La tortura y tratos crueles son de las agresiones más graves, atentan contra la dignidad, la integridad física, la vida, la libertad; por ello, es de suma importancia la prevención.
La democracia gesta los derechos humanos a partir de la celebración de elecciones libres, justas, auténticas y periódicas. La democracia es un punto de referencia universal para los derechos humanos, ya que la gobernanza democrática proporciona un entorno para la realización efectiva de los derechos humanos.
La familia y el matrimonio no son conceptos equivalentes; lejos de ello, el matrimonio únicamente es una de las múltiples formas que existen para formar una familia. La familia es un elemento complejo y variable que constituye la unidad básica y es el elemento fundamental de la sociedad.
La resolución de las Naciones Unidas instituía en todos los países un día universal de las infancias, en el que se consagrara a la fraternidad y la comprensión; asimismo se destinara a actividades para promover el bienestar de los niños y las niñas del mundo.
Hablar de derechos humanos es hablar de la dignidad humana, y por ende, de una serie de presupuestos, inalienables e imprescriptibles en beneficio de toda persona.
La responsabilidad de las empresas en materia de derechos humanos recientemente se ha convertido en un asunto de suma importancia en el ámbito internacional, en especial por su relevancia económica; si bien no es una cuestión nueva, aún tiene mucho desarrollo por delante.
Históricamente, las leyes alrededor del mundo no protegieron a los grupos de atención prioritaria de la violencia; así, en muchos lugares estaba permitido de manera implícita que los maestros castigaran físicamente a sus estudiantes.
El desarrollo sostenible se compone de la forma de vivir en el presente si queremos un mejor futuro, ocupándose de las necesidades actuales sin comprometer las oportunidades y recursos de las generaciones venideras con la promesa de un mundo mejor para todas las personas.
El reconocimiento de los derechos humanos en las normas vigentes ha implicado un cambio de paradigma en las relaciones de poder entre gobernantes y gobernados, para constituir una garantía legal que asegura la dignidad de las personas.
De acuerdo con las estadísticas de las Naciones Unidas, mundialmente, los niños, niñas y adolescentes representan menos del 15 por ciento de la población migrante; sin embargo, constituyen el 25 por ciento de las personas en movimiento en América Latina y el Caribe.