Los Vaqueros de Dallas son uno de los equipos más populares de la NFL dentro y fuera de Estados Unidos. Su poder de convocatoria dentro del país puede ser ejemplificado con su récord de más juegos consecutivos con estadios llenos. La racha de 160 juegos de temporada regular y postemporada con todas las localidades vendidas comenzó en 1990, e incluye 79 juegos de local en el Texas Stadium, y 81 como visitantes. Además, según un artículo de la revista Forbes, de julio de 2012, los “Cowboys” junto a los Yanquis de Nueva York, son la franquicia deportiva de mayor valor en los Estados Unidos, y la tercera en el mundo, con un valor estimado de mil 850 millones de dólares. Cabe mencionar que en México, se ha comprobado que en la actualidad es la franquicia más seguida por el público mexicano que disfruta de la NFL. Incluso por encima de equipos históricos como son los Acereros de Pittsburgh y 49ers de San Francisco, conjuntos que en alguna época fueron de los preferidos.
Por eso, en cada ocasión que visita San Diego, los Vaqueros de Dallas prácticamente se han sentido como en casa, ya que jugar en el estadio Qualcomm le sienta bien y es como si jugase en el Cowboys Stadium, debido a que la mayoría de los aficionados pertenecen al equipo de la estrella solitaria. La última vez que los Vaqueros estuvieron en el Valle de la Misión para enfrentarse a los Cargadores fue en la temporada del 2005 y en aquella ocasión el inmueble lució a reventar, obviamente con una mayoría de sus seguidores. En los últimos años no han tenido los resultados de hace décadas, cuando era una de las franquicias preferidas de la NFL, pero siguen siendo una marca que se vende como pan caliente y eso se pudo comprobar el pasado domingo 29 de septiembre, cuando el estadio sandieguino volvió a convertirse en la casa de los Vaqueros. Aunque a diferencia del último enfrentamiento, esta vez el resultado fue favorable para los “electrizantes”, quienes superaron 30-21 a los de la estrella solitaria en medio de un encuentro movido y con volteretas en el marcador. Desde horas antes, los alrededores del estadio Qualcomm comenzaron a recibir a miles de aficionados, muchos de ellos vestidos con las prendas alusivas a los Vaqueros. De hecho bastantes seguidores, como Miguel Ruiz, cruzaron la frontera para aprovechar la oportunidad de observar al equipo de Dallas, el cual no jugaba un partido de temporada regular desde hace ocho años. Ruiz, quien es nativo del Distrito Federal, pero radicado en Tijuana desde 1985 se mostró entusiasmado por presenciar nuevamente un juego de su equipo favorito. “Estuve aquí en el juego anterior entre Cargadores y Vaqueros, pero fue de pretemporada. Ahora por fin se me hizo ver un juego que sí valga. Desafortunadamente hoy nos tocó perder, pero estuvo muy bueno el partido. Esperamos que la siguiente vez podamos venir y que ganen”, dijo el aficionado que desde los 10 años ha seguido la NFL y principalmente a los Vaqueros. “Desde chavito siempre he visto los juegos por televisión, recuerdo muy bien cuando ganaron el Súper Bowl tres veces en los noventas con Troy Aikman, Michael Irvin y Emmitt Smith, eran un súper equipo”, señaló entusiasmado el seguidor mexicano mientras portaba orgullosamente una jersey de Tony Romo con varias firmas de los jugadores de Dallas. En el interior del estadio era destacable la cantidad de aficionados de los Vaqueros, incluso cuando los jugadores de San Diego salieron al campo fueron recibidos por un enorme abucheo que se mantuvo gran parte del partido, principalmente mientras que el equipo de la estrella solitaria se mantuvo al frente del marcador. El equipo del rayo fue el primero en anotar, con un pase de Philip Rivers al corredor Danny Woodhead, pero luego los Vaqueros empataron el duelo a siete puntos en el segundo cuarto. Los Cargadores tomaron la ventaja de nuevo con un gol de campo de Nick Novak 10-7, pero el equipo de la estrella solitaria respondió rápidamente y al terminar la primera mitad ganaban 21-13. Para la segunda parte, los pupilos de Mike McCoy reaccionaron mostrando una explosiva ofensiva y una sólida defensa que se tradujo en 17 puntos sin respuesta. Primero Rivers conectó con Antonio Gates, quien atrapó un pase largo y se escapó por el centro evadiendo a su marcador y acercando a su equipo 21-20. Para el último periodo, el equipo del rayo le dio la vuelta al partido con otro gol de campo de Novak para poner el score 23-21. Y para terminar, Rivers consiguió una anotación más encontrando nuevamente a Woodhead dentro de las diagonales para dejar el marcador final 30-21.
“Realmente esta semana fuimos muy eficientes en ambos lados del terreno de juego. Hicimos muy buenas cosas y ejecutamos las jugadas necesarias para ganar. Obviamente hubo algunos detalles que tenemos que mejorar, porque cometimos algunos errores, pero vamos a seguir trabajando para eso”, señaló el entrenador en jefe de los Cargadores, Mike McCoy. “La defensiva hizo un estupendo trabajo realizando un par de detenciones con balones recuperados evitando de esta manera que nos anotarán. Sabíamos que sería complicado con tantas ausencias en nuestro equipo, pero afortunadamente logramos la victoria, así que todos se llevan su crédito”, resaltó McCoy. El head coach sandieguino resaltó la labor del corredor Danny Woodhead, quien consiguió un par de anotaciones por aire. “Él es un gran jugador, además de que fue muy bien entrenado en Nueva Inglaterra, así que le lleva ventajas a muchos corredores, ya que Patriotas tienen muy buenos entrenadores. Ahora lo hemos tenido en el terreno de juego en las jugadas necesarias, para ser honesto ése era el plan, que lo buscáramos en esas dos jugadas especiales y nos funcionaron”, declaró. Con marca de dos ganados y dos perdidos, los Cargadores viajarán a Oakland para visitar a los Raiders en un partido que originalmente estaba programado a la una de la tarde de este domingo seis de octubre, pero debido a los juegos de postemporada de las Grandes Ligas, se disputará a las 8:35 de la noche. “Éste será nuestro primero juego ante un equipo divisional. La única manera de poder acceder a los playoffs es dominando tu división, si lo logras estarás en postemporada, de lo contrario es muy difícil acceder. Tenemos que vencer a nuestros tres rivales divisionales, así que Raiders será nuestra primera prueba”, sentenció McCoy. San Diego superó las 500 yardas y 400 de ellas fueron por la vía aérea. Lo que habla del nivel de juego que mostró Philip Rivers en este encuentro. “Este tipo de juegos se ganan cuando cuentas con un gran grupo de compañeros jugando al máximo sin importar si tienen experiencia o no, así se ganan, de esta manera adquieres la confianza que necesitas para seguir adelante, este día todos ellos hicieron un gran trabajo”, afirmó Rivers, quien completó 35 de 42 intentos para un 83 por ciento con tres pases de anotación y una intercepción. Cabe mencionar que el mariscal de campo del equipo del rayo logró su pase de anotación 200 en su carrera, el cual fue atrapado por Antonio Gates. “Fue algo muy especial. Todas ese tipo de marcas son para el archivo, Obviamente también estoy lanzándole el balón a buenos jugadores que hacen su trabajo. Pero es especial lanzarle a él (Antonio Gates)”, aseguró el pasador de los Cargadores. Por otra parte, al igual que San Diego, Dallas colocó su récord en dos ganados y dos perdidos. Siguen sin tomar ritmo y ha sido un equipo inconsistente en ambos lados del terreno, tanto defensiva como a la ofensiva. Su mariscal de campo, Tony Romo, se mostró decepcionado con la derrota ante los Cargadores, ya que estaban arriba 21-7 y perdieron la ventaja al recibir 20 puntos sin respuesta. “Tuvimos un inicio muy bueno controlando el balón y anotando, pero en la segunda mitad perdimos el control del balón y cometimos un par de errores que nos llevó a perder el juego. “Movimos las cadenas en nuestros drives, pero fallamos en tercera oportunidad y además cometimos varias faltas, obviamente estoy un poco decepcionado con la derrota, pero somos un equipo de futbol y vamos a regresar a trabajar para ser mejores en nuestro siguiente encuentro”, apuntó el mexicoamericano. Últimos años: más fracaso que éxitos Es cierto que en su historia, Dallas posee cinco campeonatos, pero en los últimos años, al igual que San Diego han dejado mucho que desear. Las temporadas han sido con resultados muy similares, ya que de ambos equipos se han esperado grandes cosas que hasta el momento no han llegado. Tanto Vaqueros como Cargadores cuentan con pasadores de la misma generación, ya que iniciaron sus carreras casi de manera igual. Por un lado está Tony Romo, quien siendo egresado de la Universidad del Este de Illinois, arribó en el 2003, pero no fue sino hasta la temporada del 2006 cuando tuvo su primera oportunidad como mariscal de campo titular. En esa campaña, Romo guió a Dallas hasta los playoffs, donde fueron eliminados por los Halcones Marinos de Seattle. Por su parte, los Cargadores tiene a Philip Rivers, quien llegó a San Diego procedente del Draft del 2004, pero al igual que Romo pasó sus primeros años en la banca, fue hasta el 2006 que también tuvo su oportunidad como pasador de todos los días. En su temporada de debut, Rivers llevó al equipo del rayo hasta la final de la conferencia, perdiendo con los Patriotas de Nueva Inglaterra. Desde entonces, ambos equipos con Romo y Rivers como mariscales de campo titulares, han generado enormes expectativas cada temporada, pero hasta el momento lo único que obtienen son enormes fracasos. Las sorpresas de la NFL En el arranque de la temporada 2013 de la NFL, los equipos del oeste de la Conferencia Americana están dominando la Liga. Los Broncos de Denver y los Jefes de Kansas City se mantienen invictos con una marca de cuatro ganados y cero perdidos. Los Broncos han mostrado un nivel avasallador en todos los encuentros, con las grandes actuaciones del estelar mariscal de campo, Peyton Manning, quien promedia cuatro anotaciones por juego y más de 40 puntos. Por su parte, los Jefes, que si bien es cierto no han sido tan espectaculares, han tenido un rendimiento consistente ganando con lo necesario contando con el apoyo del pasador, Alex Smith que fuera prácticamente desechado por San Francisco. Por otro lado, los Acereros de Pittsburgh y los Gigantes de Nueva York han tenido uno de sus peores arranques de campaña, ya que después de cuatro semanas no han logrado sumar un triunfo y se encuentran en el fondo de sus respectivas divisiones con marca de cero ganados y cuatro perdidos. Aunque la temporada es joven, puede ser tarde para que estos equipos remonten y se recuperen. Mientras que Denver y Kansas City ya piensan desde ahora en que pueden estar jugando en enero los playoffs.
Publicidad
