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sábado, febrero 24, 2024
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La entereza de “El Cejas”

Es muy difícil sumar voluntades en torno a un mismo objetivo, la gran mayoría quería que Arturo Macías “El Cejas” conquistara la “Oreja de Oro” y sus justificados deseos se convirtieron en realidad. Los asistentes estaban con él, y así lo demostraron. Se trata de un matador joven que además de torear en cualquier terreno, lo hace por igual con la Escuela Sevillana o con La Rondeña. Satisface a los públicos fortaleciendo su éxito, y así como deletrea el excelso Toreo, de repente recurre al tremendismo, la improvisación y hasta la actuación. Se jugaron cinco astados de Carranco y uno de José Julián Llaguno, que abrió el festejo en la Monumental Playas de Tijuana, ante sobrada entrada. La corrida, a beneficio de la Asociación Nacional de Matadores de Toros y Novillos. Se rindió tributo al espada Jorge San Román, que perdió la vida en la víspera en accidente automovilístico.  Primero. “Ferrocarrilero”, negro, número 59 y 470 kilos, de José Julián Llaguno, tuvo salida contraria y brincó al callejón a la altura de la puerta de caballos, siguiendo la carrera hasta el burladero de matadores, asustando a varios que no tienen ningún desempeño en un sitio tan peligroso, donde no debe perdérsele la cara al toro. Afortunadamente no hubo accidentes que lamentar. Un brinco de estos causa sensación, asombro y aplausos, situación que aprovechó a cabalidad “El Conde” (turquesa y oro), recibiendo con un farol de rodillas, un mandil, chicuelinas, la revolera y chicuelinas antiguas. Picado con decoro. Tomó los palos y clavó “orejas de conejo” y un sesgo. Al toro lo dejaron correr demasiado y arribó a la muleta caminando, no embistiendo. “El Conde” se esmeró con derecha e izquierda, pero el animal ya no tenía gas. La faena cayó en la monotonía. Hubo que recurrir al torero de rodillas y las vitolinas. Desplante. Se perfiló, colocando una entera perfecta. Una oreja.            Segundo. “Xoloitzcuintle”, negro, número 219 y 470 kilos. Jerónimo (rey y oro) lanceó en elegantes verónicas, revoleras y el recorte. Supo colocarse en la distancia correcta y a “Xolo” le correspondió obedecer. Brindó al Cónsul de Estados Unidos en Tijuana, Andrew Erickson, y al licenciado Carlos Mora Álvarez. Corrió la mano con tranquilidad, estructurando faena inteligente, mandona y llena de recursos. Jerónimo es del agrado de la afición de Tijuana, tiene un buen sentido del temple y sale a demostrar primero su Toreo artístico, que luego convierte en tesonero, sin abandonar la cuerda de lo sublime. Procedió a manoletinas para desahogar. Recogió el acero, logrando una entera que le retribuyó merecida oreja.       Tercero. “Global SST”, número 209 y 475 kilos, Ignacio Garibay (rey y oro), al que saludó con verónicas, revolera y chicuelinas muy desmayadas. El burel rodó al que Garibay levantó, tocándole el pitón contrario. Dada su evidente debilidad, se fue con dos pares. Inició su trabajo de rodillas. Se vio obligado a torear a media altura, protegiendo a “Global”. Faena muy pensada, el animal iba por los dos lados, aunque de repente protestaba por el izquierdo. Destacó Garibay por su mesurado talento y mando, que remató con el desdén. Al tomar el trapo rojo, se fue al centro del ruedo y brindó a Jorge San Román. Pinchazo y media trasera. Palmitas. Cuarto. “Pueblo Amigo”, número 71 de 475 kilos, cárdeno oscuro, nevado. Alejandro Amaya (negro y oro) se recreó en verónicas. Lo pasaron con dos pares. La tarea se concentró en naturales y derechazos exclusivamente, aunque despejó con bernadinas. Un pinchazo tendido y un golpe. A pesar de este defecto, lo premiaron con una oreja. Quinto. “Caliente”, número 235 y 450 kilos, entrepelado, nevado, meano, veleto, al que bregó Sergio Aguilar, que se presentó en Tijuana. El español (lila y oro) no tuvo suerte, le correspondió el peor astado que no fue fijo, tiraba cornadas e iba por las corvas, se revolvía en un palmo, imposibilitando el lucimiento de un diestro que se mostró puesto y dispuesto y dejó grato sabor. A pesar de las circunstancias, se quedó en el ruedo. Mostró aceptables hechuras en tafalleras y revoleras. “Caliente”, hizo cosas de manso, mientras que Aguilar exponía su carne. Se liberó con una entera desprendida. Sexto. “Esmeralda”, número 691 y 447 kilos, fue para Arturo Macías (aqua y oro), que festejó el recorrido de su socio con tres faroles de rodillas. Le simularon un puyazo. Lo enfrentó con tafalleras y la media. Se autorizaron dos pares. Molinete de rodillas, continuó de hinojos con pases de pecho. Manoletinas y desplantes. Se agarró del costillar y se inspiró en amalgama de todo, desde el Toreo serio hasta el tremendismo. Dos orejas. Y el galardón en disputa. Los detalles Una notable cantidad de toreros no asisten al sorteo argumentando que es de mala suerte, otros prefieren ya no moverse y, los más, se van a misa de preferencia a las 12:00 horas acompañados de personal de total confianza. La tarde del domingo primero de septiembre llegaron a este peculiar ritual: Ignacio Garibay, Alejandro Amaya y Sergio Aguilar, un hombre muy reservado al que nadie conocía y que pasó prácticamente desapercibido. Lo curioso que iban en una camioneta negra. Como no sea un luto, a los diestros no les gusta ese color. Y tan algo tiene de cierto que ninguno de los tres -llegaron juntos- se llevó el galardón. Por el triunfador, sorteó el matador en retiro Fermín Espinosa “Armillita”, quien es su apoderado y, desde ese mediodía, declaró que el trofeo era para su poderdante Arturo Macías “El Cejas”. En efecto, en todo respiraba a Aguascalientes, lugar de nacimiento de Arturo, que vio la luz un 16 de septiembre, por eso, con el trofeo en la mano, puntualizó que de ahora en adelante gritará los 16 de septiembre el “¡Viva Aguascalientes!” y el “¡Viva Tijuana!”. Arturo Macías tiene en su haber siete puertas grandes en la Plaza México y una agenda de diez festejos a lo largo y ancho de la República durante el mes patrio. No ha tenido descanso en todo el año. Se trata de un matador con recursos y demasiada variedad. Se encuentra totalmente entregado y convencido, y ha pensado en dejar los tristes y dolorosos recuerdos de las cornadas que han sido muy grandes en el tradicional baúl de los recuerdos, y tomarlas únicamente como marcadas experiencias. Así, revestido del triunfo que da poseer una “Oreja de Oro”, torea mañana 7 de septiembre en Pachuquilla; el 8, en la Feria de Zacatecas, ahí se juega el “Escapulario de Plata” que, adelanta Fermín, que también ganará. El 14 partirá plaza en Valle de Chalco, y el 15 se encuentra por confirmar. El 16 y 22 de septiembre vuelve a Zacatecas, y el 28 a San Miguel El Alto; el 29 estará en Uriangato, Guanajuato, para cerrar el mes el día 30, en la Monumental de Morelia. Así lo precisó a ZETA su apoderado, Fermín Espinosa “Armillita”. Añadió que “El Cejas” es un torero muy joven que nació en Aguascalientes el 15 de septiembre de 1982, debutó como novillero en Guadalajara el 9 de noviembre de 2001, se presentó en la Plaza México el 13 de octubre de 2002. Tomó la alternativa el 7 de mayo de 2005 en Aguascalientes. El padrino: José Luis Angelino, atestiguando Israel Téllez y Pedro Gutiérrez Lorenzo, con ganado de Xajay, con el toro “Cortijero”. Confirmó un 21 de mayo en la Plaza México, su padrino: Leonardo Benítez, y Guillermo Martínez como testigo, con ejemplares de Barralva, con el toro “Cordobón”. Confirmó el 11 de mayo de 2010 en Madrid. Su padrino: Miguel Avellán, y el testigo, César Jiménez, con astados de Cartelilla, con el toro “Junta Ollas”. Confirmó el 21 de mayo de 2010 en Nimes, su padrino, Juan Bautista, y el testigo, Matías Tejela, con animales de José Vázquez. Fermín Espinoza dijo sentirse muy cómodo de trabajar al lado de Arturo Macías, ya que éste se concentra en su preparación y no le causa mayores problemas. Lo define como muy simpático, atento con el público, muy entregado, estupendo compañero en el ruedo, sabe su oficio. Cuando no torea, se pierde en el campo bravo. Estas cualidades se reflejan en el ruedo, que es una radiografía. Macías nunca sale con ventajas, quiere, como todos, ser figura del Toreo y se ha trazado esa meta, que de sobra está decir que es un camino muy difícil, donde aún le deparan infinidad de sorpresas y, por qué no, malos ratos y tardes “cuesta arriba”. Es necesario que dados sus triunfos y fechas, lo incluyan en la próxima temporada en la Plaza México, para mostrar sus adelantos y que la afición capitalina los aprecie. 


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Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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