Pues resulta que el evento multitudinario que sirvió de “destape” para la diputada federal, Julieta Ramírez Padilla, no le costó un peso, o al menos no tuvo que desembolsar para pagarle al Centro Estatal de las Artes de Mexicali.
Diputados federales, funcionarios estatales y locales, infringen o burlan la Ley para promover su imagen para el siguiente proceso electoral. Ni INE ni IEE tienen valor o capacidad para controlarlos
Altanero, desentendido y con un falso discurso de intolerancia a la corrupción, el hombre más cercano a Marina del Pilar Ávila Olmeda quedó exhibido como un gánster electoral