Aunque muchas veces sus exponentes evocan a su origen humilde, sus canciones no están desprovistas de burlas e incluso amenazas a los ardidos, a los envidiosos, a los que no comparten la aspiración, además de los enemigos del cártel. Precisamente el término buchón alude casi explícitamente al whisky Buchanan's, otro símbolo de la excentricidad que caracteriza lo tumbado.
Javier Valdez Cárdenas, el asesinado periodista culichi que le dio nombre y exposición a las historias invisibles en torno a los contextos de narcoviolencia, demostró que no necesariamente “el que la hace la paga”.
Dentro del complejo panorama cultural en México, la narcocultura ha surgido como un fenómeno que ejerce una gran influencia de manera fundamental en la juventud de nuestro país.
Los mexicanos hemos sido obligados a radicar en una burbuja aterrorizada de violencia. Sin embargo, nosotros la alimentamos a través de las diferentes manifestaciones culturales en las que se expone y manifiesta el narcotráfico: cine, música, literatura, etc.
Si bien han sido los inmigrantes chinos los primeros en sentar los pilares del comercio de la droga en México, a partir de los años treinta las bandas criminales mexicanas comenzaron a tener un rol fundamental en dicha nueva actividad económica, aprovechándose de la ley seca impuesta por Estados Unidos y de sus relaciones con las autoridades locales.
A través de una introspección a la recreación de voces contestatarias de México y ante las narrativas juveniles expuestas en distintos contextos socioculturales, el investigador José Manuel Valenzuela Arce concibe “Voces divergentes.