidos no se publicaban dibujos sin letras, como las de él: “Con MAD todo lo que publiqué fue sin palabras. Con los chistes marginales, las caricaturas que hago en los bordes de las revistas, cuando yo llegué inmediatamente me compraron un artículo y me dijeron ‘muy bien, tráiganos otros’. Al día siguiente estaba en las puertas de MAD con otro artículo antes de que abrieran. Les sorprendió muchísimo porque a la gente le toma un mes hacer un artículo completo y al día siguiente yo les llevé la cantidad suficiente de caricaturas para otro artículo y me lo compraron pidiéndome otro que les llevé a esos días. Luego cuando me dijeron que me regresara a México porque ya tenían material para mucho tiempo, entonces se me ocurrió hacer los chistes en la esquina para seguir publicando en cada mes. Lo vieron y dijeron ‘es diferente, están chistosos y nunca lo hemos hecho’, pero también dijeron ‘nadie puede tener tantas ideas, diez o quince en cada número, sin palabras, tan chiquitas, los chistes’. Entonces me dijeron que iban a publicarme hasta que se me acabaran las ideas, todavía después de 52 años sigo publicándolas, pero eso fue y ya me quedé. Yo me hice mi propio trabajo, no me lo tuvieron que ofrecer, ni nada, yo tuve que crear mi propia chamba”, declaró en entrevista con ZETA el nacido en España pero radicado por una época en México, años clave para dar con su vocación. “De niño chiquito, chiquito (mi motivación) primero fue el miedo, venía yo de la Guerra (Civil Española) y me refugiaba en la casa a los pies de mi mamá. Por fortuna me dieron lápiz y papel, porque si no hubiera dibujado en las paredes, pero siempre eso fue una gran ventaja, me refugié en el dibujo, me contaba mis propias historias y yo las dibujaba… todo empezó a influir porque no había otras distracciones, para mí fue una bendición el poder dibujar y aprendí dibujando. Dibujaba muy mal, pero la práctica lo hace a uno mejor, no tuve nunca ninguna clase de dibujo, siempre fue hacer y aprender”. Creyente de que en México hay buenos dibujantes y que el sentido del humor es algo que se aprende a partir de la consulta de otros trabajos, Aragonés pasó de ser un extraño en Estados Unidos con solo 20 dólares en su cartera, a convertirse en un viñetista que en 2002 incursionó en el Salón de la Fama de los Premios Will Eisner y que ahora tiene toda una carrera sólida dentro del comic, pero asegura que solamente tuvo un camino para conseguirlo: “El secreto es dibujar, hacerlo, hacerlo, hacerlo y mejorarse, mejorarse”.


Publicidad


Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
- Publicidad -spot_img

Puede interesarte

-Publicidad -

Notas recientes

-Publicidad -

Destacadas