El reporte de una persona colgada de un puente peatonal justo frente a la explanada del Centro de Gobierno y el edificio del gobierno municipal, se recibió la mañana del 21 de noviembre de 2013. Policías cerraron el tránsito del carril central de la Avenida Reforma, con patrullas obstruyendo el flujo de automóviles de sur a norte. Decenas de personas se acercaron a ver el acontecimiento, mientras camiones de bomberos eran estacionados a un costado del puente, con los códigos encendidos. “Es un bombero, se está manifestando”, comentó uno de los presentes. José de Jesús Bastián Miranda, tragahumo no sindicalizado, se había colgado del puente porque el gobierno municipal no le había pagado su salario. Su protesta ocurría dos días después de que cientos de empleados municipales realizaran una manifestación al interior del edificio municipal por el mismo motivo. El XX Ayuntamiento no les había pagado la última catorcena, les debía retroactivos. La preocupación se extendía a no recibir su aguinaldo en los próximos días. Mientras la protesta del 19 de noviembre, fue encabezada por bomberos y personal de Servicios Públicos, decenas de camiones recolectores de basura fueron trasladados a la Casa Municipal. La amenaza de los burócratas, “tirarle la basura” ahí mismo al alcalde Enrique Pelayo Torres, por falta de pago de la última quincena. Encabezados por el diputado federal y dirigente sindical de los burócratas en el Estado, Ricardo Medina Fierro, la protesta de los agremiados finalizó con el vaciado de botes de basura en el patio central de la Casa Municipal. El paro de labores se extendió el fin de semana del 16 al 18 de noviembre, lo cual se tradujo en cientos de toneladas de basura acumulada frente a viviendas, negocios y sobre las avenidas y zonas turísticas. Sin pago no trabajarían. La justificación de la administración municipal fue que no habían recibido el dinero que les correspondía por parte del gobierno estatal; recursos de las participaciones federales que, de acuerdo al secretario del Ayuntamiento, Miguel Ángel Ley Álvarez, “es del Municipio y que estaba siendo retrasado por el ejecutivo estatal”. Era de ahí, de donde tenían pensado pagar la nómina, pero el depósito les llegó hasta la tarde del martes 19 de noviembre, minutos antes de que los camiones de basura dejaran toneladas de desechos frente a la oficina del alcalde Pelayo. Pero no todos los trabajadores municipales recibieron su pago ese día. De ahí que el caso del bombero colgado sobre la principal avenida de la ciudad, fuese distinto. Mientras a los empleados sindicalizados el gobierno municipal les pagó ese 19 de noviembre, no ha ocurrido lo mismo con empleados de confianza o personal de raya que no está adherido al Sindicato de Burócratas. A ellos, hasta la tarde del jueves 21 de noviembre no se les habían depositado un solo centavo. El martes 19, el gobierno adeudaba aproximadamente 9 millones de pesos, de acuerdo a los cálculos de Medina Fierro, quien había anunciado manifestaciones con mayor presión al día siguiente, si no venían los pagos. Incluso, policías municipales entrevistados por ZETA aseguraron que llevan hasta tres catorcenas sin recibir dinero. De esta corporación podrían surgir manifestaciones, las cuales sumarian prácticamente a todo el personal del Ayuntamiento. Pero desde los ojos del alcalde ensenadense, el caos dentro del gobierno municipal, causado por las protestas con bomberas y camiones recolectores de basura, “es parte de un complot” en su contra. Así lo dijo ayer jueves durante una improvisada rueda de prensa, “un golpeteo normal”, porque ya se va. De remate, aseguró que el culpable de los acontecimientos, es el Gobierno del Estado, “al no pagarle lo que al Municipio le corresponde”, sentenció Pelayo.
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