Amaya, de 10 años, y Panchito, de 13, atravesaron una cirugía exitosa tras ser diagnosticados con insuficiencia renal. Ambos recibieron un trasplante de riñón donado por sus madres, lo que les permitirá mejorar su calidad de vida.
Por ello, en su mayoría la población entra a destiempo en contacto con los profesionales de ese campo. Desafortunadamente, es más procurada la medicina curativa que la preventiva.