Las promesas no cumplidas de los políticos, no son quizás mentiras o demagogia; son expresiones de obras prometidas al pueblo en un momento de euforia apasionada, que mueve a las personas a creer en algo que después les decepcionará o convertirá en indiferencia ciudadana.
El poder es una tentación. No para todos, pero sí para muchos, los suficientes. En el pasado, el poder casi absoluto concentrado en el característico presidencialismo mexicano fue sujeto de la más inquisitiva crítica, particularmente por aquellos que se identificaban -o por lo menos presumían- de izquierdistas.
Era amigo del Presidente de la República, Licenciado José López Portillo. Por eso, Arturo "El Negro" Durazo fue Jefe de la Policía defeña. De humor terrible. Vicioso. Pedante hasta colocar en su uniforme cuatro estrellas.