La primera imagen de Nuestra Señora de Guadalupe llegó al noroeste de la Nueva España, hoy México, cuando el misionero Eusebio Kino solicito a Juan Correa, pintor virreinal, una copia a mano del original del Tepeyac.
Rinde ofrenda la casa vinícola bajacaliforniana al campo y sus bondades; desde la semilla a la mesa, exaltan su pasión y respeto hacia la naturaleza y la producción del fruto de la vid.