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domingo, febrero 18, 2024
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“Se vive un clima de guerra, de desasosiego”: Hugo Gutiérrez Vega

La Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería, la Cátedra Hugo Gutiérrez Vega, la Universidad de Guadalajara, el Ayuntamiento de Guadalajara y el congreso de la Universidad de California en Mérida, preparan homenajes al reconocido intelectual mexicano que el 20 de febrero cumplirá 80 años. El FCE publicará “Prosa Reunida”

 


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Una lluvia de homenajes cobija al reconocido poeta Hugo Gutiérrez Vega, a propósito de su cumpleaños número 80, a celebrarse el 20 de febrero de 2014.

El agasajo al distinguido poeta inició precisamente en noviembre de 2013, con el anuncio del Premio Nacional de Ciencias y Artes, en el rubro de Literatura, concedido por el Estado mexicano “por su trayectoria lúcida y sensible en la poesía, el ensayo y la expresión oral”.


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Siempre con humor, Hugo Gutiérrez Vega bromeó en entrevista con ZETA sobre el reconocimiento otorgado por el Gobierno Federal:

“Yo creo que llega un poquito tarde, porque yo estoy ya un poquito tardo, pero este tipo de premios son bien recibidos a la hora y en el lugar que sea. Le dicen estímulos, realmente los estímulos que necesitaría, serían shocks eléctricos, a mi edad ya es difícil hablar de un estímulo”.

Luego de la prevista sorna, el intelectual apostilló: “El reconocimiento a mi edad tampoco importa demasiado, pero lo agradezco mucho porque tengo buenos compañeros en el premio: Alfonso Reyes, Mariano Azuela, González Martínez, Carlos Fuentes, Sergio Pitol, Carlos Monsiváis. Realmente son muy buenos compañeros y eso sí me entusiasma, estar al lado de ellos, aunque cada quien en su nivel, porque como decía mi abuela, ‘todavía hay clases’”.

Continuando con las distinciones, a manera de homenaje, el Ayuntamiento de Guadalajara fundó el Premio Bienal de Literatura Joven “Hugo Gutiérrez Vega” en tres categorías: Poesía, Cuento y Novela, el cual se entregará por primera vez el 14 de febrero de 2014, en el marco de la Feria de la Fundación de Guadalajara.

Luego, del 20 al 22 de febrero, la Cátedra Hugo Gutiérrez Vega y la Universidad de Guadalajara llevarán a cabo un merecido homenaje al poeta en el Paraninfo Enrique Díaz de León de la UdeG; asimismo, se desarrollará un coloquio con la participación de escritores como Juan Domingo Argüelles, Marco Antonio Campos, Carmen Villoro, Jorge Souza, y literatos de Jalisco.

El 23 de febrero, la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería (FILPM) rendirá también un homenaje al poeta jalisciense en la Galería de Rectores.

Finalmente, durante el congreso de la Universidad de California-Mexicaniza, en el marco de Feria Internacional de la Lectura del Estado de Yucatán (FILEY), se ofrecerá una distinción a Hugo Gutiérrez Vega entre el 13 y 15 de marzo, en el Centro de Convenciones y Exposiciones Yucatán Siglo XXI, en Mérida.

De la misma manera, en el transcurso del año sucederán otras actividades en torno a la vida y obra del poeta; para mayores detalles está disponible la página de Facebook, Cátedra Hugo Gutiérrez Vega.

A propósito de sus merecidos homenajes, Gutiérrez Vega ironizó a través de este Semanario:

“Siendo más o menos sincero, voy a decir lo mismo que decía Rubén Bonifaz Nuño: son los homenajes pre-Gayossos, porque ya ve que Gayosso es la funeraria…”.

 

En la obra de Gutiérrez Vega

 

Sin duda, el poeta Hugo Gutiérrez Vega es una de las voces imprescindibles de la literatura hispanoamericana de la generación de los 30.

Periodista, poeta, ensayista y traductor, Hugo Gutiérrez nació en Guadalajara, Jalisco, el 20 de febrero de 1934.

Entre sus  poemarios destacan “Buscado Amor” (1963), “Desde Inglaterra” (1966), “Resistencia de Particulares” (1967), “Cuando el Placer Termine” (1976), “Cantos de Plasencia y Otros Poemas” (1976), “Poemas para el Perro de la Carnicería” (1978), “Antología” (1978), “Tarot de Valverde de la Vera” (1981) y “Antología” (edición bilingüe español-italiano, 1977).

Además, “Meridiano 8-0” (1982), “Cantos de Tomelloso” (1983), “Georgetown Blues” (1984), “Las Peregrinaciones del Deseo, Poesía Reunida, 1985-1986” (1987), “Andar en Brasil” (1987), “Los Soles Griegos” (1990), “El Hombre Oculto de Grecia” (edición bilingüe español-griego, 1991), “Poemas” (en griego, 1991), “Cantos del Despotado de Morea” (1993) y “Nuevas Peregrinaciones” (1994).

Complementan la lista de sus poemarios: “11 Poetas Griegos” (1995), “Una Estación en Amorgós” (1996), “Los Pasos Revividos” (1997), “Antología en Griego” (1997), “Antología Personal” (1998), “Los Pasos del Nómada” (antología bilingüe francés-español, traducción de Emile Martel, 1990), “Poesía sobre Poetas” (2001); el Fondo de Cultura Económica (FCE) publicó “Peregrinaciones, Poesía 1965-2001” en 2002.

En prosa, entre otros títulos, es autor de “Las Águilas Serenas” (ensayo sobre escritores mexicanos, 2009), “Los Medios de Comunicación Social” (1973), “Información y Sociedad” (1975), “El Teatro en México” (1978), “Luis Buñuel” (1978), “José Carlos Becerra” (1975), “Ramón López Velarde” (1976), “Poesía Italiana Moderna” (1974), “El Erotismo y la Muerte” (ensayos reunidos, 1988); “Lecturas, Navegaciones y Naufragios” (1999), “Algunos Ensayos” (2000), “Bazar de Asombros I” (2000), “Bazar de Asombros II” (2002), “Esbozos y Miradas del Bazar de Asombros” (2006), “Hugo Gutiérrez Vega, Conversaciones con David Olguín” (2012), “Obsesiones de un Espectador” (2013) y “Voces y Paisajes de Hugo Gutiérrez Vega” (2013).

Entre algunos de sus premios figuran: Comendador de la Orden al Mérito de la República Italiana 1966, Premio Nacional de Poesía México 1975, Premio Iberoamericano de Poesía “Ramón López Velarde” 2001, Premio Nacional de Poesía “Xavier Villaurrutia” 2002, Medalla de Oro del Instituto Nacional de Bellas Artes 2004, Homenaje Nacional de Periodismo Cultural 2010; y en 2013, el gobierno mexicano le concedió el Premio Nacional de Ciencias y Artes en el área de Literatura.

Es también autor de la célebre columna “Bazar de Asombros” de La Jornada Semanal, director de La Jornada Semanal y presidente del Consejo de Administración de La Jornada.

 

“No hemos salido del abismo”

 

En ocasión a sus 80 años, Hugo Gutiérrez Vega concedió una entrevista a  ZETA. En la charla, el poeta evoca desde su niñez en Lagos de Moreno y Guadalajara, Jalisco, hasta sus amigos poetas de su juventud y madurez, sus influencias poéticas, sus intereses como escritor; y hasta opina del primer año de gobierno de Enrique Peña Nieto.

Para empezar, rememora su niñez: “Nuestra verdadera patria es la infancia, los primeros años, lo que Flaubert llamaba ‘la educación sentimental’, la primera novia de la escuela, la primera sensación placentera, los primeros dulces comidos subrepticiamente, los primeros sueños, los primeros regalos, los primeros miedos, el descubrimiento del mundo todos los días, cada día un nuevo asombro con sus contradicciones, porque estaba por el otro lado el autoritarismo, la pedagogía equivocada basada en el autoritarismo, la imposición, así que el asunto tenía sus luces y sus sombras.

“Decía Max Aub: ‘uno es de donde hace el bachillerato’. En mi caso, yo hice parte de la Primaria en Lagos de Moreno, y el resto de la Primaria y Secundaria, y la Preparatoria en Guadalajara; así es que son mis dos ciudades”.

¿Cuál es una de las imágenes de niño que influyó en su formación como poeta?

“Yo creo que, sobre todo, lo que más me ilumina es mis primeras lecturas de poesía; el conocimiento de Francisco González León, el poeta de Lagos de Moreno. Me le acerqué a la plaza, le dije: ‘señor, yo sé que usted es poeta’; se me quedó viendo cariñosamente, me puso la mano en la cabeza y me dijo: ‘Sí hijito, pero ya no lo vuelvo a hacer’.

“Entonces, este primer acercamiento a la poesía, con este rasgo humorístico, modesto, sencillo, de uno de los grandes poetas de México como fue González León, es uno de los momentos que atesoro. Tenía yo diez  años, él estaba a punto de morir”.

¿Cuáles son las primeras lecturas que recuerda?

“De poesía, fundamentalmente González León, Alfredo R. Placencia, el gran poeta religioso del siglo pasado; López Velarde, y después los de la Generación del 27 de España, sobre todo Rafael Alberti y García Lorca. Más tarde ya vinieron los ingleses T.S. Eliot, Auden, Graves, Robert Frost; de los primeros años fueron poetas cercanos, desde el punto de vista de la emoción y de la sensibilidad, González León, Placencia y López Velarde”.

Luego de las primeras lecturas y experiencias con la poesía durante la infancia, ¿en qué momento supo que sería poeta?

“Yo diría que por los 18 o 20 años, cuando escribí unos poemas en una colección que se llamaba ‘El Niño y el Mar’; después de que gané unos Juegos Florales de aquella época en Sahuayo, me di cuenta que si bien los poemas eran míos, tenían una fuerte influencia del ‘Marinero en Tierra’, de Alberti. No eran un plagio, pero estaban demasiado basados en el poema de Alberti, eso pasa siempre.

“En la poesía hay que aceptar inicialmente todas las influencias, asimilarlas, y pasar al momento fundamental de la vida del poeta, en el momento en que uno encuentra su propia voz, buena o mala, eso se verá después, pero propia. Decía López Velarde que la única originalidad poética, es la de las sensaciones”.

¿Quiénes fueron sus amigos escritores que coincidieron con Usted en Guadalajara, durante su juventud, en la década de los 50?

“En la década de los 50, más o menos, los escritores de Guadalajara como Ernesto Flores, Ignacio Arreola, Guillermo Mejía Oropeza; y los escritores de México, Carlos Monsiváis, que era como mi hermano; Sergio Pitol, también muy amigo mío; José Emilio Pacheco, Rafael Alberti, que fue mi hermano mayor y mi maestro, al que conocí en Roma y traté muy frecuentemente y me ayudó a tener una visión más amplia de la poesía. Pero mis amigos, escritores mexicanos, pues serían básicamente Pacheco, Marco Antonio Campos, Sergio Pitol y Carlos Monsiváis; y un argentino que conocí más tarde, que es como mi hermano, Juan Gelman”.

¿Qué es la poesía para Hugo Gutiérrez?

“Yo diría que es una manera de observar la vida, de sentir la vida y de esperar la muerte”.

¿Sigue escribiendo poesía?

“Muy lentamente, muy poco, tengo en proyecto un libro y voy despacito, despacito; a raíz de la muerte de mi hija, hace cuatro años, me quedé callado un poco, me costaba trabajo. Ahora ya nuevamente la pluma se ha soltado, y estoy escribiendo un libro que será un poema largo”.

¿Cómo encontró su propia voz poética, tomando en cuenta la simplicidad de su propuesta?

“Me ha costado mucho trabajo. Hay un poema mío que puede dar respuesta, el poema empieza: ‘Me exijo claridad, nada me dice el turbio soliloquio’. Siempre he buscado la transparencia, algunos críticos han dicho que porque no puedo con la metáfora; no, puedo con la metáfora, inclusive en muchas ocasiones sin utilizar una metáfora estoy en metáforas; pero me exijo claridad, mi camino es la transparencia, hay otros poetas con caminos distintos, el mío es de una simplicidad arduamente alcanzada, no se dio desde el principio, tuve que irla alcanzando poco a poco, depurando el poema para lograr esa transparencia; no sé si sea buena o mala, pero es mi camino”.

 

 

¿Cómo llegar a la simplicidad, pero al mismo tiempo la claridad y la madurez poética?

“Yo creo que escuchando todas las voces poéticas. Cuando me preguntan quiénes han influido determinantemente en mi obra, digo que la poesía en general; es decir, la propia voz se encuentra entre la maraña de voces que uno escucha en la poesía universal, aunque no entienda a veces los idiomas, y de repente brota la propia voz, y esa voz hay que irla poco a poco dominando, para que sea cada vez más transparente, más clara, si se trata de dialogar con el lector. Si se trata de confundir al lector, bueno, eso es otro proceso, a mí me interesa conversar con el lector”.

En cuanto a la forma del verso, ¿cómo llegar a dominar una voz versal propia?

“García Lorca, cuando le preguntaban que por qué era poeta, decía: ‘Bueno, soy poeta por la gracia de Dios sobre el demonio, pero sobre todo porque he estudiado, dice, lo que es un poema’; entonces, hay que conocer las reglas a fondo, para poder violarlas.

“Yo al principio siempre escribí en verso blanco, porque necesito libertad, siempre he escrito de una manera libre, pero a veces, cuando me he sujetado a las formas clásicas, al soneto, a la décima, me he sentido un poquito encorsetado y por eso he regresado al verso abierto. No le digo verso blanco sino verso libre; ahora, el verso libre tiene su música, el poema debe tener música, hay una música interna que es la que realmente vale, y que nace no solo de las palabras, sino del tema mismo del poema”.

¿Se publicará alguna edición especial de su obra?

“Sí, creo que tiene la idea el Fondo de Cultura Económica de reunir mi prosa en un par de volúmenes, ya reunió mi poesía (‘Peregrinaciones, Poesía 1965-2001’), salvo lo nuevo, se va a llamar ‘Prosa Reunida’”.

Después de una reconocida trayectoria, ¿cuál es la preocupación de un poeta como Hugo Gutiérrez Vega a los 80 años?

“Yo diría que seguir adelante con el suplemento La Jornada Semanal, creo que sirve a los jóvenes, no diría que oriente porque me parece pretencioso, pero dialoga con los jóvenes al ofrecer tanto valores consagrados, como valores por consagrar. Este suplemento me permite dialogar con los muchachos.

“Me interesa leer; me gusta más leer que escribir, me interesa seguir escribiendo mis pequeñas prosas y terminar este libro de poemas, pero sobre todo, me interesa leer y deslumbrarme leyendo”.

Finalmente, ¿qué opinión tiene del primer año de gobierno de Enrique Peña Nieto?

“De momento es la inercia de los seis años de Calderón; Calderón nos colocó en un abismo, seguimos cayendo, es difícil en un año resolver ese problema. No estoy defendiendo a nadie ni mucho menos, pero creo que tienen que cambiarse las estrategias, no se han cambiado hasta el momento y estamos sufriendo las consecuencias de este abismo en que nos hundió el sexenio sangriento (de Felipe Calderón); no hemos salido del abismo, se ha profundizado, entonces, tiene que remodelarse la estrategia y ver cómo se resuelven estas cosas.

“Estamos en una guerra no declarada. Se vive un clima de guerra, de desasosiego, todo esto en buena medida se lo debemos a ese criminal de guerra que es el señor Calderón, que nos dejó al país convulsionado.

“¿Qué ha hecho el nuevo régimen de Peña Nieto? No sé si no ha podido hacer o no ha querido hacer, o sigue sufriendo la inercia de los seis años de Calderón; el caso es que las cosas no han mejorado”.

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Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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