Al no existir un genuino partido comunista que eduque, organice, anime y haga consciente de su tarea histórica al proletariado, éste será empujado por la masiva propaganda burguesa goebbeliana a votar “por el menos malo”.
Las recientes “Iniciativas de Reformas a la Constitución”, presentadas por el déspota de “rostro humano”, López Obrador, el pasado 5 de febrero, no son más que una lista de “buenas intenciones”.
Lourdes Maldonado, después de haber sido empleada por alrededor de tres años en el consorcio radio-televisivo Primer Sistema de Noticias (PSN) propiedad del citado déspota, fue “despedida (mejor decir, fue corrida). Nueve años duró la demanda contra Bonilla por despido injustificado y además por el pago incompleto de su sueldo.
No existe la menor duda de que tanto los que rechazan, sin tapujos, la reducción de la jornada laboral (como Carlos Slim, la COPARMEX, el CCE, y otros del mismo pelaje), así como los que se muestran “simpatizantes”, son todos ellos enemigos a ultranza de la clase obrera. Unos disfrazados y otros sin disfraz.
El magnate alardea de ser “muy mexicano” y oriundo de la colonia proletaria, Libertad, de Tijuana. ¿Entonces por qué nadie lo conoce en dicha colonia? ¿Dónde está su casa?, ¿su familia? Además, preguntamos: ¿a qué escuelas acudió?
El sátrapa del Partido Morena, López Obrador, con gran alarde calificó de “histórico” el reciente aumento al salario mínimo que la clase patronal burguesa, a través de la CONASAMI (Comisión Nacional de los Salarios Mínimos), le aventó a la clase obrera.
Milei no es ningún chiflado. Es un ultraderechista franco. Un hitleriano sin careta; hoy, por mandato de la oligarquía financiera, candidato presidencial “ganador” del reciente circo electorero argentino.
Tan sólo una pregunta: ¿Por qué Bonilla, después del asesinato de la periodista Lourdes Maldonado, no fue llamado a declarar? No olvidemos que al susodicho déspota no se le ha molestado. En lo absoluto. Hasta la fecha.
Solamente el hombre honrado y juicioso, y sobre todo el obrero consciente, no se vende ni sigue tras la cola de reconocidos criminales. Al contrario, los pone en la picota y los combate con fuego ardiente. Las migajas no erradican la esclavitud ni la pobreza.