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sábado, febrero 24, 2024
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La soledad de Corea del Norte

Con la tensión creciente entre las naciones de Corea del Norte y Estados Unidos, hay quienes especulan acerca del advenimiento de lo que podría ser una Tercera Guerra Mundial y de una pesadilla de carácter nuclear. Personalmente, creo que tal cosa está lejos de suceder. Las amenazas que a lo largo de la semana pasada ha porfiado el jefe de Estado de la nación coreana, Kim Jong Un, no parecen tener sustento, a pesar de que los misiles y armas nucleares existen. Una encuesta de CNN reveló que un 41% de los estadounidenses ve en Corea del Norte una amenaza potencial. Por supuesto que la nación vecina del norte inició la movilización de sus tropas. Todo empezó con las pruebas nucleares realizadas por el país asiático, a pesar de la prohibición expresa de las Naciones Unidas. Esto, por obvias razones, prendió focos rojos alrededor de todo el orbe. Fuerzas norteamericanas comenzaron entrenamiento militar en Japón y Corea del Sur, pero lo que realmente Kim Jong Un percibió como una amenaza fueron dos unidades de la fuerza aérea norteamericana surcando el espacio aéreo de Corea del Sur, país que nunca ha tenido buenas relaciones con su vecino del norte luego del conflicto armado de principios de los cincuentas del siglo pasado. Ahora, como aliado del gobierno norteamericano, ofrece sus costas a sus submarinos y portaaviones. Corea del Norte se encuentra sitiada desde todos los frentes. En nuestro país, el presidente del  izquierdista Partido del Trabajo, Alberto Anaya, alabó en una carta a Kim Jong Un, por sus grandes hazañas contra el imperialismo e impulsor del socialismo. La respuesta a la misiva no se hizo esperar: “…El Ejército Popular de Corea, la Guardia Roja obrero-campesina, los cuerpos de estudiantes y en general toda la población está preparada bajo la dirección del Mariscal Kim Jong Un para golpear a los agresores imperialistas donde más les duele, destruyendo sus bases militares en Asia y en el propio territorio de los EE.UU. Deseamos que la unión y logros socialistas del pueblo coreano les puedan servir a todos ustedes de inspiración para reforzar sus filas y luchar por un mundo más justo y sin imperios, por la dignidad humana y el derecho del pueblo a dirigir su destino. Precisamente es esa unión ideológica entre los coreanos el arma más potente y lo que hace invencible al poder popular. Cuando las masas luchan unidas, no hay nada que pueda detenerlas…” Esto en una carta del Canciller Alejandro Cao de Benós de la republica norcoreana al Partido Comunista de México. ¿Se buscaba el apoyo de México? Este lunes, el Presidente Enrique Peña Nieto de visita en Japón, condenó los ensayos nucleares de Corea del Norte, como perjudiciales para la paz internacional. Esa es la postura oficial del gobierno mexicano. El mandatario norcoreano tiene todo que perder. Como una de las pocas naciones que aun enarbolan la bandera del comunismo, no hay quien meta las manos al fuego por Corea del Norte. En contra tiene a la nación con más poderío militar en el mundo –que basa su economía en la actividad bélica e intervencionista– y a dos amenazas aun más cercanas, las naciones asiáticas de Japón y Corea del Sur. No cuenta con el apoyo de la ONU, quien según palabras de Kim Jong Un “le ha declarado la guerra a Corea del Norte”. A quien menos conviene y más perjudicaría una “posible” Tercera Guerra Mundial, es a la nación norcoreana. Héctor Daniel Ortiz Ramírez es Estudiante de Derecho Correo: cygnus9304@hotmail.com


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