Es más que evidente que a los gobiernos morenistas en Baja California no se les da eso de la transparencia, pues con frecuencia ocultan contratos que deberían ser públicos y de oficio. Restringen por cinco años investigaciones de corrupción, pese a ser una de las dos excluyentes para no tener que impedir la publicación de información gubernamental.
Desde su fundación, Morena estableció la encuesta como el mecanismo de definición de candidatos. En el partido guinda se “somete” a “consideración” la decisión a la ciudadanía, y se le “pregunta” a la mayor cantidad de ciudadanos su afinidad por determinado aspirante, pero cuando se solicita al partido sobre el proceso de selección, prefieren ocultarlo.