Vítores, fanfarrias, parafernalia, desfiles, y sumisión total ante la figura del Presidente era como se celebraba cada 1 de septiembre; eso sí, siempre en el ambiente de algarabía que caracteriza a los mexicanos. La obligación de informar con prontitud y transparencia fue transformada en la fiesta del Presidente.
Un discurso donde sólo presumió que la Policía Municipal recibió patrullas arrendadas y que realiza patrullajes, además de desvivirse en halagos hacia la gobernadora, Marina del Pilar Ávila Olmeda, por los proyectos a los que les ha dado seguimiento.
El origen del Partido de la Revolución Democrática (PRD) data de 1987, cuando la disciplina interna y la institucionalidad del PRI provocaron la disidencia de varios militantes del tricolor.