Desde el 26 de septiembre hasta el 29 de noviembre, la Secretaría de Educación Pública (SEP) y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) llevan a cabo el censo de escuelas, maestros y alumnos de educación básica y especial, a fin de tener la ubicación geográfica de planteles, infraestructura instalada, equipamiento y mobiliario escolar; así como un registro de docentes, personal administrativo y supervisores, alumnos, con énfasis en quienes tienen alguna discapacidad o necesidades especiales de aprendizaje. Para llevar a cabo el programa, INEGI contrató, reclutó y capacitó a 17 mil 432 personas, quienes recibieron un adiestramiento, presuntamente para garantizar el proyecto. En Baja California se contrató a 400 personas para aplicar el censo. Sin embargo, personal docente de la Escuela Telesecundaria Número 3 “Libertadores”, del municipio de Tecate, denuncia la irregularidad del programa por parte de personal del INEGI, en específico del encuestador Sergio Alberto Galván Martínez, ya que presuntamente fue enviado para censar a maestros y alumnos y no llevó a cabo el objetivo, ya que únicamente dejó los cuestionarios para que los educadores aplicaran los formatos a los estudiantes. “Mi inconformidad es, ¿por qué tiene que ser el docente el que aplique el cuestionario al alumno? ¿Acaso no se le capacitó y pagó un salario al enviado como encuestador por parte del INEGI, solo para llevar y recoger los cuestionarios? ¿En eso consiste la función de un encuestador encargado de levantar un censo para los fines o motivos que fuesen? ¿Por qué se anuncia en los medios de comunicación masivos con bombo y platillo, que es el INEGI quien realizará dicha encuesta? Creo que es un tanto ilógico e irresponsable permitir que sea el docente quien levante el censo en los alumnos, y en sí mismo, más aún cuando el mismo decreto menciona a INEGI como responsable de llevar a cabo dicho censo”, planteó un profesor del plantel. Por su parte, la vocera de la Secretaría de Educación confirmó a ZETA que “los maestros no están autorizados para aplicar el cuestionario, ya que para eso se había contratado a personal para realizarlo”. De ahí que los educadores de la Telesecundaria cuestionan la veracidad del proyecto de INEGI, pues los resultados solo serán simuladores del verdadero propósito del programa. “Para poder aplicar los cuestionarios, que era trabajo del encuestador, perdimos dos días de clases; primero para escuchar toda la plática del personal enviado, que nos explicó la manera en que deberíamos de realizar el trabajo. Para él fue muy cómodo dejar la responsabilidad al educador, cuando no estamos capacitados para realizarlo. “En la Telesecundaria tenemos una planeación diaria de actividades, son 369 alumnos los que se vieron afectados, ya que tuvimos que mover nuestras sesiones para realizar el trabajo de INEGI. No nos parece justo, porque además el mensajero (encuestador) obtiene un sueldo por solo dejar la encuesta, que por cierto, ya ha pasado una semana y ni siquiera ha tenido la amabilidad de recoger los cuestionarios”, expuso una maestra. La preocupación de los educadores, es que los cuestionarios se están aplicando de la misma manera en otros planteles, por lo que los resultados de INEGI pudieran estar alterados, al haber contratado personal ineficiente. “Afortunadamente tengo maestros comprometidos que dedicaron su tiempo para aplicar el censo, pero qué pasaría si otro plantel decide no aplicar la encuesta y alterarla; los resultados no serían confiables”, advirtió. Los resultados de este programa preliminares, se entregarán a la SEP el próximo 16 de diciembre, pero los datos definitivos serán conferidos durante el primer trimestre de 2014.
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